7.11.08

EL ANDRÓLOGO, DE COFRADIAS HERMANDADES, LA CATEDRAL Y SU PATRIMONIO

Se dice que el lagunero de verdad es aquel que se le puede ver en las esquinas, comentando el devenir de nuestra ciudad.En los últimos comentarios o parrafadas que hemos escuchado está centrado en la visita al obispo de la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna, por parte de un profesional para hacerle una exploración física. Al menos esto es lo que suponen los bien intencionados, lo inocentes que todo lo ven de color rosa, los que casi siempre están por los cerros del Pulpito-Mesa MotaNosotros que somos más pragmáticos y aficionados al periodismo de investigación tenemos que manifestar que la tal visita no se trataba de valorar ningún tema relativo a impotencia eréctil o prostático sino que el motivo fue una mera coincidencia y, que los bien intencionados y preocupados por la salud del señor de las Breñas pueden estar tranquilos toda vez que no se está ante ninguna disfunción andrológica, ni del Ordinario ni de ninguno de sus vicarios, ¡afortunadamente!, sino de una confusión al haberse producido una reunión en la Casa Anchieta entre el presidente de las cofradías y hermandades, don Pedro Ramón Gutiérrez Hernández, acompañado de la secretaria de cofradías y hermandades, para tratar de las contenciones emanadas de la Sede Episcopal, contra el pueblo lagunero, Escuadra de Artilleros del Cristo, la más que escabrosa cuestión de, en el tiempo, supresión de la Semana Santa, entre otras cuestiones tradicionales, así como el impedir que nuestra alcaldesa, la del pueblo soberano lagunero pudiera hacer de pregonera en el acto previo a ese periodo sagrado del cristianismo, desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección y que ayuda a recorrer procesionalmente nuestra entrañable ciudad y conocer su patrimonio artístico, a la vez que disfrutar del especial ambiente de recogimiento de la Semana Santa lagunera, con su Procesión Magna y la del Silencio, de gran raigambre en Tenerife, que se pretenden reducir e incluso suprimir.

Lo que al respecto debemos manifestar es que la reunión, entre ese obispo soberbio. no deseado y los “timoratos!, representantes de las Cofradías y Hermandades, transcurrió en posiciones de auténtica sumisión que llegaron a poner de manifiesto sus padecimientos del síndrome de Estocolmo, por el terror que les suponía el enfrentamiento con ese benahorita que aspira al arzobispado de Canarias, con sede en Canaria. Se les ordenó un pacto de silencio y de ninguneo hacia todas esas fuerzas vivas de la sociedad que defienden a ultranza las tradiciones contra la manipulación mercantilista de esos fariseos y mediocres que “presiden” cual lacayos, a las ordenes de quien está contribuyendo a destrozar la fe del pueblo de Dios.Y haciendo un poco de Teología apuntamos que las diferentes religiones han nacido y se han desarrollado históricamente, en coexistencia junto a otras. El Cristianismo, ¡que no el nacional catolicismo!, purifica y realiza con plenitud los valores contenidos en las demás religiones. No es posible afirmar, en términos de interpretación idealista de la historia de las religiones, que la religión de Jesucristo y que una vez conocido el Cristianismo se conozcan todas las demás tradiciones religiosas de la humanidad.Las tradiciones religiosas han experimentado durante décadas un notable retroceso por las implicaciones de su “pastores” con la política, como núcleo de cultura y de civilización, como una manera de vivir, pensar y sentir el Cristianismo de manera muy sui géneris y apartándose del Evangelio. Se adorna con razones populares, procesiones y actos piadosos, por la inspiración de la experiencia histórica y lo que es muy importante y de gran necesidad: LA FE, ESA QUE MUEVE MONTAÑAS.
Por eso, los que se están o tienen el atrevimiento de plantearse la supresión de los actos tradicionales de Semana Santa, debido al descenso de afluencia de fieles a las iglesias y procesiones, no es de recibo, habida cuenta que los curas no están para hacerse palacios- el Señor no tenía palacios -, atesorar vienes muebles, inmuebles y crematísticos, sino por el contrario, están para compartir, velar por los humildes y traer al redil a los duros de corazón con amor, ¡el amor puro de Cristo!, y además trabajar, trabajar… en la Obra del Señor, en esa integridad, la gran ausente en los comportamientos de los religioso y políticos.Constatadas las inmadureces y mediocridades de los “grandes” popes de cofradías y hermandades laguneras, se nos va a permitir que digamos: La persona madura, la que ha desarrollado actitudes y aptitudes en relación a sí misma y, a su ambiente, el cual lo ha colocado por encima de “niñerías” en pensamiento y conducta, acepta la responsabilidad o dimite por sus malos actos, con el obispo a la cabeza, que el deseo generalizado de los creyentes religiosos. ASI SEA.
Fidel Campo Sánchez