La Punta de Teno, del Municipio de Buenavista del Norte toda una joya de uno de tantos tesoros escondidos de Tenerife, se halla en vías de lamentable e imperdonable desaparición, como tantos y tantos parajes naturales que aún quedan sin que, afortunadamente y nos tememos que por poco tiempo, haya pasado a ser víctima de la especulación inmobiliario-política.
Desde la construcción del camino, en 1965, que va a Punta Teno, por parte de don Diego Luz Jiménez, uno de nuestros prohombres creador de puestos de trabajo y complejos económicos, y sobre todo desde 1987, en que fuera asfaltado el camino, este Paraje Natural ha ido perdiendo poco a poco su Patrimonio Ecológico hasta llegar a la actualidad en que las visitas descontroladas han hecho de su litoral un auténtico y vergonzoso basurero propio de un país gobernado como una república bananera.
El proyecto de reforma de la Caleta de Bastian, la puerta de entrada y Borde Litoral del istmo de Teno, obra inacabada con un coste de 293.000 euros, aproximadamente, han contribuido a la dispersión de visitas por todo Teno, ya que con ello no se puede acceder al istmo ni aparcar en la Caleta de Bastian, con lo cual los vehículos aparcan a lo largo de la carretera y los visitantes transitan sin control por todo el espacio natural protegido y además privado, sin ninguna consideración y respeto para mayor inri, Debemos señalar que toda la Punta de Teno es propiedad privada, incluyendo la puerta del faro y la obra de la Caleta de Bastian, ambas construidas sin el permiso de los legítimos propietarios, por los acostumbrados a los desmanes y que han tomado como modelo las acciones de los Ejércitos de Pancho Villa. Señalando, a efectos legales que son públicos, la carretera, el faro y el deslinde marítimo terrestre.
Los sábados y domingos, durante el verano, vienen a transitar más de 3000 vehículos, paradójicamente por una carrera cortada al uso público. En tanto en cuanto al servicio Municipal de recogida de residuos sólidos hay tres o cuatro contenedores en la Ballenita y brillan por su ausencia cualquier tipo de servicio higiénico (baños). No hay control alguno, ni policía Municipal, guardas, desde luego nada de nada que controlen los desmadres de tanto desaprensivo como, lamentablemente, está apareciendo por estos andurriales. Todo un atentado al espacio natural protegido y a los ecolocidios con lo que acostumbra la partitocracia a castigar a esta nacionalidad.
Tanto el espacio natural “protegido”, ¡esto es un decir! como los derechos de los propietarios del predio, se encuentran totalmente indefensos ante la avalancha de basura y múltiples actos de pillaje: saqueo de plantas endémicas, fauna tanto terrestre como marítima, piedras volcánicas de alto valor y hurtos de productos agrícolas así como de material de labores agrícolas de las explotaciones allí establecidas.
El musgo de la costa ha desaparecido con toda la fauna asociada, especies únicas como la Coralliophila Kaofitorum, molusco asociado al coral negro, y otras especies todavía sin describir o catalogar van a desaparecer sin que las futuras generaciones, nuestros nietos, puedan llegar a conocerlas.
Los amantes de este paraje esperan que pronto las distintas administraciones sean capaces de ponerse de acuerdo para defender este espacio único que día a día están dejando morir, por las abulias y los intereses parciales político-económicos a lo que, aparentemente, no les importa el ecosistema sino continuar convirtiendo territorio en carreteras y masificaciones de bloques de cemento.
FIDEL CAMPOS SANCHEZ