Descolonización e Independencia, es quizás un título más adecuado para presentar esta ponencia. Ya que el verdadero Nacionalismo es el que debe tener muy claro el concepto de Nación.
Ahora mismo sólo deberían de existir dos tipos de Nacionalismo totalmente opuestos en nuestra patria, "El Nacionalismo Español", que intenta mantener sus colonias y el Nacionalismo Canario, que debe luchar por la descolonización de su patria, el Archipiélago Canario.
Este concepto de Nacionalismo ha confundido y sigue confundiendo a la ciudadanía, con lo cual, curiosamente sólo en Canarias se habla de un Nacionalismo canario institucional; es el que juega con las reglas de juego impuestas por el Estado Español, tiene representación parlamentaria y en ningún momento habla de la necesidad de emancipación, el otro caso es; el de un soberanismo o independentismo que trabaja por los justos y legítimos derechos de libertad e independencia.
En España, todos los partidos políticos de otras comunidades que tienen representación parlamentaria, juegan también con las reglas impuestas por el Estado, pero siempre aparecerá en sus discursos la necesidad de autodeterminación e independencia, cosa que no sucede con los partidos “nacionalistas” canarios.
Por fortuna, hay un sector joven y dinámico dentro de algunos partidos “nacionalistas” que están creando una corriente de opinión soberanista, y esa lucha cultural que están ofreciendo dentro de sus propios partidos, es fundamental para que se cambie el inmovilismo perpetuo que sólo favorece a los políticos que suelen estar en la cúspide, más preocupados por sus honorarios y continuidad, que con las necesidades de todo un pueblo.
Mientras estos políticos mal llamados nacionalistas (o bien llamados nacionalistas españoles, diría yo) sólo hablan para una audiencia engañada, tras el discurso de necesidad en obtener mayor cuota de autogobierno, seguiremos limitados a los designios del gobierno español, y a las consecuencias desastrosas del deterioro y expolio incontrolado de nuestro territorio.
Necesitamos jóvenes capaces y resueltos en todos los partidos y en todos los ámbitos de nuestro tejido social, llevando esta nueva corriente soberanista y explicando sin miedo las ventajas de la libertad, pero, sobre todo, explicando sin tergiversar, la necesidad y el derecho inalienable de un pueblo conquistado hace más de 500 años, a su justo y digno designio emancipador.
Las naciones Unidas dicen que las invasiones no prescriben ni con el paso de los siglos y España es uno de esos países firmantes que hipócritamente siguen manteniendo a Canarias como Colonia.
Poco antes de morir, el máximo representante del Federalismo Español, Francisco Pi y Margall, dijo también: “No se adquiere la propiedad de los pueblos conquistados ni aún con la prescripción de siglos”
Pero lo que es indiscutible es que las propias leyes internacionales del mar de Montego Bay, firmadas en Jamaica, donde España es otra vez uno de los países firmantes, legitiman y explican las millas marinas pertenecientes a países que mantienen colonias, o sea, que en nuestro caso aclara los conceptos de Archipiélagos de un Estado y el de Estados Archipielágicos. Un estado archipielágico tiene derecho a 200 o 350 millas marinas y medianeras con los países vecinos, en cambio un archipiélago de un estado, (las Islas Canarias), sólo tiene 12 millas marinas, además de pasillos entre islas que no le son propios. En cambio, si existen diferencias en las islas Baleares, ya que los espacios marinos existentes entre sus islas, si pertenecen a aguas españolas, porque no se considera colonia, además de estar cercanas al territorio del Reino de España (aún así, existe en Baleares una corriente separatista).
El estado español rompe con todos los acuerdos internacionales constantemente, ya que las Naciones Unidas declara que las colonias deben descolonizarse, directamente, sin pasar por referéndums, porque, y así dice en el punto 3 de las Resolución 1514/60: “Que a una colonia no se le puede negar el derecho de la descolonización e independencia, aunque no esté preparada política, social o económicamente”.
Nosotros los que defendemos el derecho de pervivencia y supervivencia de nuestro pueblo, sólo pedimos que se cumpla la legalidad internacional, y que sea erradicado, de una vez por todas, todo tipo de colonialismo.
La Declaración Universal de los derechos humanos del 10/12/48, aprobada por las Naciones Unidas, dice en el artículo 6: “que todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica”; pues bien, yo como canario colonizado sólo tengo derecho a que me llamen español, no siéndolo, y no lo soy porque España es una nación que somete a Canarias (mi lugar de nacimiento y de desarrollo), y como tal, sólo puedo luchar por su descolonización. ¿Por qué me voy a llamar español no siéndolo?, acaso, en un utópico e hipotético caso de invasión por parte de los EEUU, al día siguiente, y ya sometidos, ¿yo sería americano?, no tendría sentido.
El artículo 10 dice también “que toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal.”
¿Dónde encontraremos los que hablamos y luchamos por la necesidad de la independencia un tribunal independiente?, cuando aquí en Canarias, estos tribunales están dando cobertura a un estado colonial, que incumple las leyes internacionales manteniendo sus colonias en vez de liberarlas.
Otra de tantas falsedades mantenidas, después de firmar esta declaración solemne, está en el artículo 13, donde dice: “que toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un estado”, pero comprobamos que los africanos continentales, por ejemplo, están a sólo 96 kilómetros de nuestras costas pero a éstos se les deporta, además de localizarlos rápidamente por el color de su piel, ¿eso no es racismo? ¿Para qué firman cosas que después son incapaces de cumplir?, y esto también pasa con países firmantes como Venezuela, Colombia, etc. Que yo sepa ese lujo llamado residencia, sólo se concede a europeos que están dentro de ese club mercantilista y exclusivo llamado Unión Europea. ¡Hipócritas!, continuamente mienten en los medios contra las ideas libertarias de emancipación, diciendo que sólo queremos levantar fronteras en un mundo que está por derribarlas. Lo repetiremos por activa y por pasiva; tenemos el mismo derecho de un español a tener una nación soberana ó ¿al estado español le gustaría ser una colonia de otro país?
Pero si vamos a hablar de mentiras vergonzosas, tenemos que nombrar parte de un discurso de Juan Carlos I de Borbón en el año 2001, y dijo sin ruborizarse: “Nunca fue la nuestra lengua de imposición, sino de encuentro; a nadie se le obligó nunca a hablar en castellano; fueron los pueblos más diversos quienes hicieron suyo por voluntad libérrima el idioma de Cervantes”. Probablemente, si pudiéramos decirle en su cara mentiroso, ya que su lengua fue impuesta a sangre y fuego para adoctrinar a todos los pueblos conquistados, el diría que ese discurso se lo escribieron otros, lo que no es falso, ya que no sirve ni para escribir sus propios discursos.
Y tampoco querrá recordar que el juró en 1969 por la continuación del movimiento dictatorial, ya que Franco lo puso a dedo para gobernar después de su muerte. Jamás será válido su nombramiento, ya que mantener un monarca al que sucederá otro por consanguineidad de primer grado, no es nada democrático. Después de la desaparición física del dictador Francisco Franco, se tendría que haber validado la Constitución que habían votado los españoles en la anterior República Española, como mínimo debió de existir un anteproyecto de constitución, con un amplio debate de la sociedad, consensuado, y refrendado (una constitución sin rey, ni familias privilegiadas de la alta nobleza, ahorrando a los españoles muchísimo dinero, aparte de las partidas presupuestarias de hasta nueve millones de euros que se sacan anualmente, euro más euro menos) ¿qué creen ustedes que se hubiese votado en ese referéndum?.
La continuación del movimiento y de su reinado se cumplió, ya que 77 diputados y senadores de las cortes franquistas continuaron en sus sillones, tras la mal llamada “democracia”. De todas formas, si los españoles quieren mantener reyes, allá ellos si así lo desean, nosotros queremos una República federal, independiente y democrática, sin monarquías de ningún tipo.
José Bergamín, escritor español, dijo: “Socialistas y comunistas cuando se disfrazan de monárquicos (por razón de estado) no se disfrazan, se desenmascaran”. Curiosamente me di cuenta que esta frase había sido escrita muchos años antes por nuestro prócer Secundino Delgado, en el Ideal, fechado en Arafo el 3 de octubre de 1903, titulado: “A mis amigos” y el extracto dice así: “Si algún compañero nuestro, disfrazándose con el nombre de socialista o comunista os pide el voto para un monárquico, no lo creáis, porque os engaña... Los pueblos dignos nada han de esperar de la corona. Dichosos aquellos que odian las testas coronadas. El odio a la monarquía es un odio santo que enardece y vivifica el alma”. Es muy posible que Bergamín cogiera recorte de nuestro padre del nacionalismo en estas frases, de ahí la suya tan parecida.
Los jóvenes no deben tener miedo a participar políticamente en esta revolución libertaria, no hay enemigo suficientemente grande cuando la verdad y la razón se tiene por baluarte: “Cualquiera que tenga forma puede ser definido, y cualquiera que pueda ser definido puede ser vencido”, (Sun Bin en el arte de la guerra II).
Curiosamente voy a nombrar una frase de alguien que invadió sin piedad a prácticamente toda Europa, con mucho conocimiento de causa: “El primer bien de las Naciones reside en su independencia y en su existencia política”.
Nosotros debemos aplicar esta frase añadida a otra del mismo personaje de nombre, Napoleón Bonaparte: “Una persona sin conocimientos vive en la oscuridad”, y todos los jóvenes que están concienciados llevando esta corriente soberanista tienen el deber de predicar la verdad que nos asiste, sin retroceder ante las adversidades, que son muchas. España, siempre aplicó las citas de Maquiavelo sobre la resistencia a los cambios: “Los hombres viven tranquilos si se les mantiene en las viejas formas de vida. La incredulidad de los hombres, hace que nunca crean en lo nuevo hasta que adquieren una firme experiencia de ello. La naturaleza de los pueblos es muy poco constante: resulta fácil convencerles de una cosa, pero es difícil mantenerlos convencidos”.
Aprovechemos las nuevas vías de comunicación y los mítines informativos puerta a puerta, sobre todo la involucración activa al lado del pueblo, ya que ellos (el estado español) tiene todo el aparato de propaganda controlado por sus televisiones, prensa y radios, pero hay algunas independientes que siguen siendo profesionales y plurales, y debemos aprovecharlas, ya que como decía Maquiavelo “es difícil mantenerlos convencidos” (por supuesto el añadido siguiente es mío) de que es bueno vivir sometidos en una colonia.
El sistema impuesto por el estado español a través de sus conquistas también fue señalado por Maquiavelo: “Existen tres modos para conservar un estado: el primero aniquilarlo, el segundo residir en él; y el tercero, dejar que viva con sus leyes, obteniendo de él tributos y creando en su interior una oligarquía que haga perdurar su fidelidad”. ¿Les suena de algo?
El proceso de desarraigo que nos han impuesto, el retraso cultural que incluso hoy día arrastramos, se lo debemos a las imposiciones del estado español. Todos recordamos los Estatutos de Limpieza de Sangre que tuvieron vigencia desde el siglo XVI hasta la constitución de 1812 (durando incluso más, porque ya sabemos que otro Borbón llamado Fernando VII, aunque jura por esta constitución, romperá poco después ese juramento imponiendo con la guerra el absolutismo). Como decía a través de estos estatutos, no podían participar en ningún tipo de institución, tanto fuera religiosa, política, docente, militar, civil o gremial, todos los moros, judíos y canarios o descendientes. Así que había que ignorar la propia lengua y mentir sobre la descendencia si se quería progresar. ¿Recuerdan el discurso que antes nombrábamos del Borbón? Nuestros padres, (y los míos siguen vivos manteniendo presente este recuerdo), tenían que estudiar a través de su denominada Cartilla Escolar, adoctrinándolos de la siguiente manera: “En la Iglesia Española y en la Patria deben estar concentrados todos los amores. Al decir España digo Iglesia. En el amor a nuestra patria, residen los grandes amores a la Iglesia. Amar a España es amar lo más grande, lo más sublime. Despreciarla es despreciar lo más sagrado. El que ame de verdad a España y a su Iglesia es el que obtendrá el galardón en esta tierra y en el cielo. Escolares: Amad a España”.
Para algunos esto será educación, aunque está claro que no tiene otro nombre que adoctrinamiento, y por ende aculturización, al leer este texto nos damos cuenta que muchos independentistas no iremos a ese cielo que nos nombran, ni falta que hace, ya que nos encontraríamos en un infierno español colonialista.
Los que aborrecemos todo tipo de colonialismo, tengamos las ideas que tengamos y seamos del país que seamos, debemos posponer nuestras opciones políticas ante un fin mayor, la DESCOLONIZACIÓN DE CANARIAS, que en definitiva es un fin lícito e inalienable de los pueblos conquistados a la fuerza. Si la OUA (Organización de la Unidad Africana) en 1968, declaraba: “que por ser parte integrante de África, Canarias tiene el derecho a la autodeterminación e independencia”, la sucesora UA (Unión Africana), vuelve en 2004 a considerar a Canarias como colonia, especificando que es un: “Territorio bajo ocupación extranjera”.
Teniendo en cuenta que la próxima manifestación por la Descolonización e Independencia de Canarias, será el próximo sábado seis de marzo a las 12:00 horas, y que partirá desde la Plaza Belén María hasta el Parque Santa Catalina, no debemos desaprovechar este momento histórico para hacer piña y unirnos exigiendo nuestra soberanía, máxime, y a sabiendas, que esta convocatoria es del pueblo y para el pueblo, donde las siglas políticas y grupos o colectivos no estarán detrás de pancartas partidistas, sino unidos al designio libertario de unas Canarias Libres con un mismo lema unitario: DESCOLONIZACIÓN E INDEPENDENCIA.
Ahora mismo sólo deberían de existir dos tipos de Nacionalismo totalmente opuestos en nuestra patria, "El Nacionalismo Español", que intenta mantener sus colonias y el Nacionalismo Canario, que debe luchar por la descolonización de su patria, el Archipiélago Canario.
Este concepto de Nacionalismo ha confundido y sigue confundiendo a la ciudadanía, con lo cual, curiosamente sólo en Canarias se habla de un Nacionalismo canario institucional; es el que juega con las reglas de juego impuestas por el Estado Español, tiene representación parlamentaria y en ningún momento habla de la necesidad de emancipación, el otro caso es; el de un soberanismo o independentismo que trabaja por los justos y legítimos derechos de libertad e independencia.
En España, todos los partidos políticos de otras comunidades que tienen representación parlamentaria, juegan también con las reglas impuestas por el Estado, pero siempre aparecerá en sus discursos la necesidad de autodeterminación e independencia, cosa que no sucede con los partidos “nacionalistas” canarios.
Por fortuna, hay un sector joven y dinámico dentro de algunos partidos “nacionalistas” que están creando una corriente de opinión soberanista, y esa lucha cultural que están ofreciendo dentro de sus propios partidos, es fundamental para que se cambie el inmovilismo perpetuo que sólo favorece a los políticos que suelen estar en la cúspide, más preocupados por sus honorarios y continuidad, que con las necesidades de todo un pueblo.
Mientras estos políticos mal llamados nacionalistas (o bien llamados nacionalistas españoles, diría yo) sólo hablan para una audiencia engañada, tras el discurso de necesidad en obtener mayor cuota de autogobierno, seguiremos limitados a los designios del gobierno español, y a las consecuencias desastrosas del deterioro y expolio incontrolado de nuestro territorio.
Necesitamos jóvenes capaces y resueltos en todos los partidos y en todos los ámbitos de nuestro tejido social, llevando esta nueva corriente soberanista y explicando sin miedo las ventajas de la libertad, pero, sobre todo, explicando sin tergiversar, la necesidad y el derecho inalienable de un pueblo conquistado hace más de 500 años, a su justo y digno designio emancipador.
Las naciones Unidas dicen que las invasiones no prescriben ni con el paso de los siglos y España es uno de esos países firmantes que hipócritamente siguen manteniendo a Canarias como Colonia.
Poco antes de morir, el máximo representante del Federalismo Español, Francisco Pi y Margall, dijo también: “No se adquiere la propiedad de los pueblos conquistados ni aún con la prescripción de siglos”
Pero lo que es indiscutible es que las propias leyes internacionales del mar de Montego Bay, firmadas en Jamaica, donde España es otra vez uno de los países firmantes, legitiman y explican las millas marinas pertenecientes a países que mantienen colonias, o sea, que en nuestro caso aclara los conceptos de Archipiélagos de un Estado y el de Estados Archipielágicos. Un estado archipielágico tiene derecho a 200 o 350 millas marinas y medianeras con los países vecinos, en cambio un archipiélago de un estado, (las Islas Canarias), sólo tiene 12 millas marinas, además de pasillos entre islas que no le son propios. En cambio, si existen diferencias en las islas Baleares, ya que los espacios marinos existentes entre sus islas, si pertenecen a aguas españolas, porque no se considera colonia, además de estar cercanas al territorio del Reino de España (aún así, existe en Baleares una corriente separatista).
El estado español rompe con todos los acuerdos internacionales constantemente, ya que las Naciones Unidas declara que las colonias deben descolonizarse, directamente, sin pasar por referéndums, porque, y así dice en el punto 3 de las Resolución 1514/60: “Que a una colonia no se le puede negar el derecho de la descolonización e independencia, aunque no esté preparada política, social o económicamente”.
Nosotros los que defendemos el derecho de pervivencia y supervivencia de nuestro pueblo, sólo pedimos que se cumpla la legalidad internacional, y que sea erradicado, de una vez por todas, todo tipo de colonialismo.
La Declaración Universal de los derechos humanos del 10/12/48, aprobada por las Naciones Unidas, dice en el artículo 6: “que todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica”; pues bien, yo como canario colonizado sólo tengo derecho a que me llamen español, no siéndolo, y no lo soy porque España es una nación que somete a Canarias (mi lugar de nacimiento y de desarrollo), y como tal, sólo puedo luchar por su descolonización. ¿Por qué me voy a llamar español no siéndolo?, acaso, en un utópico e hipotético caso de invasión por parte de los EEUU, al día siguiente, y ya sometidos, ¿yo sería americano?, no tendría sentido.
El artículo 10 dice también “que toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal.”
¿Dónde encontraremos los que hablamos y luchamos por la necesidad de la independencia un tribunal independiente?, cuando aquí en Canarias, estos tribunales están dando cobertura a un estado colonial, que incumple las leyes internacionales manteniendo sus colonias en vez de liberarlas.
Otra de tantas falsedades mantenidas, después de firmar esta declaración solemne, está en el artículo 13, donde dice: “que toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un estado”, pero comprobamos que los africanos continentales, por ejemplo, están a sólo 96 kilómetros de nuestras costas pero a éstos se les deporta, además de localizarlos rápidamente por el color de su piel, ¿eso no es racismo? ¿Para qué firman cosas que después son incapaces de cumplir?, y esto también pasa con países firmantes como Venezuela, Colombia, etc. Que yo sepa ese lujo llamado residencia, sólo se concede a europeos que están dentro de ese club mercantilista y exclusivo llamado Unión Europea. ¡Hipócritas!, continuamente mienten en los medios contra las ideas libertarias de emancipación, diciendo que sólo queremos levantar fronteras en un mundo que está por derribarlas. Lo repetiremos por activa y por pasiva; tenemos el mismo derecho de un español a tener una nación soberana ó ¿al estado español le gustaría ser una colonia de otro país?
Pero si vamos a hablar de mentiras vergonzosas, tenemos que nombrar parte de un discurso de Juan Carlos I de Borbón en el año 2001, y dijo sin ruborizarse: “Nunca fue la nuestra lengua de imposición, sino de encuentro; a nadie se le obligó nunca a hablar en castellano; fueron los pueblos más diversos quienes hicieron suyo por voluntad libérrima el idioma de Cervantes”. Probablemente, si pudiéramos decirle en su cara mentiroso, ya que su lengua fue impuesta a sangre y fuego para adoctrinar a todos los pueblos conquistados, el diría que ese discurso se lo escribieron otros, lo que no es falso, ya que no sirve ni para escribir sus propios discursos.
Y tampoco querrá recordar que el juró en 1969 por la continuación del movimiento dictatorial, ya que Franco lo puso a dedo para gobernar después de su muerte. Jamás será válido su nombramiento, ya que mantener un monarca al que sucederá otro por consanguineidad de primer grado, no es nada democrático. Después de la desaparición física del dictador Francisco Franco, se tendría que haber validado la Constitución que habían votado los españoles en la anterior República Española, como mínimo debió de existir un anteproyecto de constitución, con un amplio debate de la sociedad, consensuado, y refrendado (una constitución sin rey, ni familias privilegiadas de la alta nobleza, ahorrando a los españoles muchísimo dinero, aparte de las partidas presupuestarias de hasta nueve millones de euros que se sacan anualmente, euro más euro menos) ¿qué creen ustedes que se hubiese votado en ese referéndum?.
La continuación del movimiento y de su reinado se cumplió, ya que 77 diputados y senadores de las cortes franquistas continuaron en sus sillones, tras la mal llamada “democracia”. De todas formas, si los españoles quieren mantener reyes, allá ellos si así lo desean, nosotros queremos una República federal, independiente y democrática, sin monarquías de ningún tipo.
José Bergamín, escritor español, dijo: “Socialistas y comunistas cuando se disfrazan de monárquicos (por razón de estado) no se disfrazan, se desenmascaran”. Curiosamente me di cuenta que esta frase había sido escrita muchos años antes por nuestro prócer Secundino Delgado, en el Ideal, fechado en Arafo el 3 de octubre de 1903, titulado: “A mis amigos” y el extracto dice así: “Si algún compañero nuestro, disfrazándose con el nombre de socialista o comunista os pide el voto para un monárquico, no lo creáis, porque os engaña... Los pueblos dignos nada han de esperar de la corona. Dichosos aquellos que odian las testas coronadas. El odio a la monarquía es un odio santo que enardece y vivifica el alma”. Es muy posible que Bergamín cogiera recorte de nuestro padre del nacionalismo en estas frases, de ahí la suya tan parecida.
Los jóvenes no deben tener miedo a participar políticamente en esta revolución libertaria, no hay enemigo suficientemente grande cuando la verdad y la razón se tiene por baluarte: “Cualquiera que tenga forma puede ser definido, y cualquiera que pueda ser definido puede ser vencido”, (Sun Bin en el arte de la guerra II).
Curiosamente voy a nombrar una frase de alguien que invadió sin piedad a prácticamente toda Europa, con mucho conocimiento de causa: “El primer bien de las Naciones reside en su independencia y en su existencia política”.
Nosotros debemos aplicar esta frase añadida a otra del mismo personaje de nombre, Napoleón Bonaparte: “Una persona sin conocimientos vive en la oscuridad”, y todos los jóvenes que están concienciados llevando esta corriente soberanista tienen el deber de predicar la verdad que nos asiste, sin retroceder ante las adversidades, que son muchas. España, siempre aplicó las citas de Maquiavelo sobre la resistencia a los cambios: “Los hombres viven tranquilos si se les mantiene en las viejas formas de vida. La incredulidad de los hombres, hace que nunca crean en lo nuevo hasta que adquieren una firme experiencia de ello. La naturaleza de los pueblos es muy poco constante: resulta fácil convencerles de una cosa, pero es difícil mantenerlos convencidos”.
Aprovechemos las nuevas vías de comunicación y los mítines informativos puerta a puerta, sobre todo la involucración activa al lado del pueblo, ya que ellos (el estado español) tiene todo el aparato de propaganda controlado por sus televisiones, prensa y radios, pero hay algunas independientes que siguen siendo profesionales y plurales, y debemos aprovecharlas, ya que como decía Maquiavelo “es difícil mantenerlos convencidos” (por supuesto el añadido siguiente es mío) de que es bueno vivir sometidos en una colonia.
El sistema impuesto por el estado español a través de sus conquistas también fue señalado por Maquiavelo: “Existen tres modos para conservar un estado: el primero aniquilarlo, el segundo residir en él; y el tercero, dejar que viva con sus leyes, obteniendo de él tributos y creando en su interior una oligarquía que haga perdurar su fidelidad”. ¿Les suena de algo?
El proceso de desarraigo que nos han impuesto, el retraso cultural que incluso hoy día arrastramos, se lo debemos a las imposiciones del estado español. Todos recordamos los Estatutos de Limpieza de Sangre que tuvieron vigencia desde el siglo XVI hasta la constitución de 1812 (durando incluso más, porque ya sabemos que otro Borbón llamado Fernando VII, aunque jura por esta constitución, romperá poco después ese juramento imponiendo con la guerra el absolutismo). Como decía a través de estos estatutos, no podían participar en ningún tipo de institución, tanto fuera religiosa, política, docente, militar, civil o gremial, todos los moros, judíos y canarios o descendientes. Así que había que ignorar la propia lengua y mentir sobre la descendencia si se quería progresar. ¿Recuerdan el discurso que antes nombrábamos del Borbón? Nuestros padres, (y los míos siguen vivos manteniendo presente este recuerdo), tenían que estudiar a través de su denominada Cartilla Escolar, adoctrinándolos de la siguiente manera: “En la Iglesia Española y en la Patria deben estar concentrados todos los amores. Al decir España digo Iglesia. En el amor a nuestra patria, residen los grandes amores a la Iglesia. Amar a España es amar lo más grande, lo más sublime. Despreciarla es despreciar lo más sagrado. El que ame de verdad a España y a su Iglesia es el que obtendrá el galardón en esta tierra y en el cielo. Escolares: Amad a España”.
Para algunos esto será educación, aunque está claro que no tiene otro nombre que adoctrinamiento, y por ende aculturización, al leer este texto nos damos cuenta que muchos independentistas no iremos a ese cielo que nos nombran, ni falta que hace, ya que nos encontraríamos en un infierno español colonialista.
Los que aborrecemos todo tipo de colonialismo, tengamos las ideas que tengamos y seamos del país que seamos, debemos posponer nuestras opciones políticas ante un fin mayor, la DESCOLONIZACIÓN DE CANARIAS, que en definitiva es un fin lícito e inalienable de los pueblos conquistados a la fuerza. Si la OUA (Organización de la Unidad Africana) en 1968, declaraba: “que por ser parte integrante de África, Canarias tiene el derecho a la autodeterminación e independencia”, la sucesora UA (Unión Africana), vuelve en 2004 a considerar a Canarias como colonia, especificando que es un: “Territorio bajo ocupación extranjera”.
Teniendo en cuenta que la próxima manifestación por la Descolonización e Independencia de Canarias, será el próximo sábado seis de marzo a las 12:00 horas, y que partirá desde la Plaza Belén María hasta el Parque Santa Catalina, no debemos desaprovechar este momento histórico para hacer piña y unirnos exigiendo nuestra soberanía, máxime, y a sabiendas, que esta convocatoria es del pueblo y para el pueblo, donde las siglas políticas y grupos o colectivos no estarán detrás de pancartas partidistas, sino unidos al designio libertario de unas Canarias Libres con un mismo lema unitario: DESCOLONIZACIÓN E INDEPENDENCIA.
Pedro J. Brissón Sosa
Ponencia pronunciada en el Taller de Formación de los jóvenes de CC