29.10.09

BARES Y TASCAS EN LA LAGUNA.

Hace unos días nos preguntaba un amigo, con cierta nostalgia del pasado lo siguiente: ¿Cuál es el mejor bar o tasca de La Laguna hoy? Se trata de un amigo nacido en la Aldea de San Nicolás y con residencia en Las Palmas de la gran puñeta, que estudió hace cincuenta años en la Universidad de Canarias, en La Laguna y no sabía cómo expresarnos la nostalgia que sentía. Le parecía que había infinitamente menos “guachinches”, donde poder tomar un buen vino, acompañado de las excelencias que a modo de tapas que servían antaño en todos los “abrevaderos” de la vieja Aguere.

Se le hizo ver que los tiempos han cambiado, pero que el lagunero tiene todo un listado actualizado de los “santuarios” y que obviamente no tiene que coincidir con los que existían hace cincuenta años. Por las nostalgias a los guachinches y ventas prodigiosas del pasado, nos decidimos peinar La Laguna. Iniciamos nuestra ruta visitando El Tocuyo, donde degustamos unos vinos amontillados de calidad, con unos manises y aceitunas aliñadas. Allí, recordamos con anhelo del pasado la antigua Oficina y el irrepetible Ramón, educado y poeta, habida cuenta que la línea de esta tasca se asemeja algo, al viejo y recién desaparecido Templo de Baco.

Seguimos nuestra ruta y visitamos el viejo Maquila, donde probamos unas garbanzas acompañadas de un buen vino tinto del Norte. Continuamos el deambular visitando la barra del amigo Basterra, donde tomamos una excelente carne de fiesta que prepara Javier con primor, regada con vino tinto del diez. De allí pasamos a Casa Vidal en la cercana calle Candilas, donde dimos cuenta de unos tollos (concejales) y un plato de “gacela”, que es la denominación que le ha impuesto de broma, a la carne de cabra. Todo ello con la ayuda de un buen vino de Taganana, nada despreciable.

En la calle de Herradores, visitamos la Casa de Oscar, donde degustamos un vino excelente de las bodegas Domínguez de Tacoronte, para finalizar visitando el renombrado “Dos y Uno” y el Bodegón Viana. Esto es fascínate nos decía el amigo canarión, acostumbrado a los sucedáneos que sirven en la Isla Tercera de enfrente. Y es que la riqueza de La Laguna no está solo en sus Iglesias, casonas, plazas y bustos de personajes y poetas, las nuevas vías peatonales, sus bares, tascas y guachinches, que ha contribuido a mejorar el atractivo de esta vieja y enigmática ciudad de Aguere, mal y desafortunadamente llamada de los Adelantados.

Arribamos en el renovado Casino, donde pedimos una copa de vino de la Bodega el Lomo de Tegueste. Lo cierto fue que tardaron en servirnos pues, al parecer, tienen escasez de personal. Mientras nuestro amigo, encendía un buen puro palmero, surgió,¡ como poseso!, un camarero para indicarnos, con toda educación, eso sí, la prohibición de fumar, siguiendo instrucciones de la Junta Directiva. Bueno, pues qué remedio, pedimos la cuenta y salimos comentando lo sucedido. Te fijas, me decía, el entusiasmo que existe por prohibir. Un don nadie tiene un carguito de nada y experimenta con él, la sensación de “poder”. Parece que nos están haciendo un favor, quieren que nos demos cuenta que el mando lo tienen ellos y nosotros somos solo objeto de prohibiciones

Proponemos ante tanta estupidez, la desobediencia civil, todos a fumar y a leer periódicos donde nos venga en gana, que para eso pagamos. Y es que cuando gobiernan unos tontos, tenemos derecho a mandarlos al… carajo

FIDEL CAMPO SANCHEZ