4.10.08

EN MEMORIA DE JOSE PADRÓN MACHÍN, CRONISTA DE LA ISLA DEL HIERRO

Deseamos rendir homenaje justo y bien merecido a don José Padrón Machín,. Con él tuvimos la oportunidad de compartir el vino de la cordialidad en la bodega de don Matías Castañeda, presidente del Cabildo, quien demostró su cariño por la Isla, a la que se vinculó para siempre.
Don José Padrón Machín, a sus ochenta años cumplidos seguía escribiendo todos los días, con la misma ilusión y afán, con la que lo hacía a los diez y seis en los diarios de Argentina, país al que emigró y donde comenzó su carrera como periodista. Su lema era: servir, ser útil, sin dañar, y siempre al servicio de su Isla del Hierro, por la que trabajó con entrega y puso todo su ser, su vida e inteligencia. Fue el corresponsal más veterano de Radio Nacional de España en Canarias. Hasta tal punto, que en el año 1984, durante la celebración de la Semana de Radio en Canarias, le fue concedido el premio correspondiente a “Medios de Comunicación”, por su labor como cronista durante muchos años, de su Isla natal.
Recordamos oírle decir, que siempre había soñado con una Isla mejor, algo que vemos que con el paso de los años se está logrando. Gran conversador, contaba y no paraba numerosas anécdotas de su vida, de su formación autodidacta. Allá en Argentina, frente a las dificultades de un emigrante en Buenos Aíres, siente la llamada por la comunicación, por las linotipias y la tinta fresca de la Prensa, entregándose a la escritura con temperamento, en cuerpo y alma.
Nuestro personaje, regresó de América a Canarias al final de los años veinte. Comentaba que su intención, en principio, era ver a sus padres y volver a Buenos Aíres , que era donde creía que estaba su porvenir. Se quejaba de que, entre amigos y familiares, le convencieron para quedarse. Añadía, que todo se debía a su falta de carácter, el mayor defecto que había tenido en la vida.
Luego vino la Guerra Incivil Española, situación que le obligó, dadas sus ideas políticas de izquierda, a tener que buscar refugio en los montes para salvar la vida. Allí, permaneció escondido durante largos años…
Lo más admirable de Machín fue que encontró la fuente donde calmar su sed de comunicador. Fue si Isla del Hierro, la que le inspiró para siempre, denominándola “Isla del Meridiano”, la cantera de donde años, extrajo las informaciones más variopintas, sin vacilaciones, poniendo por medio su voz, su alma y todo su amor.
Recordamos sus crónicas en los periódicos: La Tarde, El Día, La Hoja del Lunes y en la Radio. Sus relatos sobre los paisajes, las costumbres, las tradiciones, las fiestas de la Bajada de la Virgen de los Reyes. Aquella carretera de La Restinga interminable…, sus relatos sobre el Faro de Orchilla, la Dehesa de Valverde, del Valle del Golfo, de Sabinosa… La agricultura, el vino, la pesca, los higos pasados, las quesadillas…
Pasó Machín una temporada de descanso en la Península Española, invitado por el director general de R.T.V.E., José María Calviño. Decía de Madrid que había leído mucho, pues, siempre le había interesado como ciudad, como metrópoli. No obstante, la parte antigua le emocionó profundamente. Al regreso manifestó que la capital le había llenado el corazón: ”Me gustaría quedarme, pero a mi edad, mi lugar preferido, para acabar mis días es la Isla del Hierro”
Fue un enmarado de La Laguna, de su Ateneo, del Santísimo Cristo al que visitaba, sobre todo en septiembre y recordamos oírle decir que le recitaba aíres del Hierro: “En la hora de Dios comienza a pinta un ángel bello desde la punta del píe, hasta el último cabello/Soy labrador de la tierra/traigo en mi mano el arado…”
Y como final tenemos que decir: José Padrón Machín es un resplandor en nuestra tierra Canaria y en nuestro recuerdo.

FIDEL CAMPO SANCHEZ