18.10.08

REPÚBLICA, IZQUIERDA MONÁRQUICA LAGUNERA Y EL BAILE DE LA YENKA

El término político del vocablo “derecha” se remonta a los primeros tiempos de la Revolución francesa, cuando en la Asamblea Constituyente los propugnadores de un poder real fuerte se colocaron a la derecha del presidente de aquélla. Durante un corto período, las expresiones “derecha e izquierda” correspondieron exclusivamente a la colocación que adoptaban los distintos grupos en la sala de sesiones, pero al poco tiempo pasaron a designar estados de opinión y, a partir de entonces, se convirtió en costumbre repartirse los espacios de acuerdo con las diferencias ideológicas que separaban a los distintos grupos. La oposición “izquierda-derecha” ha dominado la historia política de muchas naciones, pero su contenido ha variado con el tiempo de la revolución liberal burguesa. Surgieron nuevas fuerzas de derechas, y fuerzas que antiguamente eran de izquierdas se desplazaron a la derecha, tal como estamos vienen en pleno siglo XXI, que ocurre idénticamente lo mismo.

La izquierda canaria, la lagunera concretamente esa del PSOE canario, es tanto lo que ha evolucionado que, además de sentarse al lado izquierdo, juntos pero no revueltos con esa derecha lagunera de opiniones más avanzadas, la derecha del PP., representada por Becerra, Gutiérrez de Salamanca y Olano, que nos parece mucho más de esa izquierda que se está consolidando y evolucionando, todo lo contrario de esos “sociatas” que no evolucionan sino más bien los vemos extremadamente preocupados en situarse muy cerca de la burguesía canaria.

Nosotros, por supuesto, creemos en la forma de gobierno de participación directa, aquella en la que el poder reside en el pueblo soberano y que, como ciudadanos sin ataduras partidistas de ningún tipo apostamos por la República que desde la noche de los tiempos, es el supremo ideal y la consecuencia por lo que han laborado una gran mayoría de ciudadanos, pues, en ella fundamos el bienestar de la colectividad. La república (cosa pública), de los antiguos griegos era el conjunto de los intereses y las funciones del Estado, cualquiera que fuera la forma de Gobierno. En España ha habido dos repúblicas, en 1873 que duró hasta 1874, en que fuera restaurada la monarquía borbónica. La segunda fue proclamada en 1932, y duró hasta 1939, como consecuencia de un levantamiento militar en 1936, que deparó una guerra incivil, hasta que fue instaurado el Estado nacionalsindicalista o nacional catolicismo, el de los contubernios judeo masónicos con el clero.

Podríamos pasar por alto todos esos ex comunistas republicanos de ICU-ICAN, aquellos alineados con el marxismo y lo que es mucho más grave con el rumano Chauchescu, hoy militando en la derecha nacionalista mercantilista, la del dornajo común y, además, rindiendo pleitesía a determinados miembros de la monarquía, la llamada parlamentaria que, en estos días inexplicablemente han aparecido por estos peñascos para inauguraciones y reinauguraciones, en momentos en que se nos pide nos apretemos el cinturón debido al cambio económico, consecuencia de las exageradas avaricias de los de siempre.

Lo que no podemos admitir que esos “sociatas” del PSOE canario se nos presenten con todo descaro y arrogancia como la “izquierda monárquica”, haciendo pésimo uso y abuso de los ideales republicanos socialistas de Pablo Iglesias y otros fundadores del PS y la UGT, entre los que se encontraba nuestro tío abuelo, el profesor Aurelio Herreros y Fernández de Celis, quienes se rasgarían las vestiduras ante tamañas aberraciones de todos los que hoy se nos presentan, a los votantes, como más monárquicos que nadie, como todos aquellos herederos de la “cruzada franquista”, y los descendientes de la pata de Babieca el caballo del Cid Campeador, , y nos estamos refiriendo concretamente a algo que viene a nuestra mente, aquel baile de la yenka de los años 60 que, gráficamente representa el más puro camaleonismo político de una partitocracia carente de ideales, en busca exclusivamente del vellocino de oro y que, para lograrlo no hacen ascos a dar pasos a la izquierda, a la derecha, para adelante y para atrás.

Fidel Campo Sánchez