Entendemos que ese discurso del clero católico, en justificación de los dramas y horrores perpetrados por el nacional catolicismo franquista que apunta contra la conciencia cínica de cultura democrática del pueblo soberano es de justicia que debamos denominarlos como de auténtica apología del terrorismo religioso, contra el cristianismo, la democracia y a favor de la religión católica y del totalitarismo.
Consideramos que la apología a favor de los cristianos, del filósofo griego, Arístides del siglo II (a d. C), por lo que nos permitimos, así como el filósofo hiciera, en relación con las aberraciones de los deístas, de los bárbaros, los griegos, los judíos, a lo que nosotros añadiríamos el catolicismo del emperador Constantino y cuya filosofía a fuer de ser imparcial, sólo aparece con toda perfección en el cristianismo, el evangelio de
La representación de Cristo en la cruz aparece tardíamente en la iconografía cristiana. Durante largo tiempo se evitó la imagen del martirio por considerarla infamante. En los primeros siglos, la idea del sacrificio se evocaba mediante la figura del cordero o con la cruz sola (cruz muda). Es a partir del siglo V cuando se empieza a representar a Cristo crucificado, pero como Dios vivo y triunfante.
La cruz aparece en la prehistoria como un símbolo mágico o sagrado. Una de las formas más primitivas de la cruz es la cruz gamada o esvástica de triste memoria y connotaciones nacis y fascistoides como también el lauburu, ese símbolo representativo, desde la antigüedad, de los vascos y que no guarda ninguna relación con el terror que representaron las matanzas hitlerianas de la segunda guerra mundial.. Cruces que originalmente debieron representar, la rotación diurna del sol, o tal vez la llama.
España y sus territorios de ultramar (Canarias; Ceuta y Melilla), es un Estado aconfesional desde hace 30 años que nos dimos la actual Constitución, aprobada por la inmensa mayoría ciudadana que hizo que recuperáramos la soberanía que nos fuera arrebatada por el nacional catolicismo. Por eso, y de acuerdo con
El Estado, en absoluto, no debe adherirse así como ninguna Comunidad Autónoma, a ningún creado religioso, ya que no debe existir confusión alguna entre los fines religiosos y los fines estatales, por lo que la sentencia ajustada a Derecho, obliga a retirar los crucifijos y cualquier signo religioso y, además, a tomar buen ejemplo en otros lugares, principalmente al Gobierno que da signos timoratos, manipuladores e hipócritas con la presencia de crucifijos en las tomas de posesión de cargos,, que a todas luces es una falsedad e improcedente y que, a nuestro humilde entender, es comparable cuando en el franquismo se hacía, ante el dictador, el ministro de Justicia el jurar ya que no era permitido el prometer actual. Y canarias aquel “prometo por obligado cumplimiento”, que usaron algunos soberanistas, a los cuales, los vemos como conversos en el nacionalismo mercantilista canario.
Por otra parte, no es de recibo el permitir que el obispo Rouco, Cañizares y otros de
¿Será capaz ese incapaz, el de las breñas, Obispo de
Fidel Campo Sánchez