Cada curso escolar que comienza puede que contenga una dosis de incertidumbre pero siempre abre un tiempo de esperanza y optimismo, pese a que en esta nacionalidad se tenga como obstáculo la testarudez y cerrazones de la señor Brito, consejera de educación, excesivamente cerrada el diálogo de la homologación.. El valor de educar posee una fuerza incontenible. Más aún en los tiempos que vivimos, cuando todo transcurre a velocidad vertiginosa y casi nada permanece inalterable aunque con frecuencia ni nos percatemos de ello, ni la ciudadanía y mucho menos esos gerifaltes que ocupan las poltronas y hacen oídos sordos a tema tan vital y de futuro para nuestros hijos y nietos.. También en la educación se producen cambios y transformaciones continuas, sin que el inmovilismo de unos y la inerte añoranza de otros sea capaz de detener el flujo, la vitalidad y el empuje que el sistema educativo arrastra hoy. La educación, siempre pero hoy más que nunca, es sinónimo de transformación, optimismo y futuro. Por ello y porque, además, nuestra sociedad demanda cada vez más cosas al sistema educativo, detengámonos un poco y hablemos de educación, ahora que se abre el curso escolar 2008-09.A nadie se le oculta que de la educación esperamos, hoy, casi todo. En ella depositan las familias esperanzas y anhelos para sus hijos y, por eso, en esta compleja, competitiva y a veces frustrante sociedad en que vivimos, la educación resulta tabla salvadora y esperanza de futuro. Más allá del conocimiento, la sociedad al completo espera de la educación bienestar, prosperidad y, en definitiva, una vida mejor.Por eso, el sistema educativo, hoy, no puede ni debe conformarse con aportar a la sociedad lo que tradicionalmente ha venido ofreciendo al conjunto de la ciudadanía hasta hace poco; es decir, no puede limitarse a facilitar espacios, estructuras, medios y recursos de diferente índole para que los ciudadanos, con su mero esfuerzo y posibilidades, puedan tener acceso a un conocimiento claramente limitado; en resumen, a ofrecer titulaciones y cualificaciones a quienes tienen posibilidades de llegar a conseguirlas. ¿Qué le pide entonces la sociedad actual al sistema educativo? De la respuesta que se dé a esta trascendente cuestión dependerá no sólo el modelo educativo que se ofrece, sino también y en consecuencia, el tipo y grado de compromiso que se adquiere con la sociedad. No es lo mismo un modelo educativo cuya línea de actuación estuviera centrada sólo en que haya profesorado suficiente para impartir los contenidos establecidos y que pidiese al alumno esfuerzo para aprobar pero le dejase que se las arregle por sí mismo cuando las cosas no fueran bien, que un modelo educativo que se preocupa por todos y cada uno de los alumnos y alumnas, que se compromete y se implica con ellos, esforzándose en poner los medios y recursos necesarios para ayudarles a conseguir el éxito educativo. Es evidente que no se consigue el mismo tipo de sociedad con un modelo educativo que con otro. Por eso, Canarias como nacionalidad diferenciada debe participar en aquellos estudios y evaluaciones que, propiciados por organismos internacionales de garantía, nos permiten enfocar la educación de manera acompasada a las necesidades de nuestra sociedad.El modelo educativo que viene desarrollando Canarias en los últimos años no sólo debe ser plenamente consciente de todo lo anterior, sino que debe impulsar la educación en nuestra nacionalidad en la dirección que avanzan los países con mejores sistemas educativos de la OCDE. Algunos de los resultados obtenidos, por ejemplo, en competencia científica y matemática nos sitúan por encima de la media de la OCDE algo que seguramente habría sido impensable hace no mucho tiempo pero… todavía falta mucho y debemos esforzarnos a situarnos en niveles de los países más avanzados y adecuar convenientemente las infraestructuras a la necesidades educativasEn estos últimos años, y en primer lugar se han puesto al servicio de la educación los medios y recursos necesarios para estar a la altura de un sistema educativo eficaz y avanzado, que se sitúa a la altura de aquellos con más calidad y equidad de la OCDE.¿ Se ha desarrollado y se sigue llevando a cabo un plan de ampliación y mejora de infraestructuras educativas, así como la construcción de nuevos centros educativos; acciones que hayan servido para paliar la triste situación en que se encontraba la escuela pública, así como para adecuar las infraestructuras a las necesidades educativas de la población?.En segundo lugar, cabe destacar el esfuerzo realizado para incrementar la dotación de recursos humanos en los centros educativos; incremento notable, aunque no suficiente, del profesorado, destinado a atender mejor la diversidad y necesidades educativas del alumnado, a realizar desdobles en las clases de Lengua, Matemáticas o Lengua extranjera, a ayudar al alumnado inmigrante, etc. En tercer lugar, poner en marcha planes y programas que impulsen la educación de calidad y la formación ciudadana, ajustada a la Ley de Educación para la Ciudadanía de reciente creación y que necesita ser impartida en estos peñascos. La enseñanza para la Educación, desde la edad más temprana ya que de lo contrario perdería su auténtico significado, por supuesto, no anticlerical pero si separando la paja del trigo, las iglesias a lo suyo y el pueblo soberano marcando el camino.; planes y programas que ayudan más y mejor al alumnado con menos oportunidades y, en definitiva, que ponen la educación de Canarias al nivel que persigue esta sociedad pluralista.¿Estamos por tanto en el buen camino; a lo largo de estos últimos años, hemos puesto las bases para dar el salto cualitativo que nos permita conseguir los importantes retos planteados. Retos y objetivos que se contemplan en el Proyecto de Ley de Educación , con el deseo de alcanzar un consenso político y social, que permita dar un impulso continuado a la educación?. Una educación basada en cuatro principios básicos e irrenunciables, como son la igualdad de oportunidades; la calidad unida a la equidad; la inclusión de todo el alumnado y la corresponsabilidad de los diferentes agentes en el proceso educativo. Basándonos en estos principios, ¿perseguimos incansablemente el éxito educativo de todo el alumnado?. ¿Y para ello, la ley reforzará todos aquellos aspectos fundamentales que permitan orientar adecuadamente la acción educativa de manera que el sistema educativo sea capaz de sacar lo mejor de todas y cada una de las personas que pasan por él; es decir, la totalidad de la ciudadanía?.Para ello, ¿se pone especial énfasis, entre otros, en aspectos tales como la atención y escolarización a edades tempranas; la atención a la diversidad de todo el alumnado a través de diferentes medidas y programas, entre las que podemos destacar el refuerzo y acompañamiento, la orientación educativa, los programas de cualificación profesional inicial o la transición entre etapas; la mejora del rendimiento del alumnado en los aprendizajes básicos a través especialmente de la competencia lectora, las matemáticas y las lenguas extranjeras; así como la apuesta por la formación profesional y el aprendizaje permanente?.La sociedad de Canaria necesita que se avance en la transformación del tipo de enseñanza que se lleva a cabo en los centros educativos, de manera que se pase de enseñar un programa de contenidos a formar personas que, además de poseer muchos conocimientos, sepan desenvolverse de manera competente, activa, responsable y crítica en la sociedad y mundo en que vivimos.Junto a ello, nos queda también pendiente el reto de modernizar la administración y actualizar su funcionamiento de manera adecuada a los tiempos que vivimos. Es necesario simplificar y facilitar la gestión de los centros educativos, así como hacer más fácil y dinámica la administración educativa al profesorado, a las familias y a la ciudadanía en general. Para esta importante tarea, se necesita la implicación y el esfuerzo de todos en el mismo sentido y misma dirección. No se puede dejar esa tarea sólo en manos de la administración o sólo en manos del profesorado, aunque su implicación y compromiso resulten fundamentales. Conseguir el éxito de todo el alumnado de Canarias requiere la participación y colaboración de todos los sectores sociales, pero especialmente de las familias. La educación es una tarea compartida en la que todos, sin excepción, tenemos parte de protagonismo y de responsabilidad. Es necesario, pues poner en marcha mecanismos e iniciativas que fomenten la inclusión de todos los sectores.Hoy día 8 de septiembre ha dado comienzo un nuevo curso escolar. Merece la pena que nos esforcemos todos y que pongamos lo mejor de cada uno de nosotros para que realmente la educación de nuestra infancia y juventud aporte a Canarias el futuro que se merece y sobre todo lograr el diálogo, el cambio de talante y el consenso para que los educadores y la Consejería se pongan de acuerdo en torno al grave problema que puede estancar todo un Curso Escolar: LA HOMOLOGACION.Se deben, realmente, hacer esfuerzos destinados a potenciar la calidad educativa pero…no propiciando peleas para que los sindicatos tengan que continuar en la lucha reivindicativa de la homologación a la que, por ley, tiene todo el derecho.
Fidel Campo Sánchez
