29.9.08

PALABRAS DEL PADRE JOSE ARENAS EN EL OCTAVARIO DEL CRISTO

El viernes diecinueve de septiembre, la palabra viva del padre José Arenas Sabán, cautivó de nuevo, a los que tuvimos la suerte de asistir a la solemne misa y escuchar su homilía del octavario en honor del Santísimo Cristo de La Laguna, que se celebra todos los años.
Ante la Real y Venerable Esclavitud y numeroso público, habló de nuevo, nos emocionó, porque dijo cosas tan bellas y tan sentidas que llegaron a lo íntimo de nuestro ser. Su elocuencia suave se adueñó aquella tarde de nosotros y nos llevó a elevar los ojos al cielo.
De nuevo la palabra del entrañable franciscano, a través de su maravillosos mensaje, vuelve a emocionarnos, esta vez de un modo más intenso y más profundo, pues, hemos asistido espiritualmente mutilados habida cuenta que ya, lamentablemente, no lo tenemos con nosotros. No olvidemos que el padre Arenas Sabán, estuvo destinado nueve años como superior, en el Convento del Cristo y que La Laguna rindió un especial reconocimiento a su figura, trayectoria y talante personal, dando su nombre a una calle cercana a la Plaza de San Francisco. Ello acredito nuestro afecto y nuestra admiración por que aunque distante de nuestra Isla, está siempre con nosotros y muy especialmente en nuestras alegrías y tribulaciones.
El padre José Arenas, es un cordobés de Lucena, nacido en enero de 1957, en el seno de una familia cristiana, vinculada desde siempre al Benemérito cuerpo de la Guardia Civil. Entra en el Seminario menor con nueve años en la Fuente del Maestre (Badajoz) donde estudia el bachillerato. Más tarde continúa su formación en el Seminario de Córdoba, finalizando sus estudios en el año 1972. Da comienzo a sus estudios como novicio, pasando más tarde a Sevilla, donde estudia Teología
Se le ordena diácono en 1979, y en el año siguiente se le ordena sacerdote, de manos del cardenal Bueno Monreal.
Su primer destino fue, el Convento del Santísimo Cristo de La Laguna, donde permaneció tres años, siendo destinado luego a la Parroquia de Santa María de Guadalupe en Córdoba, donde permaneció nueve años-
Por los años noventa, es destinado de nuevo al Convento del Santísimo Cristo de La Laguna, esta vez como superior, donde permanece nueve años, cuidando y ocupándose del culto a nuestra venerada Imagen y como compañero de los esclavos. Estamos ante un franciscano cercano, sencillo, natural, familiar. Es un gran comunicador y además certero predicando la palabra de Dios.
Su forma de transmitir es original, se aleja un poco en sus homilías de la doctrina, para no dar grandes lecciones dogmáticas, sino iluminar con el Evangelio, situaciones de la realidad cotidiana y temas concretos del día a día
El padre Arenas se esfuerza en dialogar y transmitir el mensaje del Evangelio. Habla de los problemas de la sociedad, del mundo, practicando como decía san Agustín que,” la Iglesia es la Comunidad de los creyentes en Jesucristo”, Predica a una Iglesia de convencidos, más que de personas que han heredado una religión, algo muy corriente en La Laguna, donde hay tantas procesiones, bodas, bautizos y comuniones, pero donde faltan convicciones. No obstante, con su inteligencia practica una Iglesia con ilustres y compuestos apellidos, con personas modestas o con los que pasan hambre, sed y enfermedades.
Arenas es un franciscano de bien, quizá lo mejor que ha pasado por La Laguna, donde recordamos los nombres de frailes como Lorenzo Cerdán, Juan Guinart, Rafael Aranda, plácido Pérez de San Román, Eduardo Herrera, Alberto Martínez, Leandro Hidalgo, Hermenegildo Fernández, Adolfo Paricio ( un santo de origen mano, que fue superior en dos ocasiones. Y no queremos dejar sin mencionar a uno muy importante cual fue fray Francisco, que acompañó a la Batería de Montaña a la Guerra y que tanto defendía a sus artilleros,. Que eran sus vecinos medianeros y ahora tan denostados por el obispo Álvarez
No debemos concluir esta relación de frailes, sin recordar a los padres, Pascual, serafín (magnífico organista), al padre Ángel García Redondo que colgó los hábitos para contraer nupcias matrimoniales, el santo Pedro Augusto, el padre Antonio Gómez Núñez y el padre Luís Blanco. El recordado padre José García Santos, pariente del actual superior Francisco González Perrera, pues, además en la práctica coinciden en su trayectoria religiosa y personal.
Los padre provinciales Fray Carlos, Fray Antonio Enríquez Guerrero (ya fallecido), fray Guillermo Cerrato Chamizo, gran defensor de los intereses de la OFM, como es su obligación…. Por último, un recuerdo al padre Salvador Sierra, que nos ofrecía la oportunidad de compartir el pan y el vino de la cordialidad, con su innata simpatía. Demostró cariño por nuestra Isla, recorrió las calles de Santa Cruz, los pueblos del interior, luciendo su barriga y lo que es más, su espíritu, en una época desgraciadamente pasada. Era capaz de predicar el Sermón de las Siete Palabras por una apuesta con la condición de no ser interrumpido…
Finalmente, un recuerdo para el hermano lego Francisco Baute, un hombre que al traspasar el umbral del Cristo, se nos presenta con sus manos estropeadas por su trabajo en la cocina del Convento, que aunque parecían vacías las llevaba llenas de estrellas de amor y era tío de Paulino Rivero Baute, presidente de la Comunidad Autónoma
Esperamos que la Curia Provincial de la Bética, O.F.M. resuelva en su Capítulo del año próximo, la situación del Convento de San Miguel, que como Definitorio, debe plantearse bien, bien, las buenas relaciones entre la Venerable Esclavitud y la Comunidad franciscana AM,EN.
FIDEL CAMPO SANCHEZ