9.1.09

MERCADILLO DEL AGRICULTOR DE LA LAGUNA.

Nos cuenta los más viejos del lugar que desde antaño en la Plaza Abajo existía un mercadillo, puestos ambulantes de venta servidos por las conocidas como ganchocheras de productos del campo que también eran suministrados por los conocidos como “los carpetas” que además de poseer puesto propio suministraban con sus camiones a los demás, de producción propia de papas, verduras, quesos, huevos y aves de corral, algún qué otro cabritillo y corderos lechales que ya hacían que los que se vendiera en la recova, situada al lado de la eremita de San Miguel, ampliada posteriormente ocupando la huerta colindante en la parte trasera, edificación que hasta que la llevaron a la Plaza del Cristo era donde todos se compraba a comprar

Finalizada la Guerra incivil española muchos de estos ganchocheros, en la ampliación de la recova, adquirieron puesto en las nuevas instalaciones y, uno de los nuevos recoveros, según nos dicen, fue un excombatiente conocido por el pseudónimo de “el coco, natural y vecino del pago Lagunero de Las Mercedes quien vendía, como los demás productos de producciones propias y los adquirido en otras parte, ¡tal como ocurre en la actualidad!, ya sea en Merca Tenerife o a otros agricultores. Hoy los herederos/as, ¡casi un clan!, regentan en el interior del Mercado varios despachos de todo tipo que, justo es señalarlo, dan de comer a esa prolija estirpe.

De facto esa situación que no ha sido reconocida formalmente, los gangocheros/as mal del mercadillo mal llamado del agricultor, han venido siendo tolerados, aunque la normativa haya sido vulnerada en algunos casos. De hecho, así ha podido ocurrir toda vez que después que los predios agrícolas se ha venido acotando para la plantación de bloques de cemento y carreteras por todas partes, han llegado a ser mínimas y poco rentables las explotaciones agrícolas, por lo que estos pequeños agricultores-mercaderes, a píe de puerta del Mercado a quien nuca la administración ha sido capaz de poner freno a los elevados precios que vienen aplicando, se encuentran incómodos y viendo peligrar su pingues y avariciosos beneficios, con la competencia de libre mercando, oferta y demanda, de quienes inteligentemente han optado por la moderación logrando una importante clientela que busca el céntimo de menos en estos momentos de aparente crisis económica. Debemos continuar abogando por ese mercado paralelo como revulsivo de competencia para surtir el efecto de que se equiparen y bajen los precios los mercachifles del Mercado.

Unos, y oros menos, acuden a repostarse a Merca Tenerife de verduras, frutas, pollería y carnes de vacuno procedente de allende los mares, esa Europa de los mercaderes como asimismo de Chile, Brasil y para mayor inri, naranjas tomates de Marruecos, sin el más mínimo de los sentidos habida cuenta que, precisamente Marruecos es quien, poco a poco se está quedando con el mercando tomatero canario, en Europa.

Por otra parte deseamos dejar constancia que, si realmente se han infringido la normativa vigente, ¿ por qué después del desaguisado perpetrado contra la primitiva recova fueron trasladados a las afueras del nuevo y costoso Mercado (9 millones de euros), facilitándoles local y llaves del mismo)? ¿Por qué no se actuó de manera diferente y en orden a esa normativa de la que hacen gala, que en nuestra opinión pudiera estar obsoleta?

Somos conscientes que la actual situación ha sido un “marrón” heredado por el actual edil, don Miguel Ángel, de anterior y, al parecer, pueril e inexperto concejal..

Pero, como final, tenemos que dejar sentado que no compartimos esa política Municipal de poner todos los huevos en el único y mismo cesto (Mercado), ya que la diversificación y competencia comercial son precisas y necesarias para esa Economía Mixta que de ahora en adelante veremos proliferar, habida cuenta del fracaso del liberalismo comercial, sobre principios de Economía ética y adecuada administración pública para resolver lo que la codicia y la avaricia complican cada día más.

Fidel Campo Sánchez