5.8.09

.LA ADMINISTRACION PUBLICA CANARIA UN EDIFICIO DE HUMO

Es natural que con la crisis actual, nos fijemos más en quienes al amparo de sus oficinas y despachos oficiales, tratan de edificar cúpulas donde faltan paredes o cimientos. En las Oficinas Públicas, se está siempre con los ojos bien abiertos y atentos a las exigencias del poder establecido: el “Paulinato-Soriano.

Pero es que además, contamos con un consejero de la Presidencia canarión, José Miguel Rodríguez Ruano y de un Director General de la Función Pública, Juan Manuel Santana, ambos incapaces por lo que se ve, de poner freno al mal hacer de los funcionarios cuando ellos están precisamente para todo lo contrario. Así, el señor Santana, hombre virulento (ver rostro), está renovando su propia Dirección General, hasta el punto de que ha liquidado a jefes de servicios como Chus Pedreira, Javier Enderis o Domingo Martínez. Al parecer, la tendencia es amortizar plazas caras y sustituirlas por funcionarios o laborales sin trienios, sin complementos elevados, que acuden a los centros, pasadas la ocho o las nueve de la mañana. Son los que inmediatamente están dispuestos para salir de nuevo a tomar el cortadito y fumar el cigarrito, cuyas dependencias les hace repetir la operación varias veces en la mañana.

No podemos olvidar, que también solicitan, mediante el oportuno parte, acudir al médico, visitar a la abuela operada de cataratas o al compañero intervenido de fimosis…Basta una visita a un Centro Comercial, para encontrarnos a la que atiende el Registro de documentos en el mostrador o la propia secretaria del Director General, observando las nuevas prendas, como sujetadores de lencería fina o la roja interior más sofisticada. Al final, también pasan por el Supermercado pues, ¡cómo no!, hay que realizar la compra del día en horas de oficina. Este desorden generalizado de los funcionarios, tendría que evitarlo la Inspectora Socorro Beato que para eso está cual es controlar la Administración de manera eficaz, pues es de todos y a todos nos cuesta. Muchos miles de euros se han gastado en aparatos para controlar la asistencia, mientras los funcionarios se compinchan para utilizarlo pensando en el hoy por mi y mañana por ti, todo un auténtico cachondeo.

Un Servicio Médico, fue creado adjunto a la Inspección General para controlar las numerosas y abusivas bajas de los funcionarios, pero en el caso concreto de los médicos, lo que ocurre en realidad es que tienen concedida la compatibilidad para ejercer privadamente la profesión, por tanto, atienden en su consulta privada a los funcionarios con seguros concertados (Adeslas, Asisa…) que de paso obtienen una “bajita” de vez en cuando. Este mal hacer, ha de evitarlo la llamada clase política que gobierna las instituciones, en este caso concreto ninguna “santa” solo una “Beata”, a la que se le pide ¡socorro!. Traemos a colación a ingenioso don Miguel de Cervantes cuando afirmaba lo siguiente, don Quijote de la Mancha: “Sábete Sancho que no es un hombre más que otro sino hace más que otros”. La igualdad sería hacer valer los méritos y el esfuerzo personal. Pero vemos que ya no se premia el esfuerzo y los méritos personales, no tienen valor. En definitiva, la “igualdad” adulterada de nuestra época, que pretende que seamos todos iguales pero, no en atención a lo que hacemos sino a las cuotas de poder de partidos que nos rodean. La administración no sigue el sabio consejo cervantino, ello explica su decadencia y su organización demencial.

Compartimos con Manuel Alcaide lo de “ineptos son ellos y no yo. En cuanto a lo que dijera de Franco, ¡ni nombrarlo!, pues ya sufrimos una Administración repleta de militares, a tenor de una ley que les concedía destinos civiles y resultó una experiencia nefasta.


FIDEL CAMPO SANCHEZ