La conducta del vecino de Lazkao Emilio Gutiérrez, que el pasado martes, y tras una concentración de protesta por el atentado perpetrado con ocho kilos de explosivo contra la sede socialista de la localidad guipuzcoana, y de la que fue víctima en el piso que este joven poseía encima de la sede del PSC optó por dirigirse a la taberna batasuna rompiendo su puerta y parte de su mobiliario, acción que ha sido objeto del reproche que merece cualquier arrebato violento, pero también de una cierta condescendencia ante la lógica indignación que expresó tan desacertadamente cual fue el uso del ojo por el ojo, es decir
Pero lo ocurrido constituye un elocuente retrato de lo que está pasando en el País Vasco: ETA comete un atentado; vecinos y dirigentes políticos manifiestan su rechazo a dicho ataque ante las burlas extremistas; Gutiérrez reacciona atacando a su vez, a cara descubierta y provisto de un mazo, el local que reúne a los simpatizantes de la izquierda aberzale de Lazkao; estos últimos responden con carteles acusando al joven de fascista y concentrándose para su condena en la tarde de ayer; y el joven se ve obligado a abandonar el pueblo mientras espera la acción de
La espiral que maneja el terrorismo se ha completado provocando que los verdugos se hagan las víctimas, y la víctima acabe siéndolo por dos veces a causa de su primaria e injustificable reacción. Pero sería enormemente injusto concluir que su comportamiento ha acabado dando la razón a los terroristas y a sus acólitos, porque éstos no necesitan de comportamientos como el de Emilio Gutiérrez para perpetuarse en su ignominia. Les hubiese bastado cualquier otra excusa, inmediata o remota, para responder a la protesta de los demócratas por el atentado de ETA con la movilización de sus elementos más activos en Lazkao, como hacen habitualmente. Ahora lo preocupante es que los etarras han dibujado su macabra diana sobre Gutiérrez, por lo que éste debe contar con todos los medios que las instituciones puedan poner a su disposición para garantizar su seguridad personal
Fidel Campo Sánchez