El reconocimiento por parte del ministerio de Agricultura Irlandés de que al menos 38 granjas de ganado vacuno del país han alimentado a sus animales con pienso contaminado por dioxinas, abre un segundo y alarmante frente en la seguridad alimentaría europea y especialmente en nuestra nacionalidad CANARIA habida cuenta que dependemos, cada vez más, de las importaciones hortofrutícolas-ganaderas dada la marginación que, desde años ha, se ha sometido al sector primario en beneficio del turismo y de los especuladores inmobiliarios y, además, extremadamente producido con la pérdida, mejor con la rapiña, del banco pesquero canario-sahariano
Y aunque inicialmente los productos de carne de vaca no presentan niveles de riesgo similar a los hallados en el ganado porcino, que han llegado a superar 200 veces los niveles legales, también deberían ser sometidos a una cuarentena hasta que exista la plena seguridad que se garantice el consumo en perfectas condiciones sanitarias, impidiendo importaciones de carnes, apoyando el consumo de producción propia, a sabiendas de que se puede producir un desabastecimiento pero, siendo conscientes de que debe primar la salud ante todo, pues, el peligro que corremos es muy grande
Si las autoridades irlandesas están obligadas a investigar y aclarar el modo en que las dioxinas han podido burlar los controles sanitarios e introducirse en la cadena de los productos derivados que se exportan a muchos estados de
La única posibilidad para alimentar a nuestros hijos se reducirá a bloques de cemento, cuando no a la emigración ya que aquí ya no cabemos y además hundida la débil economía dependiente, ¡como todo depende del exterior!, volverá la hambruna de años pasados, con la diferencia que antaño teníamos gofio para la lechita de la cabra y de ésta sus baifos que normalmente eran para el “señor”, en “agradecimiento” a las penurias que hacía pasar. La comida para los más pobres (de centeno, millo, cebada, trigo), plátanos sancochados así como pescado salado y algunas matazones de cochino, escaldones, higos picos y de leche frescos (pasados en cañizos), pues higos de leche serán muy escasos ya que, entre otros muchas cuestiones de tipo ecológico y depredación del territorio, por parte de esta partitocracia insaciable, que nos viene desgobernando, hasta la higueras han desaparecido y es de prever que lo próximo serán los castañeros.
¡Es muy alarmante el futuro alimentario que nos espera!
Fidel Campo Sánchez