23.10.08

EL NACIONAL CATOLICISMO APOSTÁTA Y EL ANIVERSARIO LA BANDERA CANARIA

Gran Apostasía, y determinados curas meapilas que dirige la Conferencia Episcopal La gran apostasía es un término usado entre religiones cristianas seguidores del restauracionismo, especialmente los adherentes del Mormonismo, los Testigos de Jehová, los Adventistas y los Estudiantes de la Biblia, entre otros. Se conoce como el período de tiempo en el que la Iglesia Cristiana establecida por Jesucristo y sus apóstoles, habría dejado de seguir, tras la muerte de los «apóstoles originales», las mismas doctrinas, prácticas y ordenanzas de la Iglesia primitiva, por causa de la "alteración de la doctrina Cristiana" y la "introducción de creencias y prácticas paganas" influidas por las culturas griega y romana, principalmente por aquella Iglesia de Estado creada por el emperador romano Constantino, hoy esa Iglesia del nacional catolicismo Otras iglesias, como la iglesia Católica usan el término para designar la actitud apóstata de quienes abandonan la fe, pero por lo que estamos viendo en estas ínsulas no para los curas apostatas como el tal Báez o últimamente el otro, el tinerfeño Bello.

Gran Apostasía sería entonces, según estos movimientos, la introducción en la Iglesia de influencias no cristianas, particularmente debido al rápido crecimiento del Cristianismo y a la lejanía de muchas iglesias de su centro de origen durante los primeros siglos después de Cristo. Aseguran los restauracioncitas que las comunicaciones en aquella época habrían sido muy limitadas, resultando ello en dificultades para guardar "la pureza de la Iglesia". Concilios como el Primer Concilio de Nicea reconocieron la necesidad de establecer una doctrina en común y por escrito, pero acusan los restauracioncitas que este no era un proceso idóneo y así también nosotros lo creemos, al analizar, siguiera sea someramente lo que sucede,

Nos resulta sumamente sospechoso el que estos curas se estén decantando como avanzados del soberanismo canario y el que tal posición nos esté dando tufo a una nueva estrategia del nacionalcatolicismo para ir reimplantándose en estos peñascos de esa Iglesia católica y de las iglesias en general, para hacerse con el poder político-religioso podemos esperar de todo, de lo peor.

El irresponsable cura Báez se atrevió a comparar la sangre derramada por Cristo, en la Expiación, con la que como consecuencia de unas puñaladas derramara don Antonio Cubillo. Toda una aberración de quienes, con tal de conseguir sus objetivos, no les importa incurrir en flagrante apostasía.

Y el otro mentecato y meapilas, apellidado Bello y tinerfeño de nascencia compara irreverentemente a Jesús el Cristo con nuestra bandera canaria, la tricolor, la de las siete estrellas que, nosotros soberanistas pragmáticos y como pueblo consideramos la de todos los canarios y no para que sea utilizada por banderías como hacen esos representantes del catolicismo ultra. Esa bandera que como bien afirma nuestra amiga Flora Marrero, diputada regional de CC-PNC y que sabemos lo hace de todo corazón y convencida de lo que manifiesta:

ME GUSTA MI BANDERA. El día 22 de octubre se cumplen 44 años del nacimiento de la Bandera Nacional Canaria. Desde entonces, esta enseña ha pasado por diferentes etapas no exentas de vicisitudes. En su momento, fue enarbolada por las posiciones independentistas con el firme convencimiento de devolver la dignidad al pueblo canario, un pueblo que fue sojuzgado durante siglos. Sin embargo, hoy, la bandera de las siete estrellas verdes es asumida por la práctica totalidad del pueblo canario. Miles de personas han enarbolado esta bandera en actos públicos, concentraciones, manifestaciones y cualquier acto de protesta como una enseña de rebeldía, de una rebeldía que no se debe perder con el paso de los años. Pero también miles de personas han llevado esta bandera por todo el mundo mostrándola en importantes eventos de todo tipo, haciendo presentes en ellos a los canarios y el día 22 de octubre se cumplen 44 años del nacimiento de la Bandera Nacional Canaria. Desde entonces, esta enseña ha pasado por diferentes etapas no exentas de vicisitudes. En su momento, fue enarbolada por las posiciones independentistas con el firme convencimiento de devolver la dignidad al pueblo canario, un pueblo que fue sojuzgado durante siglos. Sin embargo, hoy, la bandera de las siete estrellas verdes es asumida por la práctica totalidad del pueblo canario. Miles de personas han enarbolado esta bandera en actos públicos, concentraciones, manifestaciones y cualquier acto de protesta como una enseña de rebeldía, de una rebeldía que no se debe perder con el paso de los años. Pero también miles de personas han llevado esta bandera por todo el mundo mostrándola en importantes eventos de todo tipo: deportivos, culturales…, haciendo presentes en ellos a los canarios y sus ideales de libertad, unidad y convivencia”

Fidel Campo Sánchez