2.12.09

LAMENTABLE EL ESPECTACULO BOCHORNOSOS DE LA TELEVISION

Se nos ocurren dos palabras que definan mejor la programación que durante años nos vienen metiendo en el salón de casa determinada cadena de televisión; mejor dicho, sí se me ocurren, pero las reservaré. Hace ya veinte años, al amparo de la Ley reguladora del servicio público esencial de la televisión, las nuevas concesiones desbancarían rápidamente a un ente público acomodado, partidista y mal gestionado. La competencia siempre redundaría en beneficio de un espectador canso de supuesta mediocridad, y deseoso de aires de libertad, a modo de nuevos contenidos más abiertos e improvisados. ¡Ja que si quiere arroz Catalina!

Y lo único cierto es que casi dos décadas después, aquellas incipientes emisiones repletas de 'Mamachichos', 'Pressing Catch' y 'Humor Amarillo' nos mostraron los primeros pinitos televisivos de gente como Bertín Osborne, Jesús Vázquez o los únicos, y gracias, de Leticia Sabater. Con lo que dejaban bien a las claras lo cutre del ingenio. Pero todo se puede superar, tras aburrir a propios y extraños con la formula inicial, apareció casualmente una nueva figura, que alejada toda inocencia inaugural, caló pronto en los españoles, ¿recuerdan al Padre Apeles?; el Padre de todos los 'frikis'. El desfile patético de estrellas sin firmamento que le sucedieron ha sido de película (¡sí!, eso que emiten entre anuncio y anuncio); Rociiito, La Veneno, Yola Berrocal, los hermanitos. Con todo, la reciente aparición de un tipo irritante y especialmente desagradable, impartiendo justicia chulesca, me parece ya colmo del despropósito, lo más bajo del pozo divulgativo. Risto Mejide, en otra tiempo colaborador, poco entendible, del Sr. Luis del Olmo, podría coger la mano de Belén Esteban y, juntos, levantar del premio de la poca vergüenza y la desfachatez. ¿A dónde vamos?. ¿tendremos que seguir soportando las inmoralidades del la Casa del gran hermano, o el de la tarde como “Sálvame” Lamentable el bochorno que a diario introducen en nuestros hogares de la Televisión cutre e inmoral.