18.10.09

¿POPULAR EL TAL PEPE?. NO GRACIAS

No vamos a hacer a la tendencia popular de la generalidad, al que como no podía ser menos respetamos pese a sus tendencias a apoyar la corrupción de alguna manera, por encima de todas las cosas, pero ya no podemos más al ver al sujeto en cuestión, Pepe “El del Popular”, como quiere seguir con el culebrón que comenzó hace diecinueve años y que esté le siga dando pingues beneficios de todo tipo.
No hubiéramos tenido en cuenta a este “personajillo” de quinta, como diría el inocente Desiteo, si hubiera regresado con humildad, pidiendo disculpas y haciendo 'mutis por el foro', reintegrándose a la sociedad como un ciudadano más, que para eso se lo permite la ley. ¡Pero no!, el 'tío' este además de liar la que lío en su día -no olvidemos que fue mucha la gente que depositó su confianza en él, que este señor se llevó por delante la ilusión, los proyectos y la salud mental de muchos santanderinos- además viene amenazando de que va a hablar de no sé quién, que va a tirar de la manta. Él ya tiró de ella tanto que se llevó por delante la cama y el edificio entero. Y para más INRI dice que se está pensando, ¡cachondo eh¡ tomar acciones legales por los días que pasó en la cárcel en México.

¿Cómo podemos los ciudadanos, instalados en nuestra particular filosofía de la autocomplacencia y la del 'que lo hagan otros', consentir que este señor vuelva al 'lugar de los hechos', todos lo hacen, con total impunidad, sin la bandera del arrepentimiento en la proa y además amenazándonos con esta y otra acción legal? ¡Pero a dónde vamos a llegar a parar!, como diría un castizo. La falta de dignidad y la desfachatez de este 'elemento' es un claro ejemplo de la sociedad en la que estamos instalados hoy en día. No tardaremos en ver, ya ha comenzado el asunto, a "Pepe", cualquier día -como somos tan generosos le diremos Don José-, visitando los distintos platós de televisión donde se cuece a fuego lento la 'ponzoña' más baja de nuestra sociedad para espetarnos a la cara, sobre todo a la de los cántabros, que él es un víctima y no un verdugo como hasta ahora suponíamos y nos dicta no solo nuestra conciencia sino y además nuestro sentido común.
¡Basta ya!, que la autoridad competente o quien sea declare a este “cara dura” persona “non grata” y le impida de alguna manera -¿lo del destierro sigue vigente?- volver a pisar la tierra que en su día dejó yerma como un desierto

FIDEL CAMPO SANCHEZ