13.2.09

ESTRATEGIA EQUIVOCADA DE ESOS DEL PP

La ampliación ayer a 37 del número de imputados en la trama de corrupción que ha salpicado a instituciones gobernadas por el PP, fundamentalmente en Madrid y Valencia, confirma el grado de penetración que pueden alcanzar redes delictivas como las que están siendo investigadas; al tiempo que abre un período de declaraciones que se extenderá como pronto hasta comienzos de marzo, cuyo potencial impacto en la vida política y partidaria requiere de un manejo respetuoso hacia la acción de la Justicia especialmente por parte de la formación que se está viendo repercutida por las averiguaciones. Seguramente pocas manifestaciones como las realizadas ayer por el líder de los populares vascos, Antonio Basagoiti, doliéndose de que algunos 'conseguidores' hayan podido enriquecerse de forma fraudulenta amparándose en el buen nombre del PP, reflejan la inquietud que han sembrado en las filas del partido unas acusaciones que proyectan sombras de sospecha sobre su correcto proceder. Las obligadas dimisiones de quien fuera alcalde de Majadahonda y del ya ex regidor de Boadilla han acabado revelándose tras las imputaciones de ayer como un movimiento del todo necesario para preservar, desde la presunción de inocencia, la integridad cuestionada de las instituciones. Pero esas renuncias y la envergadura de la operación requieren también por parte del PP la renuncia a seguir interpretando las actuaciones judiciales como fruto de una campaña de desprestigio orquestada desde el Gobierno contra el principal partido de la oposición. La transparencia y firmeza disciplinaria que han prometido los dirigentes populares precisan de su confianza en la limpieza de las investigaciones para justificar las medidas internas que ya han comenzado a adoptar. Pero también para certificar su voluntad de llegar al fondo de un asunto que precisa ser despejado por el bien de la propia democracia.

Mas en absoluto son de recibo las declaraciones de la cúpula del PP, con Rajoy a la Cabeza, descalificando al Juez Garzón y cuestionando el Estado de Derecho, pasándose más de la cuenta en esa estrategia errada de acoso y desgaste al Gobierno y a sus instituciones democráticas, en sus ensoñaciones dictatoriales y franquistas que están contribuyendo a la desaparición de ese partido, más de ultra derecha que de centro democrático.





Fidel Campo Sánchez