24.10.08

CATEDRAL SI, UN PALACIO ¿PARA QUE? CIUDADANO ÁLVAREZ

La Santa Iglesia Catedral custodia joyas significativas del arte flamenco, genovés y español.
El gran retablo barroco de Los Remedios, de la primera mitad del S. XVIII, posee un espléndido conjunto de siete pinturas (óleos sobre tablas) atribuidas al pincel de Hendrick van Balen, maestro de Van Dyck, según la hipótesis del conservador de pintura flamenca del Museo del Prado, Matías Díaz Padrón. Estas tablas pertenecían al antiguo Retablo de Mazuelos, encargadas a Flandes por Pedro Alonso Mazuelos en 1597. El mencionado pintor flamenco nació en Amberes en 1575, donde murió en 1632.
Por/Fidel Campo Sánchez
Gobernar la iglesia. (1ª. Timoteo 3:4). Es responsabilidad del obispo gobernar la iglesia local, pero debe hacerlo con sabiduría, con imparcialidad y con un espíritu de temor. El apóstol Pedro dice en su primera carta cap.5 que los obispos no deben tener señorío sobre los que están bajo su cuidado, sino que deben ser ejemplos de la grey. La iglesia del señor Jesucristo no tiene príncipes, sino siervos dispuestos a servir a los demás por amor al Señor, el mayor es sirvo del menor. La iglesia verdadera sólo tiene un Príncipe y ese es el Señor Jesucristo "El Príncipe de los pastores"
Velar por la iglesia como un pastor cuida su rebaño. (Hechos 20:28). Una preciosa ilustración de un buen pastor la tenemos en el Antiguo Testamento, en el primer libro de Samuel 17:34 donde el joven David afirma que cuando él cuidada las ovejas de su padre si éstas eran atacadas por un oso o un león él se levantaba contra aquellas fieras y las mataba para que no hicieran daño alguno a las ovejas puestas bajo su responsabilidad. De la misma manera como hacía el joven David, así el obispo debe guardar las almas de los miembros que el Señor le ha entregado para que las protejan como es la voluntad del Señor
¿Porque callan el presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías de La Laguna y su equipo ejecutivo? ¿Solo son unos meros figurines que pasean en las procesiones?
Lo anterior que agradecemos a don José García Ramos en algunos pasajes nos lleva, además a:
Expresar nuestro agradecimiento, como laguneros de integración, a la vez la didáctica que supone el ir conociendo, a través de este democrático digital de lalagunaahora, las obras de arte inventariadas de los tesoros que deben existir en el Templo Catedralicio lagunero, merced a es estupendo trabajo que viene desarrollando el historiador don Julio Torres Santos.
Por lo cual la ciudanía lagunera quieren, ¡ya!, retornar a la renovación de su fe cristiana a su Catedral de La Laguna y de manera especial desean conocer el paradero de las obras de gran valor, escultóricas, telas de acreditados pintores, tablas flamencas de mucha importancia, trabajos de orfebrería y otras innumerables obras que haría prolija su enumeración y de las cuales están muy preocupados los laguneros ya que les tiene en vilo la dispersión después de ver, como en el tiempo, se ha venido dilatando la puesta al día de la maltrecha situación del emblemático edificio catedralicio. La desconfianza hacia los inútiles clérigos a cuya cabeza está el obispo, los cuales han cifrado en peligrosos parcheos de “restauración” en papá Estado, obviando que el Estado somos todos, esos todos con los cuales no se cuenta para nada y no se valora la fe perdida por pisotear sus tradicionales mas entrañables por parte de ese nacional catolicismo.
Ese pueblo-estado que somos todos, traslada su opinión a ciertos y determinados voceros para hacer llegar lo que interpretan como indignidades: preocupación por el devenir del tesoro catedralicio vistas las abulias de ese presunto irresponsable Ordinario, más dedicado a atesorar bienes mobiliarios e inmobiliarios, palacios y el vil metal que a velar y dar ejemplo para regirse por la pompa, el boato, las grandes manifestaciones del mundo de la asquerosa política, la debilidad de la carne que dar muestras fehacientes de preocuparse por velar por el rebaño, sus feligreses, que se supone a puesto el Señor para ser cuidado y adoctrinado en buenas y amorosas dedicaciones en esa Catedral en la que debe impartir cátedra del evangelio de Cristo el obispo Álvarez
El pueblo del Señor mantiene serias dudas sobre: La seguridad de los tesoros de la Catedral, pues, su dispersión les preocupa y habida cuenta que alguien puso el dinero para la adquisición del inmueble de la calle Viana núm.27 , para depositar en el mismo lo más delicado de las obras pictóricas que, sin embargo no fue así, toda vez que el mismo fue realizado por el doble de su compra. Si que se tiene conocimiento que muchas importantes obras y de gran valor están depositadas en Las Claras y otras en Las Catalinas. Nos entran muchas dudas de la buena realización. ¿Será que efectivamente están almacenadas y bien cuidadas o estamos en error y por el contrario han podido ser realizadas para ser dedicado su producto a alguna obra suntuosa de esas por las que tanto aboga el ciudadano Álvarez, ese gran depredador del patrimonio de La Laguna, el no deseado, que alguien se ha permitido compararlo como un nuevo rey Midas?
Ni siquiera los ateos pueden permanecer ajenos a la sombra (el maligno) que está ante estos clérigos, anti Cristo
Entre otras muchas, ese pueblo del Señor, además de preocuparse por la inseguridad de la Catedral, se está preguntando lo que se comenta en todos los mentideros político-religiosos de Aguere: ¿Es cierta la posibilidad de un presunto desfalco en las arcas del templo lagunero, de importante monto, o será que el dinero se ha utilizado para la construcción de ese Palacio Episcopal?, cuestión ésta que consideramos más que probable y no la del presunto desfalco, aunque justo es reconocerlo, monta tanto, tanto monta
Y a quienes estén convencidos de no reconocer sus errores y consideren que el pueblo de Dios está para servirlos, les recordamos lo siguiente: el mayor está para servir al menor.
Jesús no vino para ser servido sino para servir. Servir no se trata de impresionar. No se trata de civismo sino ser dócil a la voluntad de Dios



Fidel Campo Sánchez