Si antes de la crisis económica había "500.000 canarios en la pobreza", hoy en día esa cifra se ha visto incrementada hasta límites insoportables.
Vivir en la pobreza es, sobre todo, la imposibilidad de ejercer plenamente la ciudadanía. Los informes demuestran que hay que superar la tiranía de los datos oficiales (coloniales), que esconden más de lo que reflejan. La desigualdad no es sólo resultado de la discriminación del pasado, sino de la que tiene lugar en la actualidad.
No puede hablarse de "desarrollo" en Canarias, mientras persistan formas de discriminación contra más de 500.000 canarios/as. El exceso de pobreza en las Islas Canarias es resultado de un exceso de colonialismo español (desigualdad).
Por ello, la lucha no sólo debe orientarse a erradicar la pobreza, disminuir las desigualdades, etc., sino también hay que extirpar la causa principal de la pobreza en las Islas Canarias: el colonialismo y su subproducto, el caciquismo (léase expoliación y corrupción).
La incidencia de la pobreza entre la población autóctona canaria es muy superior a la que sufren los colonos europeos (incluidos los "peninsulares"). La desigualdad que viven los canarios/as, en Canarias (o sea, en su propia casa). También se refleja en aspectos como el alto nivel de desempleo, los niveles de escolaridad, etc. De cada 10 puestos de trabajo creados, 7 son para foráneos (españoles, europeos, etc.) y 3 para canarios.
Una de las soluciones pasa por implantar de una vez una ley de residencia en Canarias, donde el isleño tenga prioridad a la hora de ocupar los puestos de trabajo en Canarias, ya que el argumento colonial en el sentido que el canario "puede trabajar en Europa" (incluida España) obvia que ello implica viajar a otro continente y por lo tanto se trata de fomentar la emigración canaria y no de circular dentro de la "frontera nacional". Guste o no, para un canario, coger la maleta pa' Europa es una emigración y no es estar en "casa".
Comunidad Canaria en Londres, CCL