14.11.08

NEGROS NUBARRONES SE CIERNEN SOBRE LA LAGUNA AL DIMITIR ANA ORAMAS.

En la tarde de ayer, cuando disfrutábamos de nuestro paseo diario, sonó nuestro móvil y uno de nuestros informadores, cercano a CC-PNC, nos da la sorprendente y mala noticia para nuestra entrañable ciudad, La Laguna y nos dice: si está de píe siéntese, ahí va la noticia, doña Ana Oramas a dimitido y da un paso atrás, como alcaldesa pasando el testigo al joven Fernando Clavijo.
Lo primero que se nos ocurrió pensar y que manifestamos seguidamente es que mujeres de la talla política y de estadista amen de tanta alcurnia, de la señora Oramas y González Moro, son necesarias en nuestra ciudad, en Canarias y el mundo y lo exige Dios. Ese Dios al que muy poco ha tenido presente el ciudadano Álvarez, señor de las Breñas, quien después de todo lo que la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna, debe a la buena mano de la señora Oramas, por sus mediaciones e interés en el hacer de la que ha sido hasta hoy nuestra querida alcaldesa. Ese Obispo que tanto viene ofendiendo a La Laguna, como individuo carente de principios y valores éticos, creó un contencioso que incomodó a nuestra alcaldesa, al tener semejante cretino, el atrevimiento de rechazarla como pregonera de la Semana Santa, además de otras indelicadezas que pudieran ser una de tantas causas que hayan motivado el que Aguere pierda, una vez más, una magnífica estadista que con pulso firme y certero ha venido dirigiendo el acontecer de estos últimos años en la ciudad universitaria.
Debemos decirle a ese señorito, el anticristo del nacional catolicismo en estas Ínsulas, que de desagraciados está el infierno lleno. ¿Por qué con tanta facilidad ha olvidado que doña Ana siempre ha estado dispuesta a resolver los problemas que ese clérigo ha venido produciendo?
El lector debe conocer quién es este individuo y compararlo con doña Ana que hasta última hora ha trabajado para La Laguna y de Madrid nos ha traído resuelta la reparación, por parte del Estado del cimborrio y de las cúpulas, así que de ahora en adelante Bernardo puede cupular con quienes desee, que ha de ser lo suyo pues de cúpulas catedralicias no tiene ni puñetera idea
Pero lo que consideramos de autentico escándalo y de cobardía ha sido la actitud de los laguneros que no han sido capaces de mostrar solidaridad y rechazo público, cuando el tal Bernardo la rechazó como pregonera a la máxima representante de nuestra ciudad. ¡De pena y vergüenza ajena!
El Señor y nuestro hermano mayor Jesucristo, ayudarán a nuestra presunta ex alcaldesa-diputada nacional, pese a ese pueblo que permanece impasible y nada preocupado por el devenir de lo que fuera el primer centro docente de Canarias, y ante los negros nubarrones que se ciernen sobre nuestra querida La Laguna. AMEN Y AMEN.

Fidel Campo Sánchez