Todas aquellas instituciones pública que realizan comelonas, cenas, en definitiva agasajos con dinero público a los medios de comunicación de masas (Prensa), desde nuestra óptica, como comentaristas, ciudadanos de a píe, representan todo un show que, humildemente criticamos ya que necesariamente implica que tengamos que llegar a la conclusión que el objetivo es compensar, por no decir comprar voluntades en esa docilidad que notamos en los medios hacia los políticos, la política y las administraciones en esta cada vez más república bananera, convertida en una auténtica mamandurria donde abundan los ineptos y los que viven del “oficio” de la política.
Pues bien, después de que a modo de descargo expresamos lo precedentemente expuesto, pasamos a dar cuenta de una de tantas dilapidaciones de dinero público llevada a término por el Ayuntamiento de La Laguna, nuestra entrañable ciudad, en una parte noble del recientemente remodelado Teatro Leal
Se ofreció a los periodistas una frugal cena a base de canapés de todo tipo, entre los cuales y por significativos fueron muy comentados por los asistentes los de chorizo de perro, no faltaron los de jamón de jabugo ni de Montesano, estupendas costillas de cochino con piñas de millo (piñas de maíz que dicen algunos iletrados, godos canarios, haciéndose los “fisnos”), todo ello con degustaciones de excelentes caldos de las acreditadas bodegas de vino tinto y blanco de esta nacionalidad, pese a que algún bobera, entre los 27 ediles, comentó que echaba en falta vino de allende los mares, de Rioja, nosotros a éste y a modo venezolano de mandaríamos para “el carrizo”.
Al final de la tremenda panzada muchos no usaron las servilletas y los muy cochinitos, en un alarde de mala educación y rompiendo esquemas de mínimos de la etiqueta necesaria se embaban los dedos. Desde luego, cada vez estamos más convencidos de aquello: ¡lo que La Laguna non da, Las Laguna non presta!
Asimismo en esta bacanal se ofreció, como regalo, la popular cesta de Navidad, con la “genialidad” que, en esta ocasión, fue denominada como “cesta erótica”, compuesta principalmente de pepinos y zanahorias de gran tamaño, en erótica representación de ese buen calibre que le achacan al Dinio y el conde Lecquio modelos del “marujeo” y de portadores de buenos y voluminosos “paquetes” que podrán dar buena fe, María de la Piedra o Marujita Díaz, con respecto al Dinio y al primo Borbón la actriz sex woman y mente “captus”, Ana Obregón.
Dado que esta cena coincidió en fecha, no en hora, con esa boda gay oficiada en el Ayuntamiento chicha por el edil Ignacio González y líder del CCN, nos permitimos a quienes organizaron el evento del Leal, vean la posibilidad de enviarles una buena cesta erótica, como regalo de boda a estos dos nuevos contrayentes para que den el visto bueno, o, rechacen la concepción de tamaño pepinal que tienen los ediles laguneros que, suponemos, irá acorde con los buenos tamaños de los genitales.
Y como nos dicen que se notó cierto distanciamiento entre el comisario político del PSC de La Laguna y el portavoz del Grupo Municipal Socialista, don Gustavo Matos, al parecer por unas manifestaciones que este último hiciera sobre el lagunero y jesuita José de Anchieta, hijo de vasco y autóctona guanche, pensamos dedicarle un tema sobre la figura cristiana del mismo.
FIDEL CAMPO SANCHEZ