17.7.08

ANTIGUA CASA DEL CAMINERO EN LA PLAZA SAN CRISTÓBAL (y II)

Decíamos en el anterior que casi al frente de la casa de los Montesdeoca se encuentra la ermita de San Cristóbal dedicada al Patrono de la ciudad, donde está enterrado Fernando Guanarteme, último rey indígena de Galdar (Canaria). Aprovechamos para recordar que después de varias reformas, con objeto de alinearla con las demás casas, la última ha sido ejecutada por Mapfre, siendo su gran valedor el muy ilustre lagunero don Juan Antonio de Ossuna y Torres. Junto a la ermita tuvo su zapatería el gran Pepe Cartaya, tío de Dacio Ferrera, significado instrumentistas y conocedor de letras y coplas tradicionales.
Al subir, en dirección al centro de la ciudad, encontramos una vivienda del maestro José Capita. El edificio que ocupa Mapfre fue la vivienda de Lázaro, Candita, Luís, Abundio, Nicolás y Teobaldo Pérez Álvarez. Junto tuvo una venta Carmen, de la familia propietaria de la casa apedillada Mampeso. A continuación la casa de Teresina de Armas, cuyo hermano Emilio murió muy joven. Teresina es viuda de un gran lagunero, Horencio García Cabrera, ex interventor del Banco Hispano Americano, que contrajo en segundas nupcias con Donato Álvarez Guillermo, secretario Judicial por los años sesenta con el juez, Tomás Izquierdo Barrios.
La siguiente era la casa de doña Flora Ríos, madre del aparejador Juan Antonio Ríos y familia del doctor y político Victoriano Ríos, ex presidente del parlamiento Canario. Junto encontramos la vivienda que fuera de don Juan Lison, cuya hija Florita recordamos por su fina belleza. Al lado se encuentra el taller de Santiago, que reparaba y soldaba chasis y carrocerías de camiones de todo tipo. Le seguía una pequeña consulta del practicante Enrique Álvarez, hijo del gran luchador Angelito y auxiliar, toda su vida, en la Farmacia de Daniel Piñeiro. También al lado vivía doña Dominga conocida popularmente como la “Cardoleña”. Seguidamente la casa de Manuel Montesdeoca y familia, propietarios del surtidor de gasolina. La vivienda que sigue era de Agustín el del carro, Carmen y Josefina. Le sigue la casa de Maestro Vito y doña Gracia, Carmen y Margarita y su hijo Oscar conocido por el “Margara”. Junto se encontraba el Bar de doña Esmera, madre de Rudesinda, de Rosarito y de Rafael Pérez Reyes, todos funcionarios judiciales.
A continuación de lo que venimos describiendo estaba el chorro de agua de San Cristóbal, donde hoy se encuentra el surtidor, una parada de guaguas y donde estuvo la del viejo tranvía. A la derecha subiendo está situada la calle Santo Domingo y justo en frente se encuentra el edificio de la Milagrosa, donde estaba la casa y solares de don Ercilio Padrón. Los locales del edificio lo ocupa la cafería Valido, el estanco de Juan José y el Bar la Recova, al fondo de la acera se encuentra la famosa vivienda del “Caminero”, con un muro lateral de unos ocho metros y veinticuatro metros de frente, un ejemplo de pura ruina vergonzosa. La casa estrangula la acera hasta tal punto que los peatones pasan en fila india, encontrándonos con un muro de vergüenza que se utiliza para dejar carteles de todo tupo, vertedero de trastos, recipientes de basura y lugar muy utilizado para las defecaciones nocturnas y diurnas de todo tipo, habida cuenta que en La Laguna no existen servicios públicos para tales cuestiones, por lo que los olores son nauseabundos.
Allí vivió Daniel Amador, el caminero y su esposa doña Narcisa Méndez, su hijo Silvano, que tocaba el bajo en la Banda Municipal y su otro hijo, Tomás, que era soltero y facilitó la zona de garaje a Luís el inglés, que se dedicaba a reparar coches. Asimismo lo ocupó una temporada Carlos Bacallado. Actualmente, al parecer, viven unos okupas.
Hace tres semanas se produjo un accidente, el conductor de un furgón de reparto de pan, se despistó empotrándose con el vehículo en la esquina de la casa que sufrió también serios desperfectos.
Con gran sorpresa el muro ha sido reparado rápidamente, imaginamos por parte de la casa aseguradora del furgón, aunque lo hicieron trabajadores del Consistorio.

Le siguen otras tres casas que igualmente invaden la acera, la casa de maestro Rafael Delgado, la de Quico, propietario del Bar el Tanque y la popular casa de comidas típicas “Telesforo” y la de la profesora Carmita Morín.
De esa casa del caminero pensamos que se podría formalizar una cesión por parte de la Consejería de Obras Públicas al Ayuntamiento, en el caso de que aún siga pendiente, pues, es evidente que del tema se habló hace tiempo, para lo cual doña Ana Oramas, cuenta con una Secretaria General Técnica de su partido, la encantadora Natalia Escuder y Gutiérrez de Salamanca, esposa de Javier Ortiz, presidente de CC., en Tenerife. Seguro que con una simple llamada de móvil Natalia resuelve el tema. En caso de que esté comunicando, habida cuenta que utiliza mucho el móvil, se le deja un recado y basta.
Otra solución más fácil sería encargarle la gestión a Pilar Gutiérrez de Salamanca y Pérez de Rumeu, prima a su vez de Julio Pérez, nada más y nada menos, que es Secretario de Estado en el Ministerio de Justicia del Estado.
Cualquier gestión sería buena, pues, da pena ver que La Laguna que se siente orgullosa de ser Patrimonio y Bien Cultural de la Humanidad, lo sea de la fealdad, de la suciedad y del abandono.
No se puede tener una alcaldesa más en Madrid que aquí y unos concejales que gastan mucho y trabajan poco aunque improvisar, improvisan bien. AMEN.
Fidel Campo Sánchez