5.1.09

¿ESTADO DE SITIO EN LA LAGUNA?

Varios agentes policiales prohibieron el día 4 del presente por la mañana, a los afectados por el cierre de los 15 puestos del Mercadillo del Agricultor regalar verduras y frutas a los transeúntes, como medida de protesta. Al final se vieron obligados a dejar las bolsas con la mercancía en medio de la plaza del Cristo para que quien quisiera las recogiera. Asimismo, encargados de los puestos cuya licencia ha sido suspendida emprendieron una campaña de recogida de firmas en la misma plaza del Cristo para solicitar al Ayuntamiento de La Laguna que permita la reapertura de sus puestos. Los encargados de coordinar las acciones preparan una manifestación en la ciudad.

El estado de sitio es un régimen de excepción que puede declarar el gobierno de un país en situaciones especiales, pero nunca un Ayuntamiento, con el subterfugio de que se está alterando el orden cuando, en el caso de los comerciantes del mercadillo lagunero, quien ha dado píe ha sido una decisión Municipal fuera de la lógica Democrática

El estado de sitio representa un concepto equivalente al de estado de guerra, y por ello se dan a las fuerzas armadas facultades preponderantes para los actos de represión. Durante el “estado de sitio'” quedan en suspenso las garantías constitucionales, con mayor o menor extensión, según las legislaciones. En algunas de ellas, como sucedía con el franquismo, que se autorizaba a detener a las personas y a trasladarlas de un punto a otro de la nación, salvo que prefieran salir del territorio nacional.

La declaración del “estado de sitio” representa, en el Derecho Político, una institución muy discutida, no porque se desconozca la necesidad de su implementación en momentos determinados, sino por los abusos a que se presta por parte del poder ejecutivo, en este caso por una administración local que ha perdido el Norte y dado un traspié morrocotudo. No existen en este tema, razones objetivas que justifiquen la pérdida de trabajo inducido de varias familias, y mucho menos que se persiga a quienes abaratan primeros y necesarios productos de consumo en los hogares, paradójicamente en época de presunta crisis a aquellos ciudadanos que se han manifestado en defensa de sus derechos que han sido vulnerados injustamente y fuera de lugar por errores administrativos y falta de previsión y No diálogo suficiente.

Este estado, de aparente estado de sitio se dicta, generalmente, por peligro de invasión, guerra exterior, guerra civil o peligro inminente de que se produzcan una alteración de tipo terrorista muy grave y en este caso, estimamos que los terroristas han sido nuestros empleados, los ediles del Ayuntamiento que se han creído, en su ignorancias supinas, que las urnas le dan derecho a creerse los dueños de la finca y a cometer toda clase de medidas autoritarias cual es el dar a la Policía atribuciones anticonstitucionales. ¿Quiénes son ustedes, ediles de nuestro Ayuntamiento ¡que no el de ustedes!, para impedirnos regalar públicamente productos del campo no contaminados y SI competitivos que perjudican a su amigotes los mercachifles del Mercado? ¿Por qué y en defensa de sentencias judiciales no han actuado con las mismas desaforadas medidas, aplicando la ley a las poderosas multinacionales europeas, como Alcampo?

Lo sentimos don Fernando, pero no permita que se orine fuera de la escupidera. Actué y recupere su imagen, muy dañada en estos momentos.



Fidel Campo Sánchez