27.7.08

Respuesta a Juan Manuel García Ramos

Respuesta a Juan Manuel García Ramospor alusiones al Congreso Nacional de Canarias (CNC) y al MPAIAC
Respuesta a Juan Manuel García Ramos no publicada, después de más de dos semanas de entregada en el Diario de Avisos, faltando a la norma y la ética periodística del derecho de réplica.
(Diario de Avisos, 13-07-200
Juan Manuel García Ramos, en tanto que Presidente del Partido Nacionalista Canario, debería saber que en la refundación del Partido Popular Canario (antecesor del PNC) por Bernardo Cabrera Ramírez y Juan Pedro Dávila García, participamos desde el primer momento miembros del MPAIAC, como su secretario Juan Pedro Dávila, quien visitó a Antonio Cubillo en Argel y le recibió en Tenerife a su regreso del exilio, y por simpatizantes, como yo mismo, miembro de la Ejecutiva Nacional del PPC y luego del PNC, como tantos otros que no es cuestión de enumerar.
Me cabe el honor de haber gestionado, junto con Juan Pedro Dávila, la integración del PPC en el Partido Nacionalista Canario, que había sido oficialmente registrado, a la par que el PPC, en 1977, en el Registro Central de Partidos Políticos, y que, por cierto, el PNC, sufrió de la represión y confiscación de propaganda y bienes, por la osadía de presentarse a cara descubierta a las primeras elecciones autonómicas. En gesto patriótico y altruista de los titulares del PNC de aquel momento, entre otros los finados Domingo Salas Lladó y Eusebio Llarena Torre, acordamos, con Juan Pedro Dávila y yo, que el PPC, que contaba con mucha más militancia y medios, se integrara en el PNC. Desde ese momento y particularmente después del Congreso Constituyente del PNC, celebrado en mayo y junio de 1982 en Bajamar[1], se integraron numerosos militantes y simpatizantes del MPAIAC. Asimismo, y después de la desintegración de PCU y UPC, varios destacados de sus militantes engrosaron las filas del PNC y participaron en sus listas electorales[2], de los cuales y por variadas razones algunos abandonaron su militancia, como, entre muchos otros, José Luis Álamo Suárez[3].
Después de haber intentado el Congreso Nacional de Canarias (CNC) la participación electoral en tres ocasiones, la última en coalición con el FREPIC AGUAÑAK de aquel entonces, y en vista del ninguneo mediático y de la represión policial que sufrimos sus candidatos, la ‘desaparición’ de papeletas electorales en los correspondientes colegios, vigilados bajo la disuasoria y omnipresente policía ‘nacional, así como del antidemocrático sistema electoral, que da todas las ventajas en los medios de comunicación, supuestamente imparciales, a los partidos españoles y asimilados con unos minutajes escandalosos respecto a los que se nos asignaron por la Junta Electoral, que apenas daban tiempo para la presentación y despedida. Después de esa experiencia, el Buró Político del CNC, a instancias de sus militantes, decide no participar en las elecciones convocadas por el Reino de España, hasta que éstas puedan tener lugar en condiciones verdaderamente democráticas. En estas circunstancias y por razones tácticas son muchos los militantes del CNC que deciden integrarse en el PNC. Tal fue el caso, entre muchos otros, del finado José Diego Díaz Llanos que había participado en la lista del CNC a la alcaldía de Santa Cruz de Tenerife. En el PNC militaron, asimismo, destacados socialistas como, por ejemplo, Antonio Pérez Voituriez[4] o el finado Miguel Ángel Barbuzano[5].
Si los militantes actuales y ex militantes del PNC procedentes del campo independentista, optaran por desvelar sus origines políticos independentistas, las redacciones de los medios de comunicación quedarían colapsadas. Puedo asegurar, con conocimiento de causa, que la militancia y simpatizantes del Congreso Nacional de Canarias (CNC) fue y es muy superior a la del Partido Nacionalista Canario en sus mejores tiempos. Otra cosa es que, por sentido elemental de responsabilidad, el CNC no tenga listados de militantes y mucho menos de sus correspondientes fichas y carnés, salvo los miembros de su Buró Político. Si a alguien le pudieran parecer exageradas las medidas de seguridad, el propio PNC con ocasión del intento, parcialmente conseguido, de golpe de estado del 23F, Victoriano Ríos y yo nos personamos en su sede, sita en la calle Villalba Hervás, -en cuya fachada ondeaba la bandera independentista- para retirar toda la documentación, listados de militantes y fichas, que quedaron bajo la custodia de Victoriano Ríos.
Que Coalición Canaria está muy lejos de ser una organización nacionalista, es público y notorio. Desde su fundador, Manuel Hermoso Rojas, con su ‘nacionalismo mercantilista’ y sus desautorizaciones a la corriente soberanista dentro de su mismo grupo, no deja lugar a dudas. Por su parte, políticos de CC en activo, como Ricardo Melchior y Ana Oramas, día tras día, nos recuerdan su nacionalismo españolista. Haría muy bien el PNC, que mantiene un acuerdo electoral con CC, en trabajar por la regeneración política y ética de Coalición Canaria, que falta que le está haciendo. Por cierto, es de dominio público, que en CC existe, desde antaño y en la actualidad, militancia independentista dentro de sus filas, por mucho que traten de controlarlos e incluso amordazarlos.
Descuide, que el Comité de Descolonización de la ONU ha sido y sigue siendo riguroso en los procesos de descolonización. Existen unas normas al respecto para asegurar la no ingerencia de las respectivas metrópolis, la incompetencia de sus constituciones y normas electorales en dichos procesos, así como la desmovilización, militar, paramilitar y policial, que garanticen la libre determinación del pueblo canario. Asimismo, la descolonización está sujeta a un calendario, lo cual impediría una ‘descolonización abrupta’. Canarias está en mejores condiciones y con mayor preparación que la mayor parte de los países descolonizados de la historia.
Su empeño en situar a nuestro Archipiélago en medio del Atlántico no se sostiene con un mapamundi en las manos. En el Atlántico están situadas islas y archipiélagos muy distantes y a ambos lados de sus orillas; desde las Islas Malvinas hasta Islandia, pasando por Cabo Verde o las Islas Británicas. Eso más que una definición es todo lo contrario. Canarias está donde está, a 96 Kilómetros de Punta Stafford, en Marruecos. Y mientras no sea un Archipiélago independiente, estará rodeado por las aguas marítimas marroquíes, de las que España no ha podido ni puede sacarnos, conforme al Derecho Internacional Marítimo[6].
Respecto a la moneda que se menciona en el Anteproyecto de Constitución de la República Federal Canaria, el Áfrico, no deja de ser una propuesta que deberá, en su momento, ratificarse o no. El futuro Banco de Canarias será, en última instancia, quien decida. El Euro, por ejemplo, no se cuestiona porque se limite su ámbito a la Unión Europea y no a la totalidad de Europa.
Don Juan Manuel comienza y termina su crítica con el siguiente párrafo: «¿Cuánto tardaría unas Canarias abruptamente descolonizadas en caer en las manos del anexionismo de Marruecos?» Quienes han seguido la historia descolonizadora del Reino de España y observan los frecuente encuentros al más alto nivel con su vecino Marruecos, en los cuales se negocian y deciden cuestiones vitales sobre Canarias, es para verdaderamente estar preocupados. El peligro está realmente, mucho más, en que los reinos de España y de Marruecos negocien la soberanía de nuestro territorio, cielo, mar y subsuelo; en que no solo, como es más que sospechoso, se repartan nuestros recursos, si no que, más pronto que tarde, terminen por vendernos.
Marruecos, por sí, no dispone de los medios necesarios para ocupar nuestro Archipiélago y se presupone que sus aliados, EEUU, Francia y España no entrarían en ese peligroso juego. El Derecho Internacional nos asistiría en tanto que estado archipielágico independiente. Por cierto, que negarle a la ONU el derecho a ocuparse de la descolonización de las colonias pendientes de descolonizar, por encima de las constituciones y leyes de sus potencias colonizadoras firmantes de sus varias resoluciones sobre descolonización, sería ir contra la historia y contra la razón.
A los militantes y a las organizaciones verdaderamente nacionalistas les cabe la responsabilidad, en la actual coyuntura histórica, de luchar política, democrática y pacíficamente, cada cual bajo su perspectiva ideológica, por la consecución para Canarias de un Estado soberano, democrático y progresista, una República Federal Canaria, en el concierto de las naciones libres del mundo.
Por último, no les quepa la menor duda que Don Antonio Cubillo Ferreira forma ya parte de la historia, y que el futuro le hará justicia por su dedicación sacrificada a la causa libertaria.
Álvaro Morera Felipe, Secretario Insular del Congreso Nacional de CanariasSanta Cruz de Tenerife, 24 de julio de 2008
[1] Congreso Constituyente del PNC[2] Elecciones al Parlamento de Canarias 1991[3] José Luis Álamo Suárez [+][4] Antonio Pérez Voituriez[5] Miguel Ángel Barbuzano González[6] Aguas marítimas Canarias
La información adicional en http://elguanche.net/respuestaajmgram.htm