El pasado día 8 del presente, nos dejó la triste noticia del fallecimiento de una persona muy querida y conocida en La Laguna: doña Zenaida Padrón Ojeda, víctima de una rápida enfermedad sobrellevada con espíritu y cristiana resignación.
Doña Zenaida, nuestra amiga, contrajo matrimonio por los años cincuenta, con don Francisco Penedo Pérez, conocido industrial y propietario de la “Librería, Papelería y Efectos Timbrados Penedo”, como se le conoce en La Laguna, continuador de un establecimiento comercial más que centenario, fundado por su progenitor, el recordado y ocurrente don Juan Penedo, cuya ubicación en la esquina de la Catedral, frente a la Farmacia Asiul, el estanque de los patos y la sucursal del Banco de Santander, y que es un referente en la ciudad de Aguere.
Allá por los años sesenta abrieron un nuevo establecimiento en la cercana calle de Capitán Brotons, casi haciendo esquina con la calle Núñez de la Peña, donde doña Zenaida y sus hijos, trasladaron la Administración de Loterías, además de ofrecer una variedad de instrumentos musicales de toda índole, fundamentalmente de cuerda, así como abundante material para los aficionados a la práctica de la pesca.
Por los años ochenta, la Administración de Loterías más veterana de la ciudad pasó a denominarse del Santísimo Cristo de La Laguna, como ha venido ocurriendo de forma similar en otros lugares de nuestra Geografía y en la lejana Metrópoli española.- Allí siguió doña Zenaida repartiendo premios y sobre todo su gran educación y aquella sonrisa que la identificaba siempre y que jamás vimos perdiera.
Estamos seguros que con esa misma sonrisa ha traspasado el umbral de esta vida y valle de lágrimas y se ha presentando al Señor. Por todo ello deseamos dar nuestro pésame a su esposo, Francisco Penedo, a sus hijos Francisco, Juan Carlos ( catedrático de Veterinaria en la Universidad de Las Palmas de Canaria), Beatriz, Manuel, Carmen Rosa y María Penedo Padrón, así como a sus nietos Alejandro y Juan, finalmente sus hermanos Octavio, Enma y María Lourdes Padrón Ojeda.
Gracias Zenaida, para nosotros ha sido un gran honor haberte conocido y tratado, por lo que puedes contar con nuestras oraciones que son los mejores premios en esta tierra y hasta que nos podamos ver en las Mansiones Celestiales. AMEN.
Fidel Campo Sánchez