9.12.08

SE ACERCA LA NAVIDAD

Conversar, en principio, es un placer y una forma de conocerse y compartir. Estas Navidades, en las reuniones familiares y sociales, al reencontrarnos con la gente con la que nos vemos de año en año, hablaremos. Pero, en cuanto nos cuenten que el viaje, bien, que por allí todos bien, y que el tiempo regular, supongo, de qué se habla. En teoría, existen muchas posibilidades de conversación, prácticamente infinitas, pero la realidad es otra. El más extendido y fácil de los temas, sin duda gana por goleada, es el fútbol, todo el mundo sabe, entiende y opina aunque, también es uno de los más peligrosos. Ojo con pronunciarse sin tantear el terreno bien. En nuestra entrañablemente La Laguna, lamentablemente siguen coleando y continuarán, en el 2009, todos los contenciosos que nos ha creado el señor de las Breñas Altas, el Obispo de la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna, La Escuadra de Gastadores, el querer acortar la Semana Santa hasta su erradicación, el arzobispado en la Isla de Canaria, la ruina de La Catedral, lo nada claro del Patrimonio, el Palacio emulando a los grandes emperadores como, por ejemplo a Constantino, adorador del Sol y fundador de la Iglesia de Estado, denominada como católica

De política, economía y religión ya se sabe que no se puede hablar. No dejarse seducir por una afinidad de ideas, afectos o fobias. En cualquier momento puede convertirse en una trampa. De mujeres y hombres, aunque sea de famosos ni hablar. Con esas frivolidades, lo único que conseguimos es que piensen que somos unos superficiales, cotillas y cosas de esas.

Libros, cine, teatro, exposiciones, música. Pues sí, a priori son temas interesantes, dan nivel, no cabe duda pero quizá no es aconsejable. Esto a mucha gente le aburre. Las cifras de pérdida de espectadores, por ejemplo, que periódicamente aparecen en los informativos, son preocupantes. Bueno, aquí no me pronuncio, vosotros sabréis, el único peligro es que nos malinterpreten y nos tomen por lo que no somos.

Con la comida, ojo, que parece fácil viendo a muchos de nuestros cocineros canarios y al tal Arguiñano, pero, ¡cuidado!, el exceso puede resultar una bomba de relojería. Al que no le sobran unos kilos, tiene colesterol, o azúcar, odia la carne, el ajo o todo a la vez. Respecto al vino, la rivalidad regional está alcanzando unos niveles tan competitivos que es arriesgado defender una posición moderada o plural.

Hay que tener cuidado, no es fácil conseguir la paz en Navidad, mientras no se mande a mudar el ciudadano Bernardo de las Breñas altas, del que esperamos que por San Andrés, en esas aperturas de bodegas vitivinícolas que tanto le gustan no vaya a pasarse en sus brindis y a pisarse la faja, como ya hiciera en pasadas fechas

En fin. ¡Ah! Ya sabemos. ¡Como está, por esos suelos, la fe de los laguneros, después de lo de la norma sinodal para perjudicar al Cristo, a su Escuadra de Gastadores y demás lindezas de los clérigos, algunas hasta de terrorismo religioso! ¿Eh?

FIDEL CAMPO SANCHEZ