11.11.06
Juan M.García Ramos. Simplemente un person
Juan Manuel García Ramos. Simplemente un person
Para nada un “person” es lo mismo que un “personaje” o un “personajillo”, ¡qué va! Los person son aquellos a los que uno, después de conocerlos bien, no sabe exactamente cómo catalogarlos. Al principio, cuando los oyes hablar, crees que puedes definirlos de una manera, pero, luego, a medida que los sigues escuchando… ya no sabes ni qué pensar. Primero te pueden parecer graciosos y hasta agraciados, luego pueden antojársete plastas y raritos e, incluso, en ocasiones, pueden llegar a resultarte unos auténticos desordenados mentales. Y es que, precisamente, es la incongruencia entre sus múltiples discursos lo que los hace convertirse en person, en esos seres tan impredecibles, en esos individuos tan volátiles y, en suma, en esos entes a los que uno no dudaría en diagnosticarles una presunta esquizofrenia si no fuese porque, al fin y al cabo, se les ve venir de lejos el carácter oportunista de sus acciones.Un claro ejemplo de person es, sin lugar a dudas, Juan Manuel García Ramos. Su facilidad para pasar de la confraternización al rechazo o del insulto al elogio le convierte en claro acreedor de tal denominación. Así, por ejemplo, si en sus artículos de crítica literaria invita al lector a maravillarse ante el unimismamiento canario-americano, en sus discursos políticos llama a la xenofobia y al racismo con igual pasión. Concretamente, en una de sus intervenciones en el “Centro de Estudios de Historia del Atlántico(1)” (CEHA) afirma nuestro person que «la catalogación de la cultura canaria como una más de las culturas de encrucijada del mundo no es nada inexacto», toda vez que se jacta de los enormes parecidos aquélla con la hispanoamericana, algo que sólo puede explicarse atendiendo al ir y venir de personas de un lado a otro del Atlántico a lo largo de estos últimos quinientos años de historia:
¿Por qué nos son tan familiares las infancias y los abuelos de las novelas de Gabriel García Márquez, los pueblos polvorientos y las supersticiones de Juan Rulfo o de Miguel Otero Silva, las sensibleras películas mejicanas, la cocina del Caribe, la música popular de América o la jerga doméstica de los culebrones televisivos de la actualidad?¿Por qué los españoles peninsulares y aun los mismos hispanoamericanos, confunden nuestro acento con otras formas de hablar la lengua de Nebrija al otro lado del Atlántico? ¿Qué inconsciente profundo nos concilia y nos fraterniza con tanta facilidad? ¿Qué razones desconocidas operan en nuestros emigrantes para que se sientan en América como en su propia casa y allí mismo los distingan tanto de otros pueblos de España?
No obstante, y en claro apoyo a la convocatoria de la manifestación racista del pasado domingo, afirma paralelamente el person que «los nativos de estas islas nuestras corremos el peligro de convertirnos en población minoritaria dentro de Canarias», siendo entonces «un asunto de pura lógica» el que exista «una normativa específica para evitar nuestra desaparición como sociedad y como cultura(2) ». ¿No es acaso incongruente reconocer con orgullo que la cultura canaria es resultado de nuestro ser y estar en contacto con otros pueblos del Atlántico y, al mismo tiempo, solicitar la marginación de estos últimos? Sí, lo es, y precisamente por eso García Ramos es un person.Por otro lado, ¿no resulta también incongruente denunciar que ATI-CC confunde “la política con los negocios (3)” y, más tarde, unir en santo matrimonio estas siglas con las del PNC? ¿Es que acaso García Ramos quiere participar también de esa “confusión”? ¿O es que, simplemente, harto de no comerse una rosca en las elecciones, el autor de “Por un imaginario atlántico” quiere sacar tajada en 2007? Igual con un cargo político podría dejar la docencia y, de esta manera, no tener que enfrentarse a sus alumnos de Filología para explicarles hasta qué punto se puede defender una teoría del “imaginario atlántico” mientras se hace apología del racismo… Muchas preguntas, sí, y muchas contradicciones también. Insisto: es la incongruencia entre sus múltiples discursos lo que los hace convertirse en person, en esos seres tan impredecibles, en esos individuos tan volátiles y, en suma, en esos entes a los que uno no dudaría en diagnosticarles una presunta esquizofrenia si no fuese porque, al fin y al cabo, se les ve venir de lejos el carácter oportunista de sus acciones. Particularmente, a García Ramos yo lo defino como un person, pero sustituya usted, paciente lector, este término por cualquier otro si le place. Tal vez sea más exacto que el mío.
Zebensuy Rodríguez Álvarez
NOTAS
(1) El texto completo de esta conferencia puede encontrarse en http://www.ceha-madeira.net/canarias/hia32.html. Se trata, en cualquier caso, de un apretado resumen de su libro “Por un imaginario atlántico”.
(2) En “El pueblo canario existe”, artículo publicado, cómo no, en el diario “El Día” el pasado 26 de octubre.: http://83.175.206.50/2006-10-26/actualidad/actualidad4.htm
(3) Cito unas declaraciones de Juan Manuel García Ramos recogidas en “Diario de Avisos” el 26 de enero de 1999.