La subdelegación del Gobierno del Estado cree que las 28 licencias actuales de policía local actuales son excesivas, nosotros consideramos que, por lo recuerdos de la dictadura, ninguna sería mejor. Que les controle a ellos, que trabajen más y que dejen algunos de tratarnos como si la Democracia, el derecho del pueblo, debiera ser vigilado. ¡ esto es el colmo!. ¡No y mil veces no, señores inquisidores! ¿Cómo puede ser posible que hayamos estado vigilados, controlados por policías locales de paisano?, hasta 28 nada más y nada menos y que nadie, absolutamente nadie, ningún sindicato, lo haya denunciado, pues, es evidente que el conchabeo y el totalitarismo franquista cual ave fénix renace de sus cenizas, utilizando métodos que pueden vulnerar el Estado de Derecho y las libertades individuales y colectivas. Y por si fuera poco lo que estamos exponiendo es debido a que al parecer son tan graves los problemas de seguridad ciudadana que se baraja la posibilidad de ampliar esta especie de “Brigadilla o aquellos grises de pésimo recuerdo”
Como después de la creación de la Policía Autónoma o guardia pretoriana para CC-PP y ahora este “secreta”, no nos está gustando el caminar de la perrita. Rescatamos de la memoria los sistemas que utilizaba la dictadura para controlarnos, encerrarnos y fusilar a los rebeldes, como ocurriera con los últimos pasados por las armas, cinco días antes de la muerte de Franco, no sin antes hacer referencia a ese suboficial gomero, Rafael Mesa Mendoza, delegado sindical de CC.OO, quien al crearle un problema a Manual Hermoso, cuando era alcalde del Ayuntamiento chicha, se lo quitó de encima, ascendiéndolo y dándole la posibilidad pasar a ser Jefe de la Policía Local de Icod de los Vinos. Pide traslado a La Laguna y, al parecer tiene un gran padrino en el equipo de Gobierno quien lo apoya para ese sui géneris “secreta” y, además, la creación del Cuerpo de Agentes de Movilidad que intuimos tendrá, en exclusiva, la misión de “multar a los ciudadanos”
Nuestro preámbulo no quedaría completo sino habláramos de las “Brigadillas de la Guardia Civil del pasado” que surgieron con motivo del fratricida y encarnizado levantamiento militar iniciado en 1936, sucediéndose episodios tan trágicos que, al finalizar la guerra incivil en 1939, con las tan malditas y denostadas “brigadas del amanecer”, de triste recuerdo en esta nacionalidad, surge los que ha venido llamando como la “Brigadilla”, fuerza represora que, detenían, torturaban para, a posteriori, fusilar a ciudadanos que defendían sus derechos y libertades individuales.
Hoy existen, gentes o personas, quizás por carecer de pasado y memoria histórica que carecen de voluntad para mirar atrás –con ira o sin ella – ni siquiera se permiten hacerlo en las horas lánguidas de atardecer, cuando le brota al alma el sarpullido de la nostalgia. Esas gentes se inclina por comodidad e incapaces de pensar en los demás, les preocupa más sus estatus para hacer un mundo a su medida
Nosotros con esos procedimientos de tinte autocrático que se vienen dando en Canarias y concretamente en La Laguna, nuestra entrañable ciudad, pensamos en un futuro incierto. Le aguardan a uno, por nuestros valores de ciudadanos con causa, detrás de las esquinas a algunos de esos policías de paisano, policía secreta que, indudablemente, nos llevan a tener que recordar a aquella Brigadilla de la Guardia Civil, de triste y lamentable recuerdo.
Aquellos inspectores de la policía secreta franquista eran empleaduchos quienes por sus afecciones al franquismo, consiguieron ese trabajo en razón a sus instintos de maldad. A diferencia de los de hoy que portan material más sofisticado pero, tenemos que suponer, no cierto espíritu malvado. Los otros portaban pistola, una pequeña chapa que les identificada, una linterna, las correspondientes esposas o grilletes y un silbato para concentrar al resto que se pudiera encontrar diseminado por los alrededores. Inspectores que brujuleaban a la caza de los anticlericales y los “rojillos” a los que no se les permitía reuniones de más de dos personas ya que no se podía hablar de derechos, pues, todo eran obligaciones al régimen, al dictador y a sus camarillas.
En La Laguna, por lo que se deduce, esos agentes “secretos” se dedicarán principalmente a emular a las Brigadillas para sorprender en las tabernas, guachinches o lugares de reunión, incluidos los partidos políticos donde instalarán el chivato de turno, para detectar a los que hablen mal o conspiren contra el “régimen nacionalero de CC”
Por eso la “Brigadilla” lagunera, esa tan “sui géneris”, costosa, folklórica y tirando a cutre con tintes represores que nos hacen pensar en que se avecinan tiempos malos, muy malos que nos podrán dejar sin derechos.
FIDEL CAMPO SANCHEZ
