Venimos observando en La Laguna que ciertas y determinadas familias se mueven como clan, que significa hijo o descendiente de un mismo linaje que son los que ocupan los puestos principales en diversas instituciones, ya sean de tipo político, cultural, religioso y… Se trata de grupos de gente unida por parentesco (nepotismo) y supuesta ascendencia, que definimos como la percepción de creerse descendientes de ascentros de noble linaje, por supuesto en sus calenturientas imaginaciones.
El mayorazgo que muchos buscan, es una institución del antiguo derecho castellano, creada por ley de los llamados reyes católicos, en el siglo XVI, que permitía mantener un conjunto de bienes y prerrogativas vinculados entre sí de manera que no pudiera nunca romperse el vínculo, que en lenguaje del siglo XXI podemos denominar como la “cosa nostra”. Los bienes y prerrogativas pasaban al heredero, normalmente el mayor de los hijos, de forma que el grueso de patrimonio y las prebendas de la familia no se diseminaran y perdiera “poder”, sino que aumentara. Su función, al igual que vemos pudiera estar ocurriendo en la Hermandad del Cristo de La Laguna, en sus juntas de Gobierno, era y es controlar, como medio de mantener su poder e influencia social. Lo más lamentable es que entonces y ahora ocurre el que algunas familias de esa incipiente burguesía o “coburgos” se agarran cual lapas al cultivo de esa ilegal y ranciosa figura para permanecer “per se” en el machito
Aquel mayorazgo era la culminación de una serie de privilegios que se otorgaban y que en el presente que nos toca vivir y ya desfasados, mantienen algunos engreídos por la estupidez de considerarse hijos de algo(hidalgos), en la búsqueda de algún título nobiliario de carácter hereditario, que les asegure que la sucesión, ¡ como viene ocurriendo, con el hijo y no con la hija que encontramos muy digno de significar y denunciar en esa institución netamente machista, cual es la Hermandad del Cristo de La Laguna.
Los que aspiran a esta prerrogativa, de hecho y no de derecho, en la Junta de Gobierno de la Hermandad del Cristo de La Laguna, lo intentan estableciendo una línea de sucesión, acorde con “su” capricho y voluntad siguiendo los dictados del mayorazgo alternativo y el irregular. Se basan para ello en viejos y caducos modos, donde tiene prioridad en la sucesión el primogénito (mayorazgo regular). Aunque también y a juzgar por lo que vivimos en estas ínsulas, puede trasmitirse y de hecho se hace a los segundones (mayorazgo de segundogenitura). En cuanto al sexo los varones tienen preferencia, como se deduce de ciertas reivindicaciones de las féminas, contrariamente a la ley de los reyes católicos, quedan relegadas en cuanto a formar parte de la Hermandad y de las Juntas de Gobierno, pese a que algunas conciudadanas devotas lo han pretendido inútilmente, por motivos estatuarios y de discriminación que no por derechos constitucionales que consagra a hombres y mujeres como ciudadanos iguales.
La filosofía de la vida en positivo del liberalismo en Democracia e igualdad de sexos y sociales, es aplicable no solamente a los individuos, sino aún más a las instituciones de todo tipo que, como las de tipo religioso, han quedado ancladas en el pasado fundamentalista y que hoy se revelan como anacrónicas y obsoletas cual es el caso de La Hermandad del Cristo de La Laguna, con una Junta de Gobierno de lo más inamovible, friki y ranciosa.
Fidel Campo Sánchez