Una silla vacía en un despacho oficial, tiene a veces un sentido de ausencia que nos apena, pues nos hace recordar que hemos perdido a alguien cercano, que supo ganar con su inteligencia y férrea seriedad, el afecto de cuantos tuvimos la suerte de tratarle, de conocerle…
Es pasado miércoles día doce se publicó en BOC, el cese a petición propia de Natalia Escuder y Gutiérrez de Salamanca, como Secretaria General Técnica de
Natalia Escuder, está casada con Javier González Ortiz, presidente de Coalición Canaria en Tenerife, hombre de toda confianza de Paulino Rivero y organizador del catastrófico Congreso de CC, que acaba de celebrarse en Las Palmas.
Al parecer Javier González Ortiz, dará paso a doña Ana Oramas y González Moro, que será quien ocupe la presidencia de CC en Tenerife, ya que cuenta de antemano con una segura unanimidad. Por cierto que Javier González ha manifestado a la prensa que: “la decisión tomada por Ana Oramas de dimitir como alcaldesa de
Semejantes declaraciones, nos parecen cuento menos un tanto jocosas, pues da la impresión que son referidas a la estatura, cuando la ex alcaldesa ha demostrado con creces, que aunque menuda, posee una gran inteligencia y dotes de gran estadista. Ocurre que Groucho González, es de los que recurren a la filosofía de la oportunidad, a la cháchara, a la dialéctica malabar…escurriéndose e intentando demostrar que lo importante no son las personas sino las ideas y el partido pese a que a nosotros se nos permitirá disentir de semejante perogrullada, habida cuenta que los primero son las personas de buenos y eficaces valores y después todo lo demás..
En sustitución de Natalia, es nombrado José Luís Barreno Chicharro, al que conocimos hace tiempo como Director General de
A Francisco López Sánchez, le hubiera venido mejor Obras Públicas, ya que al ser Ingeniero Industrial, se le dan mejor los proyectos de las bobinas y de cálculo, los tendidos, los cables subterráneos y conoce en definitiva al dedillo, los que necesariamente hay que colocar en tierra: los cables. ASÍ SEA.
Fidel Campo Sánchez