En días pasados, todos los medios han dado amplia información del incendio de La Palma (Benahore) y de una próxima entrada en servicio de una línea de “Hidroaviones” para cubrir emergencias de todo tipo y sobre todo para “unir” Santa Cruz de Tenerife y las Palmas de Canaria.
Al parecer, por los años treinta del pasado siglo, los periódicos destacaban la entrada en servicio de dichos aparatos de la mano del conocido empresario Tomás Sbert, con una tarifa de no más de cuarenta pesetas.
La nueva empresa que pretende lo del anterior empresario, señor Sbert, al parecer es canadiense y está muy interesada en establecer dicha línea, para volar a principios del próximo 2010. El precio se estima en 40 euros trayecto. El amerizaje en Santa Cruz se realizaría en la dársena de Los Llanos, mientras que Las Palmas de Canaria, sería en el muelle de Santa Catalina, donde antiguamente atracaba el recordado y tristemente desaparecido Jet.Foil.
Dicho proyecto ha sido visto con muy buenos ojos, ¡faltaría menos! Por el sector turístico canario y el gremio de Agencias de Viajes, y los de siempre ya que todo lo que sea ampliar la oferta, es bueno para las Islas. La idea parece interesante aunque pudiera tener picaresca, pues solo con llevar y traer políticos, funcionarios, altos y bajos y asesores del desgobierno autónomo, llevaría más de tres Hidroaviones al día, ya que la capacidad de cada aparato es de 19 pasajeros y viajan, por supuesto, todos los días más de 54 personas.
Tenemos que congratularnos por tener como presidente de la autoridad Portuaria al adejero Pedro Rodríguez Zaragoza, ese hombre del Suroeste que está dispuesto a apostar por este novedoso sistema y llevarlo también, en su momento, al resto de las Islas, habida cuenta que solo precisan de un pantalán para amerizar
No podemos olvidar, pues es obvio, que la directora general de Transportes del Gobierno de Canarias, Rosa Dávila Mameli, ha manifestado que el Ejecutivo apoyará cualquier propuesta que suponga avance en la conectividad de los canarios. La señora Mameli, ha manifestado, que aunque el Gobierno de Canarias carece de competencias para autorizar este tipo de transportes, ya que su autorización corresponde a Aviación Civil del Estado español, considera que dicha idea es muy interesante.
Por lo someramente expuesto, no nos queda sino felicitar a la tal “Mamelí” como al "ínclito" señor Rodríguez Zaragoza, pues ambos se han propuesto tener “hidroaviones,” ya que lo que viene vendrá con su apoyo.
Que la legislación y Aviación Civil pongan aquí en hora su reloj, ¡de ¡una puñetera vez!, para que entre la luz, quiten el polvo de despachos y de mesas. En esta nacionalidad tenemos mucho en que pensar y estamos hasta el moño. ¡Palante nuestra gente, serán aplaudidos calurosa y borreguilmente!
Fidel Campo Sánchez
