Nos estamos refriendo a don Francisco Gato, un licenciado de allende los mares que desarrolló un encomiable labor docente en el antiguo reformatorio, que casó con una palmera y que sus comportamientos de amor y dedicación a esta nacionalidad hace que, todos aquellos que tenemos sentimientos nacionalistas lo consideremos como un canario de integración que pese a no tener descendencia, porque el Señor no se la ha dado, pero que es tan valiosa su dedicación a repartir amor y amistad al prójimo y a los necesitados que es merecedor de ser considerado no solo como buena y excelente persona sino como un gran ejemplo de solidaridad
En días pasados el periodista y amigo Rafael Lutzardo nos decía que el amigo Paco era un espécimen llegado de allende los mares, concretamente de Zamora (España) al que se le debía dedicar más atención de que la que en este valle de lágrimas se le dedica a las personas buenas y desprendidas, pues además de no ser nada, absolutamente “pro godo” nos llamó la atención cuando hablando del falso juramento de Paulino Rivero dijo:” no hay peor godo que el canario godo, como tantos y tantos de los que se han beneficiado de los “enchufes” que se han dado en el “Paulinato” que impera en esta mamandurria.
El amigo Gato nos disertó a cerca del juramento lo siguiente: “Es tanto una promesa como una declaración de hechos invocando a algo a alguien por lo que la persona jura y que considera sagrado, generalmente un Dios, al que pone como testigo de la verdad sobre la declaración de los hechos, considerando el juramento como un acto público y solemne para decir la verdad y no la falacia al no manifestar lo que realmente es cierto.
Y como don Paco considera que en el Paulinato se jura en falso nos adoctrina de esta manera recurriendo a sus conocimientos de San Agustín: “Los hombres juran en falso, cuando quieren engañar calificándose de perjuros que es “mentira afirmada” bajo juramento” y por, tanto, añade, cometen un delito que tiene que ver con el honor como cualidad moral, estrechamente ligado a la moral”
Y nuestro análisis es que en las declaraciones del señor Gato, notamos algo muy común, casi definiendo su esencia: que la sátira que utiliza está fuertemente impregnada de ironía y sarcasmo, además de parodia, ironía militante que es blanco del ataque de sátira.
FIDEL CAMPO SANCHEZ