Lo decimos, lo dicen muchos de nuestros conciudadanos la gran parte ha perdido la confianza en nuestros representantes políticos. Tan sólo dos años atrás no llegaba al 20% los que se sentían descontentos con ellos, hoy esa cifra casi llega al 51% de la población. Hay voces que dicen que hay que castigar a los políticos, que votemos en blanco; otras señalan que no se está respondiendo adecuadamente a la resolución de las dificultades de la situación económica y de la honestidad necesaria para representarnos.. Algunas más intensas señalan que hay demasiadas denuncias, de unos sobre otros, sobre corruptelas de mayor o menor grado y los más extremistas apuntan que no podemos seguir con una clase política con la que no nos sentimos representados.
Cuando un equipo de fútbol pierde, al primero que echa es al entrenador, y no es menos cierto que cuando nuestros bolsillos sufren miramos a la banda, unos culpando de que nos hagan perder y otros, con mayores expectativas, porque no consiguen que ganemos. Desde esta tribuna apelamos a una regeneración de la ilusión por nuestros representantes políticos y nuestros gobernantes, nuestros empleados que han olvidado que la finca es nuestra. En la empresa privada ahora exigen, más que nunca, resultados, eficiencia y eficacia. De lo contrario el mercado nos echará y pondrá a otros (a nuestra competencia) en su lugar. Del mismo modo, como ciudadanos, no queremos perder la ilusión en quienes queremos que sean más capaces que nosotros para gestionar nuestros recursos y para gobernar nuestra convivencia en sociedad.
Antes que castigar a alguien contra la pared, prefiero premiar a los que sean capaces de romper muros que ahora mismo parecen infranqueables.
A todos nos toca remangarnos para no perder clientes. Unos, entre los que me incluyo, de los que pagan cuando quedan satisfechos. Y otros, los de nuestros políticos, a los que votamos cuando queremos que su gestión siga como hasta ahora o bien que las cosas mejoren. Ahora toca mejorar, a todas luces.
Si queremos jugar la 'Champions' tiene que ser con los mejores jugadores, sin dopajes, con los más capaces y con entrenadores que nos ilusionen con buenos partidos, pero… en esta mamandurria, con esos del “régimen” nacionalero” aviados estamos y estaremos pues, no tememos que siempre el cambio, la mejoría será “pior”
FIDEL CAMPO SANCHEZ
