8.10.09

¿Botellón o botellazo?

Unos diez euros, 1.500 de aquellas, por algunos añoradas, pesetas. Esa cifra es la que señalaban unos cuantos jóvenes a una cámara de televisión. Lo que cuesta una copa en determinadas ciudades. Usted que es joven o, como yo, que lo ha sido en edad pero que en el fondo de su alma lo sigue siendo, sabe que el precio es una parte, no el todo, de la justificación del botellón (que no es lo mismo que justificarlo sin razón ni medida). ¿A más crisis, más botellón? Pues puede ser, no hay nada que indique lo contrario; si los bolsillos están 'caninos', los jóvenes, como los torrentes en la montaña, se buscan la vida por donde mejor pueden. ¡Usted lo hizo y los que vengan seguirán haciéndolo; es indiscutible!

¿Dónde está la raíz del botellón? Creo que se trata de una combinación de muchas. Pero la principal es la necesidad de conocer a otros, la búsqueda de nuevas personas más interesantes, diferentes y atrayentes. Hacer botellón significa juntarse con amigos/as para poder conocer a otros posibles amigos/as y, en torno a una copa o a una botella (las más de las veces en función del presupuesto) desinhibirnos y tener nuevas oportunidades de relación personal. Aunque para relacionarse y divertirse no es imprescindible beber. Con el mayor de los respetos ante cualquier otra opción, creemos que no es lo mismo disfrutar del placer de tomar unas copas, sin más, que beber como medio para conseguir modificar o alterar nuestro propio comportamiento. Consideramos que lo natural vale mucho más que cualquier artificio.

Tenemos que respetar las libertades de todos. Si beber en la calle significa ahorrarse unos duros y poder tener la 'excusa' para relacionarnos con otros, para conocer y explorar sin vergüenza a otros, nos podría parece estupendo. Pero si el botellón pasa a ser botellazo, como recientemente ha sucedido en Pozuelo(Madrid), o si para disfrutar de mi ocio nocturno en la calle no dejo dormir a otros o perjudico los bienes de propiedad pública (que significa que son de todos), entonces la cosa cambia y lo permisivo se puede convertir en delictivo, como de hecho viene ocurriendo, en esta La Laguna y en la denominada “zona del Cuadrilátero”

Y si botellón significa perjuicio para otros, propongamos alternativas que sean beneficiosas para todos, que in dudablemente ha de pasar por recuperar los valores que perfeccionan al hombre haciéndole más humano en: el respeto, la tolerancia honestidad, lealtad, trabajo, la responsabilidad, solidaridad…