6.5.14

HILARIO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ

Vacaguaré

 
Cuando se conmemora la muerte de un hombre se celebra la vida de sus ideas. Debajo de la tierra yacen los huesos y el polvo de lo que fue un ser humano. Pero encima de ella está su obra, sus palabras y sus ideas, que se han vuelto inmortales porque viven en otros hombres y mujeres.
Las ideas de libertad de Secundino Delgado no murieron con él. Otras personas recogieron la antorcha para seguir adelante en una batalla que aún no ha acabado, ni acabará hasta que el último pueblo sea libre para alcanzar su destino.
El Vacaguaré de Canarias sigue hoy transitando por la vida de este pueblo colonizado, castigado y olvidado. Aún seguimos cargando a cuestas con la cruz de nuestra libertad perdida. Aún seguimos siendo unos pocos los que gritamos que nos están quitando el pan y la sal de nuestras manos.
Esta tierra está siendo expoliada de sus riquezas por extranjeros que asientan aquí sus bancos y empresas. Nos quitan los puestos de trabajo, nos colonizan con funcionarios de una administración central que sigue manteniendo en las islas miles y miles de personas encargadas de mantener el orden de la metrópoli. Hemos llegado a una situación en la que trescientos ochenta mil canarios y canarias no tienen un trabajo digno, no tienen un sueldo que llevar a su casa. Y no hay nadie que considere que esto significa el hundimiento de una sociedad. Los canarios somos los parias, los aborígenes que van muriendo lentamente mientras la gran potencia colonial explota sus hoteles y sus bancos sacandole la sangre y el sol a esta tierra nuestra.
Canarias está dormida. Y muchos canarios están durmiendo un suelo que les llevará a la muerte. Hoy más que nunca tenemos que pedir que el espíritu de lucha de Secundino Delgado salga de esta tierra y despierte a los canarios. Que les abra los ojos para darse cuenta de que nos han invadido con sus administraciones, sus papeles, sus uniformes y sus sonrisas. Que nos intentan hacer olvidar que somos un pueblo libre. Que nos quieren enterrar como a Secundino, muy abajo, para que nos pudramos. Pero no lo van a conseguir. Nuestro Vacacaguaré terminará cuando Canarias abra los ojos. Tenemos que seguir haciendo pueblo, haciéndonos oír, apelando al orgullo de nuestra gente, de nuestros obreros desplazados por los extranjeros. Tenemos que seguir difundiendo el espíritu de Secundino para que un día Canarias pueda sacudirse el yugo y caminar por su propia historia de libertad
¡¡Viva Canarias libre!!
*Presidente de la Corriente de
Opinión Taller Secundino Delgado de Coalición Canaria