(Conflicto de intereses entre los intereses europeos y los canarios)
El acuerdo pactado con Bruselas (Unión Europea) reduce los aranceles en las exportaciones bananeras y perjudica al plátano canario (el llamado "plátano europeo")
El pasado 17 de marzo la Comisión Europea (CE) presentó formalmente el acuerdo que se hizo en diciembre del año pasado en Ginebra con 11 países: Ecuador, Colombia, Costa Rica, Panamá, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Brasil, Perú y Venezuela, respecto a la reducción arancelaria a las importaciones del banano. Específicamente el Ejecutivo comunitario remitió el texto legal del acuerdo, para que éste sea ratificado por el Consejo de ministros de la Unión Europea (UE) y el Parlamento Europeo (PE), paso necesario para que la medida sea puesta en práctica.
El acuerdo recorta el arancel al banano de las exportaciones de América Latina, el cual actualmente estaba en 176 euros por tonelada y se reduciría a 148 euros, para disminuirla hasta quedar en 114 en un plazo aproximado de ocho años. Su importancia política radica en que con esta medida se le da fin a la “guerra del banano” o a la lucha por "mayor equidad" para los exportadores latinoamericanos. Es pertinente recordar que en diciembre de 1992 la UE estableció aranceles extra-cuota a terceros países provenientes de Latinoamérica. Esto ocasionó una repartición de la cuota latinoamericana a "favor" de un grupo de importadores europeos. Más tarde, de 1993 a 2005, la OCMB limitó el suministro de banano proveniente de América Latina.
En otras palabras, con este compromiso, la UE cierra estas disputas por su régimen para la importación, además de abrir las puertas para que se faciliten las negociaciones para otros acuerdos de libre comercio de la UE. Específicamente Colombia y Perú son, por ejemplo, países que van obtener ventajas adicionales para sus envíos bananeros (El convenio establece una reducción adicional del arancel al banano de estos dos países, hasta situarlo en 75 euros por tonelada en 2020). Por otra parte, se espera que avancen las negociaciones de la UE con Ecuador y Bolivia para que se logren otros acuerdos.
Es importante reconocer que con esta medida los exportadores latinoamericanos lograron beneficios para el sector bananero, el cual ha sido lograr la mayor reducción posible del arancel actual. Sin embargo, el acuerdo firmado no es del todo "satisfactorio" (para los exportadores latinoamericanos), ya que expertos temen que la competitividad de este producto sea temporal, debido entre otros aspectos porque "no está tecnificada".
En este contexto, organizaciones de la sociedad civil andina expresaron los impactos de esta medida cuestionado el paradigma del “libre comercio” y demandando el predominio del capital financiero y su gran consecuencia: la catástrofe energética, alimenticia y climática que vive actualmente el mundo. Por otra parte, estas organizaciones cuestionan a la UE, ya que a pesar de que ésta promueva una cláusula democrática en sus negocios comerciales, no la pone en vigencia en casos como las violaciones de los derechos humanos y las libertades públicas en Colombia y Perú. Por último, estas organizaciones reclaman no solo beneficios para las multinacionales, sino el reconocimiento de los derechos de los trabajadores migrantes y sus familias en la UE.
En términos generales, esta medida marca una diferencia histórica entre las relaciones de la UE con Latino América, pone fin a una disputa de varios años, beneficia a los exportadores de América Latina, los importadores europeos y "abre nuevas puertas" para próximos acuerdos...