18.12.08

EL ACALDE DE ARAFO PIDE EL CESE DEL DIRECTOR GENERAL DE LA VIVIENDA.

Nuestro viejo conocido, ¡que no amigo!, y veterano alcalde de Arafo, Domingo Calzadilla, está muy enfadado con el Director General del Instituto de la Vivienda. Hasta tal punto, que con vehemencia, pidió la pasada semana, en declaraciones al periódico EL DIA, el cese de Jerónimo Fregel Pérez.
Al parecer el Director General, no le hace caso, no atiende sus demandas de dotar de red de saneamiento, en la calle Luís Braile, lo que ha generado un problema de salud pública muy grave y que precisa urgente implantación
El “ínclito” Domingo Calzadilla, explicó con todo género de detalles, que la noche del pasado día dos de diciembre, de madrugada, fue necesario la intervención municipal urgente, porque los garajes y las zonas cercanas a las viviendas, se inundaron de aguas fecales, de mierda, de caca, que por cierto exhalaba un hedor que molesta mucho
El alcalde manifestó su indignación pues jerónimo Fregel, conocía el problema hace un año, por escrito y durante una reunión que mantuvieron ambos en su momento.
El señor Calzadilla, que es persona entendida en estos menesteres, recordó que ya le advirtió a Jerónimo Fregel, que tal situación se podía producir, habiéndoselo indicado en el acto de entrega de las llaves a los vecinos. El alcalde fue contundente, pues manifestó que no es de recibo que esta promoción de viviendas se adjudicara y entregara, sin un sistema de saneamiento adecuado y que el señor Director General, con una magnífica sonrisa “Profiden”, no se haya dado por enterado. Desde el 14 de marzo del pasado año, se planteó la necesidad de colocar una red de saneamiento adecuada, pero por lo visto no hubo respuesta. Por este motivo, el alcalde de Arafo demanda del Gobierno la destitución fulminante de Jerónimo Fregel.
La verdad es que nuestra Administración es ineficiente, burocrática –por no decir burrocratica -, poco austera y nada racional, capaces de entregar unas viviendas sin tener resuelta la evacuación de las aguas residuales. Lo cierto es que resulta increíble, pero ocurre como vemos. Y es que la Administración está en manos de los partidos políticos, todos sin excepción, se han dedicado a disparar con pólvora del rey, colocando a sus simpatizantes, paniaguados, enchufados, amiguetes y parientes (nepotismo)…
El ciudadano es el que paga, a través de unos impuestos elevados y tanto despilfarro ha situado a los partidos en el último lugar en cuanto a credibilidad. Gran parte de la culpa la tienen tantos políticos de pacotilla, que no hacen sino babiecadas, mientras aprovechan la poltrona para mejorar, ampliar sus chalet, con costosos materiales y decoraciones de película, por ejemplo.
La política de vivienda es una de las más complejas y habría que seleccionar a personas con conocimientos técnicos, para desempeñar con objetividad y eficacia la gestión de nuestros recursos, por cierto cada vez más escasos.
Últimamente estuvimos en las dependencias de Vivienda, necesitábamos información de cómo adquirir una vivienda de Protección Oficial para un familiar ausente, Recorrimos las oficinas de la ceca a la meca y la verdad es que sacamos una malísima impresión. Salimos desinformados y además dudando si los responsables de atender tienen idea de la legislación aplicable en materia tan complicada.
Lo que si pudimos observar, es que los encargados de atender, estaban más preocupados en colocar un posible “Pino de Navidad” y de organizar una comelona en casa de una tal “Pabruto” que del estricto cumplimiento de sus obligaciones.
Nos fuimos apenados, pensando en el mantenimiento de las oficinas, la luz, el agua, el aíre acondicionado, los viajes y las dietas. Y mucho más grave aún, la cantidad de funcionarios, personal laboral, contratados, a los que hay que pagar un sueldo, la seguridad social para nada, pues cuando no están de compras en el Corte Inglés, se encuentran tomando café en el bar cercano o comentando el partido del domingo, mientras nosotros recibíamos un trato propio de una casa de locos…
¡No es llano el camino de Jerónimo, con tantas aguas negras que reconducir!

Fidel Campo Sánchez