Perteneció Luciano a esa confraternidad de laguneros que dejaron su huella marcadas para siempre en la historia de la ciudad de Agüere. Era uno de los protagonistas más significativos de nuestra ciudad durante un largo periodo del siglo pasado.
De entre sus muchas cualidades destacaríamos que realizó con aparente poco esfuerzo, tareas difíciles, pues fue pintor de miles de fachadas. Su nombre de pila era Ángel, pero popularmente se le conocía por Luciano., un lagunero de gran impronta
La triste noticia de su fallecimiento nos fue dada por teléfono a las doce del mediodía por un amigo común, quién con voz apenada nos decía que su esquela estaba en el periódico, pero que su sepelio había tenido lugar a las diez de la mañana.
Nuestra amistad con Luciano se remonta hacia
Discípulo de dos artesanos de la pintura, de reconocido prestigio, Manolin y Pacolin, su formación y profesionalidad le convertían en un ciudadano peculiar. Y es que su forma de querer a
Entre nosotros surgió inmediatamente una corriente de simpatía y que concluyó en amistad entrañable. Debemos parte de nuestra pasión por San Cristóbal de
Llevamos en el alma nuestras conversaciones con Luciano, pues, su presencia en nuestra ciudad era habitual y cualquier acera o plaza, servían para escuchar sus ocurrencias, sus críticas apasionadas.
Fue Luciano un profundo defensor del lagunerismo y de todas las tradiciones. Se dedicó en cuerpo y alma, a remover conciencias, con expresiones casi proféticas. Su voz, la mayoría de las veces, se perdía en el desierto, clamando en defensa del casco histórico, de los nuevos pavimentos, de la urbanización de
Tres personajes gozaron de su veneración y respeto: el inolvidable y santo don Domingo Pérez Cáceres, el ex alcalde don Ángel Benítez de Lugo y el santo don Luís Franco Gascón, como él lo calificaba. Nunca entendió
Disfruta de las solemnidades religiosas y no se perdía las vigilias, los sermones, los triduos, donde admiraba los ternos de siglos, realizados por manos angelicales, por la mojas de los conventos de clausura. Relataba la vida y milagros de
Nuestro querido amigo, nunca logró entender que se hubiera gastado tanto dinero en el Sínodo Diocesano, que organizara Felipe Fernández con Bernardo Álvarez, para suprimir y dejarnos sin
Le dolía
Estaba muy molesto por la supresión de
Pensamos que al amigo Luciano, le hubiera agradado presentarse a San Pedro, en su automóvil Packakd TF. 3333, convertido en un auténtico trono celestial.
Dios ha querido que Luciano muriera en la tierra a la que tanto amó:
Fidel Campo Sánchez