7.12.07

Destrucción de grabados rupestres guanches











Queremos hacer llegar a la opinión pública un nuevo atentado contra el patrimonio histórico de Tenerife, o, como dice la moda, contra la memoria histórica de Tenerife. Sea ha tenido conocimiento de la destrucción de la Zona Arqueológica conocida por “Lomo Gordo” localizada en el término municipal de Santa Cruz de Tenerife, concretamente en la margen izquierda del Barranco del Pilar, a unos 250 metros por encima de la autopista TF-1. La zona Arqueológica estaba constituida por una estación de grabados rupestres que tiene como soporte un pequeño afloramiento basáltico, en la que se constató la presencia de una veintena de paneles conteniendo las manifestaciones de arte rupestre.

En esta ocasión no se trata de una actuación llevada a cabo por desconocimiento, ignorancia o por saqueadores del patrimonio. Quienes hayan perpetrado esta acción sabían perfectamente lo que pretendían conseguir con su actuación, ya que la zona es de difícil acceso y en medio de grandes montañas de escombros. Se destruyeron los grabados uno a uno cincelando la roca mediante el uso de herramientas, lo que denota que sabían perfectamente lo que buscaban y el daño que pretendían causar.

Esta zona es de las principales áreas de expansión del nuevo planeamiento urbanístico de Santa Cruz de Tenerife, por lo que el valor de los terrenos es muy alto, al igual que las expectativas de desarrollo urbanístico. Probablemente, será muy difícil determinar quién o quiénes han sido los responsables de esta acción delictiva, lo que si es más fácil de adivinar o determinar es a la persona o personas que pretendían beneficiar con su actuación o por cuenta de quien han actuado. Hay empresarios sin escrúpulos, pero de reconocido prestigio en la sociedad de la isla de Tenerife, que no soportan pegas de ningún tipo para sus planes económicos y son capaces de hacer lo que esté en su mano y su bolsillo para limpiar de obstáculos su camino; nunca se les cogerá con las manos en la masa, ya que para eso tienen cobardía y dinero suficiente como para hacer el encargo a otros pobres desgraciados. En cualquier caso, los hechos son constitutivos de delito, tipificado como tal en el artículo 323 del vigente Código Penal y corresponde a la Policía. Ministerio Fiscal y Autoridad Judicial la investigación de los hechos y la determinación de los responsables; en tal sentido, esta circunstancia ya está en poder de estas instituciones, a pesar de lo cual el daño es ya irreparable.

Lo cierto es que el desenlace de esta zona arqueológica estaba marcado desde el momento que tuvo la desgracia de estar en un lugar de alto valor económico y ello a pesar de que podría haberse evitado su destrucción integrando el conjunto arqueológico en las zonas verdes del proceso urbanizador, lo que sin duda hubiera recalificado el valor del entorno urbanizado. Aunque explicarle eso y lo que significa el respeto al medio ambiente, al patrimonio histórico o a la Ley a algunos constructores de esta isla es ciencia ficción.

Por su parte, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, con su tradicional despreocupación por estos temas, se habrá quitado un problema de encima con la desaparición de este incómodo obstáculo, al igual que ocurre con el Cabildo de Tenerife, que ha demostrado su falta de preocupación o interés por el Patrimonio Histórico, ya que el Patrimonio Histórico es una de las pocas áreas que no cuenta con Responsable político elegido en las urnas; la responsabilidad del Área ha sido asignada a un Director Insular que ni sabe, ni le interesa saber qué es el Patrimonio Histórico; que no tiene plan, directriz, estrategia o idea alguna de lo que hacer con esa incomodidad que es el Patrimonio Histórico. Eso sí, es nacionalista o eso se supone, pero debe ser que la “memoria histórica” de su grupo político no llega más allá de la fecha en que accedieron al cargo.