COLECTIVO CIUDADANO EL BERODE
Intervención plenario día 12 marzo del 2009
Señoras y señores concejales
Con la venia, señor alcalde:
Antes de abordar el punto del Orden del Día para el que se ha pedido intervenir, deseamos con todo afecto despedir a doña Fidencia Iglesias González por su cese como concejal y agradecerle los servicios prestados a la vez que reconocer el haber dejado muy alto el listón de Cultura.
Centrándonos en el punto correspondiente sobre asuntos varios, recogido en el número 9, decimos:
El espíritu del 79, quedó reflejado en esta nacionalidad y concretamente en nuestra ciudad, tras las elecciones con la formación de un Ayuntamiento democrático elegido por el pueblo soberano y que puso como primer alcalde al socialista Pedro González, acompañado de jóvenes y entusiasta socialistas de aquella época dorada del socialismo tinerfeño y mediante una coalición entre el PSOE y 3 fuerzas más.
Hoy, mediante la propuesta del Grupo Municipal Socialista se pretende la celebración del 30 aniversario de las elecciones municipales, relativo a la conmemoración del 3 de abril de 1979. Como desconocemos cuál será el contenido de la propuesta para celebrar tal efeméride, nos proponemos hacer la reflexión siguiente:
Hay personas a las que la naturaleza las dota de un don especial, que logran con su talante, constancia y valentía lo que otros, lamentablemente no consiguen por mucho que se esfuercen. Lo que queremos expresar al iniciar este comentario, para que no pueda haber lugar a dudas, es el referirnos a la importancia que tiene el compromiso asumido por don Pedro González y aquella heterogénea corporación municipal, con la ciudad de La Laguna y los laguneros, en la defensa y puesta al día de los temas sociales que fueron su principal objetivo y del que parecen desconocer, por no haberlo vivido, los actuales miembros del Grupo Municipal socialista.
Contrariamente a lo que hicieron los concejales pioneros de enfrentarse a las obligaciones inherentes a un nuevo e importante proceso público, ahora que desgraciadamente vivimos una época de crisis, donde todo se tambalea. Vacila la economía horrorizada del poder destructor que “el diablo” ha puesto en manos de los banqueros. Vacila la política, porque no proporciona felicidad sino tristeza a los ciudadanos. Vacilan las conciencias, frente a una moral en quiebra, que anula las ideologías y a la piedra angular de la sociedad, la familia, de por si estrangulada por el paro. La humanidad está enferma de angustia y confusión. No hay nada seguro y encima nos persiguen las especulaciones, las extravagancias y las piruetas de circo que vemos hacer a los políticos.
Pero el punto es que se nos propone algo que, para nada puede enlazar con aquella Corporación Municipal de 6 ediles del PSOE, 5 de UPC, 2 de Asamblea Lagunera y uno del PC y los 13 de la UCD. Aunque aquel equipo de Gobierno heterogéneo atravesó momentos de desacuerdos, casi de jaula de grillos, fueron capaces gracias a la generosidad de don José Luís Mederos, de la UCD apartándose en la formación de un Gobierno que comenzaba a entrar en crisis, no atizando el fuego de los enfrentamientos para contribuir a que salieran de la crisis, salieran adelante y llegaran a situaciones optimas para mantener la estabilidad. Se llega a la etapa de Santiago Pérez, se consiguen 13 concejales con los que no se puede formar Gobierno por ausencia de buenos negociadores. Se llega a nuestros días y el Partido Socialista, por la luchitas de las clásicas camarillas logran los 9 concejales con los que hoy cuentan y al que vemos en descenso y produciendo desazón a sus votantes y simpatizantes
Pues sí, señoras y señores que apoyamos el recuerdo de aquellos años del 79, y del espíritu que impregnaron a la Democracia pero… nunca estaremos de acuerdo en que, en estos momentos de crisis que atravesamos, se aproveche la conmemoración para fastos, fanfarrias, homenajes, parrándolas, quemar pólvora, salvas, bailoteos y cantantes, mientras a nuestro lado hay conciudadanos pasando necesidades de todo tipo, con pensiones de miseria y, a los que encima se les pedirá se aprieten los cinturones, cuando estimamos que son, precisamente, los políticos los que además de congelarse lo salarios deben apretarse los cinturones para aliviar la tan elevada cargo de los presupuestos.
No más gastos suntuosos, no más celebraciones en las que se gasta lo que no tenemos minando el espíritu de ahorro que debe primar en toda economía y lo que es peor llevando la ética de responsabilidad a mínimos.
Ya es hora de moverle el sillón a la necedad, señor Matos, y de colocar las cosas en los sitios naturales: el azul en el mar, los guirres en el cielo y la avaricia en el desierto. Es hora de unir puentes que nos lleven a la verdad, la que nos hace libres.
