12.10.08

DIA MUNDIAL DE LA SALUD MENTAL

El pasado día 10 de Octubre fue una oportunidad para recordar la importancia de la salud mental en la vida de todos. Este día se celebra en más de 100 países y está organizado por la Federación Mundial para la Salud Mental.
Par
a las personas con enfermedad mental y sus familiares, es una oportunidad para reclamar sus derechos y denunciar la situación de discriminación del colectivo.
El lema de este año: «Convirtiendo la salud mental en una prioridad global. Mejorando los servicios a través de la reivindicación y la acción ciudadana», coincide plenamente con la visión de las personas con enfermedad mental y sus familias, de que son necesarios mayores recursos para que en nuestro país haya una atención de calidad en salud mental que, hoy por hoy lamentablemente es prácticamente inexistente o cuando menos muy reducida y no muy bien dotada de medios
Los estudios dicen que las enfermedades mentales afectan cada vez a más población. Una de cada cuatro personas adultas en todo el mundo lo padece. En España, entre el 2,5 y el 3% de la población padece una enfermedad mental grave. Esto supone alrededor de un millón de personas, y 15.000 personas en Canarias que supone que tanto la Sala de Psiquiatría en el HUC como en la Residencia La Candelaria, no tengan espacio, medios ni especialistas suficientes y que los tratamientos psiquiátricos,, como máximo duren días y sean dado de alta los enfermos medio remendados..
Entre un 35-50% de las personas con enfermedad mental de los países desarrollados no reciben ningún tipo de tratamiento. Por ello las personas con enfermedad mental reclaman su derecho a una atención individual y continuada, y piden el apoyo de la sociedad para tener las mismas oportunidades a todos los niveles: empleo, vivienda, educación y relaciones sociales, pero por encima de todo otro sistema más adecuado a la enfermedad, como son los centros de URA(Unidad de Rehabilitación Activa) en teoría dependiente del Consorcio Sanitario de Tenerife, por lo que respecta a esta provincia, cuya responsabilidad principal recae hoy en el Partido Popular que tanto censura otras cosas del Gobierno central y sin embargo aquí, en estas ínsulas, aparece como el gran paladín del NO a todo y de la ineficacia más absoluta, sobre todo queda patente cuando oímos las infundamentadas peroratas de don Antonio Alarcó, quien nunca sabe y, además no contesta a los escritos que se le envían al Cabildo Insular, como consejero responsable de Sanidad.
Existen tratamientos efectivos para los trastornos mentales y este tratamiento llega de varias maneras, incluyendo medicación, psicoterapia, servicios de rehabilitación y de atención psicosocial. El tratamiento ha de ser integral (cubriendo todas las necesidades de la persona), individualizado y continuo pero, lamentablemente en esta ínsula es todo lo contrario ya que después de seis años de haberse aprobado un centro, las obras del mismo no han pasado de la fase de excavación. ¡De vergüenza! Mientras tanto por nuestras calles podemos ver a estos enfermos con trastornos mentales muy agudos y peligrosos, habida cuenta que tras una breve estancia en el Hospital Universitario, se le manda a sus casas, con un tratamiento al que se resisten toda vez que no asumen su enfermedad, creando grave peligro a la seguridad ciudadana y en muchos casos maltratando a su familiares e incluso matándolos.
La falta de un tratamiento continuo e integral, o las deficiencias en el mismo, supone una de las principales vulneraciones al derecho a recibir asistencia sanitaria y apoyo social que se produce en Canarias. En esta nacionalidad desde el punto de vista sanitario, se hace preciso mejorar de forma urgente los distintos tipos de hospitalización, la dotación de profesionales en las Unidades de Salud Mental y la atención a ciertos trastornos de personalidad, como es el caso de los trastornos límites, que no encuentran adecuada atención en el actual sistema.
Según la O.M.S., el estigma sigue siendo el principal obstáculo para que las personas con enfermedad mental accedan a un tratamiento adecuado, que asegure su recuperación y participación social. Los tópicos que acompañan a las personas con enfermedad mental: «son débiles de carácter, irracionales, caóticos, peligrosos, etc.», pudieran ser considerados como falsos, añadidos a los problemas que supone la propia enfermedad de un alto riesgo más que de exclusión social, como pudieran considerar o calificar aquellos que por no vivir in situ el problema lo desconocen
Las personas con enfermedad mental no son 'locos', carentes del sentido de la realidad o descontrolados. Son personas que con el tratamiento adecuado, si se logra que lleven adelante el tratamiento psiquiátrico, pueden trabajar y desarrollar una vida social activa como cualquier otro ciudadano, pero… la madre del cordero está precisamente en la observancia rigurosa de la medicamentación que, en lo mayoría de los casos, de no estar bajo vigilancia permanente de especialistas no la observan, toda vez que ellos consideran que los que están psicóticos son los demás
La misión del movimiento asociativo de enfermos mentales, es la mejora de la calidad de vida de las personas con enfermedad mental y de sus familias, la defensa de sus derechos y la representación del movimiento asociativo y los poderes públicos, en Canarias, deben actuar en este sentido, del que aparentemente parecen pasar o mirar para otro lado. Estamos ante una muy grave enfermedad, que nosotros consideramos como la enfermedad consecuencia de la globalización que necesita ser atajada de raíz o cuanto menos poner los remedios adecuados para reducir la peligrosidad que la misma está representando. Hacer que el derecho constitucional a una adecuada sanidad para que las enfermedades o deficiencias persistentes de carácter físico o psíquico y que son causa de incapacidad que impide que estos individuos puedan gobernarse por sí mismos y tenga cubiertas todas sus necesidades.

Nos resulta extremadamente curioso y significativo el ver como desde las esferas políticas se apoya la Sanidad Concertada o privada para todo lo que se refiere a la buena salud de los ciudadanos y, por el contrario para los enfermemos mentales, aquí en Tenerife, no existan centros privados donde podamos tener, con mínimos de seguridad, a nuestros enfermos psicóticos, esos enfermos que, ¡al parecer!” nadie desea buscar algún remedio, aunque pueda ser hasta pequeño pero muy necesario.

Fidel Campo Sánchez