23.1.09

EL DE LAS BREÑAS Y SU GATITTAS Y PRETENSIONES GLOBALIZADORAS, CON VICARIO PARA LA LAGUNA INCLUIDO

¿La Gata esta en celo o breñada?

¿Cómo podemos estar seguros de que está breñada?

¡Por la barriga hombre por la barriga!

Vemos al señor de las Breñas últimamente excesivamente empecinado a trasmitir en prensa homilías sobre todo, lo que él considera divino y lo humano pero, como lamentablemente, la ciudadanía lagunera y por extensión la de todas las de la Islas Occidentales lo tenemos más calado que un paraguas en día de lluvia, estamos más pendiente de sus banalidades que de poder aprender algo, pues, quien no conoce, no puede enseñar nada.

Lo más indecente que podemos oír o nos pueda trasmitir una persona, ya sea clérigo de alguna secta cual pudiera ser el caso del ciudadano Álvarez, más conocido por el señor de las Breñas y sus gatitas. El obispo católico de la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna, a sabiendas de la falacia acostumbra a dejarnos patidifusos dejándose decir a cada dos por tres, ¡el muy cretino!, que es el obispo de la inexistente Diócesis Nivariense, dejando patente y al descubierto un insularismo rancioso y retrógrado, además de complejos de inferioridad hacia la que fuera la primera en esta nacionalidad, después de la conquista y genocidio, la Diócesis Canariensis, la de Canaria. Mire, no se esfuerce no logrará su apetecido arzobispado, ¡allá en frente!, aunque con tal de quitárnoslo – expresión coloquial pues no le dejamos - de encima seríamos capaces de ayudarle.

Dice este ciudadano que ellos tienen una asignatura pendiente: globalizar la solidaridad. Evidentemente que tiene toda la razón del mundo ya que tienen ese problema los católicos, habida cuenta que los cristianos, los que practicamos y exhortamos al amor puro de Cristo, lo tenemos muy claro y, además, lo practicamos en plenitud. La presencia nuestra en el mundo se hace latente cada vez que estamos dando la mano a uno de nuestros hermanos, aquellos hermanos que por ser los que más nos necesitan les mostramos nuestra solidaridad, sin esperar nada a cambio ni ayudas del Estado de ningún tipo, lo hacemos de nuestros bolsillos. Habla de controlar el consumo, nuestras actitudes y valores e incluso sentimientos pero nada dice de la vanidad, de la soberbia de sus aficiones consumistas a las comilonas y de que él se esté gastando ingentes cantidades en un palacio episcopal para lucirse en la pompa de este mundo que si Cristo volviera no dejaría títere con cabeza. Más caridad hacia esos 500 mil de nuestros congéneres que mal viven bajo el umbral de la pobreza, es lo que se debe practicar y no ser el primero en las aperturas de bodegas de vino, tenderetes y saraos de todo tipo.

La globalización que nosotros defendemos pasa por no mantener las diferencias existentes entre los ricos y los pobres. La ética responsable no es precisamente lo que predica el nacional catolicismo que no se refiere, naturalmente para ellos, a que los repartos sean más equitativos en los cuales ese clero también pueda llevarse una parte del león de esas riquezas que tanto siempre les han apetecido, por ello contribuyen considerablemente a que se beneficien de los bienes de la tierra los más privilegiados, su gente, los suyos.

¿Para cuándo estos clérigos dejaran las monsergas y las mentiras en relación a construir un mundo donde todo hombre, sin excepción de raza, religión dejen de ser vituperados porque no son de la de ellas y piensan y actúan de manera distinta, al no pertenecer a la confesión religiosa que tanto colaboró con la dictadura franquista?

El de las Breñas y de las gatitas nos habla de la globalización y que ésta comporta una oportunidad para las familias y que se debe colaborar con cuantos luchen por el bienestar social, la justicia y la solidaridad con los pobres y con quienes se esfuercen por salvaguardar nuevas generaciones, pero omite el respeto a las leyes democráticas del país que ellos, desde que vivimos en Democracia se vienen negando a respetar, organizando manifestaciones de todo y hasta golpes de Estado, si pudieran. Lo de ellos es la ley de embudo –lo estrecho para el pueblo y lo ancho para su iglesia o secta.

Cuando vemos que en homilías profetiza falazmente nos llenamos de pena ante la pobreza de quien debía ser más humilde y consecuente con su Ministerio, pues La Laguna no necesita para nada personajes con tan altos grados de miseria que le lleve a tener que pensar que pudiera estar sirviendo más a la iglesia de Satanás que a esa otra de la que pudieran tener bastante y mucho, puesto que lo usan, del Evangelio de Cristo en las peores manos que ha podido caer, en su día, años ha, en el Emperador Constantino y posteriormente en las del nacional catolicismo franquista que la uso como religión de Estado

No se puede ser tan cínico hablando de moral y olvidando determinadas traiciones mentales sobre los menores que pudieron haberle implicado directamente. No es correcto en el concepto de generosidad hacia el noble pueblo lagunero, cuando por culpa de un Sínodo Diocesano, ¡a la carta del tal Álvarez!, aplicando una muy poca democrática norma 513, votada a mano alzada, ha dejado botadas en la cuneta muchas de la tradiciones laguneras que, entre otras, tenemos presente la barbaridad de haber dejado al Cristo huérfano de su Escuadra de Gastadores Artilleros y, en el futuro hacer daño a la ciudad, a su comercio a las tradiciones de profundidad religiosa con el no sacar las procesiones de Semana Santa y otras a las calle para evitar la presencia de militares y políticos. Es este último, mire por donde, podemos tener algunas coincidencias habida cuenta que la presencia de esas instituciones prostituye el sentido religioso de las mismas.

Aunque a buenas horas mangas verdes, que diría el general Fagón, nos parece notarlo sumido en actos de contrición y quizás un tanto agobiado porque le han llegado avisos de lo mal que lleva la dirección espiritual del pueblo del Señor. Y cuando ya estábamos pensando que estaba en posible proceso de arrepentido de sus múltiples errores, va y no espeta otra “lindeza”, muy sospechosa y de futuro no muy lejano, el nombramiento de don Lucio Gorrín, como Vicario para La Laguna. Y es sospechoso y hasta novedoso debido al pleito Santa Cruz La Laguna, fusión no deseada y porque debemos hacerlo coincidir con ese solar de 3 mil metros cuadrados, en la denominada y pomposa Milla de Oro, que hace mucho regaló el Ayuntamiento chicha para la cocatedral (todo un nombre que camufla la nueva Catedral, con cambio de nombre de Diócesis incluido).

Debemos señalar lo que de sospechoso tiene el nombramiento de Vicario para La Laguna que según el Código de Derecho Canónico de 1983, las funciones del Vicario Capitular pasaron al Colegio de Consultores Diocesana, que ya no nombra Vicario Capitular , sino administrador Diocesano que, quizás sea la función de su sucesor para La Laguna, Gorrín. AMEN Y AMEN..

Fidel Campo Sánchez