Venimos notando, en los amigos Ana Oramas y Fernando Clavijo, máximos dirigentes de CC-PNC, en La Laguna y, además, figuras prominentes del equipo de Gobierno de nuestro Ayuntamiento, desbarrando injustamente, en nuestra humilde opinión, y de manera bastante falaz denunciando:”la falta de más de 100 policías de la plantilla que comanda el comisario don Basilio Franco, persona y competente funcionario de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
Ante las afirmaciones un tanto torticeras, de estos dos máximos gerifaltes, se nos obliga a tener que recordarles: ¡No hay peor ciego que el que no quiere ver! ¿Cómo puede ser posible que sus cegueras, consecuencia del sectarismo político no les permita ver lo que está más claro que el agua cristalina, lo que, al menos vemos los laguneros que hacía bastantes años que veníamos echando en falta, cual es el sentirnos protegidos por la Policía Nacional, con su abundante presencia por las calles principales de nuestra entrañable ciudad como: San Agustín, La Trinidad, Herradores, plaza abajo y arriba y,,,
Pues ya que vemos a estos dos políticos tan prestos a denunciar irrealidades y en acusaciones de ineficacias a los cuerpos gubernativos del Estado español ¿por qué no se fijan en la Policía Local a la que no se ve por ninguna parte, pese a tan enorme plantilla como hay? Deben fijarse más en la viga en sus ojos y no en la motita de los ajenos. Esos policías municipales que cuando la ciudadanía los necesitan a no aparecen y si lo hacen es tarde, pues, sus eficacias están más en sus prolongados “descansos” en los bebederos de Aguere que en la eficacia en el cumplimiento del deber.
Pero es que todo lo expuesto, dentro de la mayor brevedad, se puede considerar como “pecata minuta”, comparándolo con la insalubridad que producen las aguas fecales que discurren, desde Las Mercedes hasta el Barranco de Gracia, por el denominado barranco de Gonziales ( lo que pudo haber sido la famosa Venecia lagunera de Pedro González y su Corporación Municipal)
Se trata de aguas putrefactas que provienen, principalmente, de los irresponsables desagües de viviendas en todo el entorno de su recorrido y que se ha convertido en el mayor foco infecto-contagioso de la ciudad, poniendo al descubierto muchas ineficacias y, en particular de casi un inexistente Servicio Sanitario local, quienes, ¡al parecer!, caso de existir da la impresión que miran para otro lado por lo que les sugerimos que, camino del nuevo Mercado en la Plaza del Cristo, asomen sus cabezas y narices en la trasera de la casa de los herederos de Antonino, en la parte que linda con el barranco y la calle del pintor Aguiar, donde está la principal muestra de un foco importantísimo de contaminación que, antaño era eludido al limpiar su cauce con motivo de las fiesta del Cristo, y que, por lo que se deduce ya no se hace.
Ante tales hechos tenemos que manifestar: son muy lamentables los diferentes sistemas de demagogia política, de excitación de las pasiones de las masas populares, instrumento de las propias ambiciones políticas que llegan al extremo máximo en los falsos nacionalismo, esos nacionalismos mercantilistas con bocadillos de mortadela incluidos y viajes, tanto en barcos como en guagua para hacer ver adhesiones con motivo de visitas más o menos regias que nosotros como soberanistas y republicanos no compartimos
FIDEL CAMPO SANCHEZ