30.6.09

RESTOS DE PRIMITIVOS TUNELES BAJO EL SUELO DEL CASCO HISTORICO

La noticia surgió en uno de los medios de comunicación escrita de esta Isla, y decía: “Dos particulares han descubierto un antiguo túnel de unos 150 metros de longitud que discurre entre la parte superior de la calle Seis de Diciembre y la plaza del Doctor Olivera, en las inmediaciones de la iglesia de la Concepción de La Laguna, atravesando la calle Candilas Aproximadamente a la altura de la esquina de la calle Manuel de Osuna hay un derrumbe de importancia y está inundado hasta una altura de unos 50 centímetros señaló uno de los descubridores también señala que sin embargo, el túnel continúa en dirección a la iglesia de la Concepción, al menos otros 15 o 20 metros, que es lo que alcanza el foco de la linterna; es decir, que se puede asegurar que al menos llega a unos 50 metros de la iglesia"

Hemos recurrido a los más viejos del lugar, pibes rebeldes y conflictivos de épocas pasadas, charlando en el Bar el Peñón II concretamente con amigo Lorenzo, hijo don Lorenzo el manzanilla aquel limpiabotas que ejercitaba su oficio, junto a los tres hermanos Sastrón (Domingo, Rogelio y Eutimio emigrante a Venezuela), en la Plaza de la Catedral, hoy Plaza de los Remedios, al desaparecer el terrorífico nombre de Fray Albino.

Este nuestro amigo Lorenzo de la saga de los manzanilla era el terror entre los niños de su edad y recorrió gran parte del subsuelo lagunero por los túneles o desagües de aguas pluviales haciendo pillerías y metiendo miedos a pibes y mayores. Este hoy responsable ciudadano, junto con José Luis del Castillo (Garabote) son fieles testigos de lo que seguidamente describiremos sobre los túneles

Según estos amigos como producto de sus correrías por los pasadizos y sub suelos laguneros, el túnel que ha descrito determinado matutino "tiene su lógica, pues el túnel desemboca en el barranco de Chamarta y era el que recibía y transportaba, con dirección a la mar Oceána las aguas procedentes de la parte alta de La Laguna y servía como enlace a las que llegaban de la zona de San Diego y aledaños , aunque añade que "en caso de ser un túnel de drenaje o alcantarillado, no se entiende" cómo se dejó una "especie de embudo", pues "es lugar idóneo para que se acumulen tierras y todo tipo de materiales arrastrados por el agua, provocando la obstrucción como se ve del desagüe".
Se trata de un conjunto de túneles con dimensiones justas para el paso de las aguas que circulan en ese cauce de drenaje por los primitivas conducciones o túneles. y de dimensiones para que pudiera pasar una persona de mediana estatura. La hipótesis de un pasadizo pudiera no ser muy acertada si como parece, efectivamente se alargaba hasta la iglesia de la Concepción, donde al parecer había una rejilla de grandes dimensiones y no como ciertas y determinadas leyendas urbanas están y han elucubrado como una forma discreta de entrar y salir de dicha la Iglesia de la Concepción, con insinuaciones hacia actos sexuales de los curas, para llegar, sin ser vistos en sus correrías o andanzas amorosos.
Nuestro conciudadano Lorenzo, conocido en el hampa juvenil de aquellos tiempos del pasado como Lorenzo “el lecho”(voz del portugués que significa perdonavidas), el jefe de la chiquillería del barrio del Tanque nos asegura que se recorría por el subsuelo toda La Laguna, empezando desde una rejilla que estaba debajo del puente en la parte baja de la calle Herradores, desaparecido posteriormente con la llegada del primitivo tranvía, llegaba por el Barranco de Chamarta hasta la bifurcación de Herradores (donde está la casa de los llamados cagarrutas) y a las inmediaciones de lo que hoy conocemos por San Honorato.

Otro recorrido, barranco abajo, que se hacía era bajo tierra, en lo que al parecer fue el resultado de la obra de una galería de agua –desconocemos si llegó a alumbrar agua – y por unos 8 kilómetros de extensión llegaba hasta la Vuelta de los Pájaros (en La Cuesta)

Asimismo y con nostalgia nos recuerda que algunas pibes del Tanque abajo, con las aguas que transportaba el túnel se formaba un remanso y a forma de trampolín se lanzaba toda la chiquillería para darse el baño en el verano como también hacían los de la Villa Arriba y Villa Abajo en el Barranco de la carnicería que transportaba aguas de Las Mercedes del Barranco de Godianez y que era lugar preferido también de los que vivían en San Juan que no se acercaban a Tanque Abajo porque el tal “lecho” y su cuadrilla de niños golfetes no se lo permitían.

Fidel Campo Sánchez