31.12.08

¿EL CRISTO DE LA LAGUNA, MILAGROSO TAMBIÉN EN NAVIDAD?

La laguna es como una casa pequeña, donde a veces se bosteza de aburrimiento, otras, todo lo contrario, se pasaba de la raya originando las carcajadas más sonoras de todos los tiempos. Y es que La Laguna nunca ha tenido término medio y lo que más llama la atención es que, por lo general, siempre encuentras en sus habitantes una sonrisa en la cara, una palabra de aliento, una broma, una anécdota y ello a pesar de la increíble crisis económica que nosotros, a juzgar, por el movimiento de compras en los comercios, no vemos por ningún lado…

Un personaje inigualable fue Francisco Melián, gran parlanchín y asiduo a las tertulias del café Castillo, del bar Carrera, del Casino, del Ateneo…

Decía Paco Melián, como familiarmente se le conocía, que había vivido el tiempo suficiente, para conocer bien la realidad de la vida para sonreír, quitándole hierro a cualquier controversia, a cualquier asunto turbio, pues pensaba que al día siguiente había que seguir siendo hipócritas, hasta con los más cercanos. Siempre terminaba afirmando: vive y deja vivir, esa es la cuestión, Había vivido nuestro conciudadano los suficientes años para conocer que la realidad de la vida puede erosionar hasta las costumbres más arraigadas.

Antonio el Perita, campanero de la Catedral, solía afirmar que en La Laguna, a partir de mediados de diciembre, todo era Nochebuena, incluyendo la Pascua, la festividad de los Santos Inocentes, la despedida del año y la llegada de los Reyes Magos. Y es que la ciudad se llenaba de síntomas inconfundibles, precursores de esos festejos tan entrañables y populares.

En estas Navidades… y con la presunta crisis a cuestas, ”el gloria in Excelsis Deu…”, el Nacimiento del Hijo de Dios nos trae a La Laguna una nueva buena nueva, una buenísima noticia y no precisamente del sorteo de la Lotería, que solo ha dejado unas series del quinto premio, en la popular Administración de los hijos de Paco Penedo, que administra su hija Bea.

Al parecer, se dice que, ¡por fin!, en el año 2009, contaremos de nuevo con la presencia de la Escuadra de Artilleros, de la vecina Batería de Montaña, que como sabemos, prometieron acompañar al Cristo en sus salidas procesionales, por haber regresado salvos de la campaña de Marruecos de 1921/1922.

Por ello se han reunido, con el ciudadano Bernardo, ordinario del lugar, los señores vicarios, asistiendo además el arcipreste, Prudencio Redondo, y después de una largo debate, han acordado que, al tratarse de una cuestión puramente formal y muy reivindicativa del pueblo, lo mejor y más acertado es mirar para otro lado y acabar de una vez, con la tensión que innecesariamente ha generado esa “Sinodal tontería”. También, y sobre el mismo tema, hubo reunión del Cabildo Catedral, presidida por el deán Julián de Armas Tomar y el vicepresidente, Vicente Cruz para tratar de sondear la opinión de los señores canónigos, que en su mayoría, acordaron debía correrse un tupido velo, por considerar poco oportuno tal “Sinodal Constitución”.

Cábenos en honor de felicitar a los señores capitulares por su actitud cristiana y comprensiva, en especial a Antonio Jimeno, Pedro Juan García, Julio Sánchez, Cristóbal Pérez, José González, Luís Pérez, entre otros. El organista Cirilo parece que no pudo asistir, ni Clemente por estar algo delicado, así como Mauricio debido a sus ocupaciones en la Matriz de Santa Cruz de Tenerife.

Podemos, por tanto, despedir el año, contentos por esta presunta milagrosa intervención del Santísimo Cristo, que nuevamente se ha podido manifestar alejando los nubarrones, del ordinario Bernardo, el de las Breñas

Así, concretamente el día 28 de diciembre, festividad de los Santos Inocentes, el día que los laguneros se gastan toda clase de de bromas de las más sorprendentes como aquel entretenimiento de nuestra infancia, que era el asustar con saltapericos al canónigo don Bernabé. ¡Bendito sea el Señor!, exclamaba el bueno de don Bernabé… para una vez recuperado del susto, justificar que era un juego de niños, libre de todo pecado. ¿Y qué nos dicen de los voladores de la noche del Cristo, reventando todos a la vez? Esa si es una inocentada temerosa de Dios y que concluía con, amén, amén.

No obstante, no podemos dejar de contar la inocentada que gastó Juanito Ríos. A aquel famoso personaje conocido por Daniel el Huevudo. El tal Daniel, entraba, pasaba de venta en venta y cuando remataba daba tremendos traspiés, se mantenía gracias a las paredes.

Un día de los Santos Inocentes, Juanito Ríos puso en práctica una de sus baladronadas. Aprovechando que Mederos, el de la funeraria, y sus amigos tomaban una copa en la venta de enfrente, tomó del brazo al Huevudo y lo llevó a rastras a la trastienda de la funeraria. Allí le colocó en una caja holgada, puso seis velas encendidas y le dejó dentro del ataúd, como si estuviese en una cama el pobre Daniel

Al regreso de Mederos y sus compañeros, de pronto oyeron una voz que procedía de una de las cajas de la trastienda que exclamaba: ¡Estoy vivo, sáqueme de aquí, no se vayan, me han metido sin darme cuenta! Fagón, el general sin estrellas, sin fusta y bastón de mando, se limitó a darle su más sentido pésame….

Estas anécdotas y aquellos personajes definen bien a La Laguna, una ciudad mitad señorial y mitad campesina, por lo tanto socarrona, divertida, bromista…

Por lo cual, don Hipólito Jorge, canónigo jubilado y figura eminentemente popular, único cura con sotana en nuestra entrañable ciudad, afirma, con la simpatía y socarronería que le caracteriza:” Yo no creo que molesten los que les gusta jugar a los cochitos (tronos) y también a los soldaditos de plomo”. Eso no es todo, pero acuden a la Iglesia, nosotros tenemos que poner el resto”

¡Válganos el Señor de La Laguna, las cosas que uno tiene que ver y oír! Felices inocentes.

Fidel Campo Sánchez