6.4.09

ILDEFONSO LA-ROCHE MACHADO, EN EL RECUERDO.

El pasado miércoles veinticinco de marzo asistimos al sepelio de un buen amigo, Ildefonso La-Roche Machado, ingeniero agrónomo y funcionario del Cabildo Insular de Tenerife. La verdad que no es fácil hacer una semblanza biográfica, así como destacar los meritos de un caballero y tinerfeño de altura. Ildefonso fue un gran profesional que, en vida, brilló por sus valores propios. Hombre de pocas palabras, pero de grandes afectos. Claro talento y juicio recto en sus opiniones.

Con él compartimos buenos momentos. Nos conocimos casualmente en el mes de septiembre de 1973, en un vuelos de Iberia con destino a Madrid, circunstancia que nos sirvió para mantener una larga y cordial conversación e iniciar un afecto recíproco-Una corbata negra y traje oscuro, delataba el reciente fallecimiento de su padre, don Ildefonso La-Roche y Lecuona, nacido en Santa Cruz de Tenerife en 1900, Juez por oposición, ingresó en la Escuela Judicial en 1929 y después de varios destinos, ascendió a Magistrado ocupando la Presidencia de la Sala de los Penal, llegando a Presidente de la Audiencia Provincial, hasta su repentina muerte, acaecida en La Laguna el 4 de septiembre de 1973.

Pues bien, una característica de Ildefonso fue siempre la seriedad y la serenidad que reflejaba. Reflexivo y ordenado, analizaba a las personas y sus hechos de forma objetiva. Fue pionero, estudioso y en definitiva un adelantada en aquellos tiempos, en el campo de la informática. Por esta circunstancia, se desgranó durante el viaje una agradable conversación sobre esta novedosa materia. Tuve la suerte de conocer a su hermana Covadonga, única hija del primer matrimonio de su progenitor. Fue Covadonga una mujer cristiana y bondadosa, que abandonó prematuramente este mundo, aunque sus espíritu, su recuerdo y su ejemplo no se ha ido, está entre nosotros.

Enamorado de La Laguna y de su vega, muy cerca del Campo del Real Hespérides (Hoy Francisco Peraza), tuvo su casa de verano durante muchos años, su padre don Ildefonso. Evocaba con emoción y cariño, sus paseos por el Camino Largo, San Diego o la Manzanilla, acompañado por sus amigos, entre los destacamos a José Bernardo Cambreleng, Ángel Isidro Guimerá, Fernando Díaz llanos, Víctor Pérez de Ascanio, Juan José Olano de Lorenzo-Cáceres, Juan Carlos Díaz Llanos, Manuel Luís Lecuona, Federico Aledo, Domingo Luís Martín y Rodríguez de Acuña entre otros.

Procedente de una familia muy devota ak Santísimo Cristo de La Laguna, fue esclavo desde los años cincuenta, ocupando la Tesorería de la Institución durante varios años, en los que se ocupó de crear sendas aplicaciones informáticas, para canalizar la presidencia, pues pensaba que el peor enemigo de los hombres es la vanidad y las polémicas sin fondo y contenido, mostrándose contrario a la demanda interpuesta por siete ex esclavos mayores. No obstante su padre fue Esclavo Mayor en el año 1955, y su hermano Emilio, recientemente, en el 2007.

Reciba su esposa Magdalena Lugo Salazar, sus hijos Patricia e Ildefonso La- Roche Lugo nuestra condolencia.

Quisiéramos expresar nuestros sentimientos, con esos mecanismo que nos dejan hurtarnos al presente para revivir las grandes emociones de la vida que se alejan en el tiempo, sin piedad. Los que despiertan una Séptima de Brückner, el Réquiem de Mozart, como evocación de ese pasado.

Estamos seguros que al traspasar el umbral de esta vida no se presenta al Padre con las manos vacías, las lleva llenas de estrellas y de amor. AMEN

Fidel Campo Sánchez