Una de las armas “políticas” preferidas de Antonio Cubillo contra los independentistas canarios es la de sembrar la duda sobre la honestidad política de éstos. Y una prueba más de ello es la andanada de infundios que ese seudopatriota está lanzando contra el autor de este artículo como venganza por denunciarle ante el pueblo patriota canario, y ante la Historia, por sus prácticas “políticas” y por su tendencia a subordinar el interés nacional de Taknara a miras personales.
Este politicastro anda diciendo estos días que soy “un conocido delator”, que fui expulsado del MPAIAC y que por mi culpa cayó esta organización en Tenerife al haberme cogido la Guardia Civil una supuesta libreta donde figuraban los nombres de los militantes del MPAIAC en dicha isla, así como que delaté “en los juicios y diligencias policiales” a mis camaradas.
Como éstos saben (supe de la existencia de aproximadamente la mitad de los mismos cuando los conocí en la canariera conocida actualmente como “Tenerife I”), fui uno de los pocos detenidos del MPAIAC que no sólo no delató a nadie, sino que tampoco me declaré miembro de esa organización durante los interrogatorios a que fui sometido por entonces. Por otra parte, la mayoría de los militantes del MPAIAC se libraron de la cárcel por no ser conocidos, o por olvido, de quienes nos delataron en tal ocasión.
Ese seudopatriota, cuyo único “mérito” político es el de haber sido víctima de un atentado (debido, en parte, a no haber tomado las más elementales medidas de seguridad, y ello pese a nuestra reiterada insistencia para que las tomara) nos recrimina el haber dado artículos nuestros para su publicación a “La Opinión de Tenerife”, periódico que asimismo ha publicado algún artículo suyo. Cualquiera que no haya leído a Cubillo en “el mal llamado periódico La Opinión”, según sus propias palabras, puede comprobarlo en las hemerotecas.
Antonio Cubillo también arremetió en su día contra otros independentistas canarios, destacando entre éstos Julio P. Bastarrica Galván, el verdadero promotor del independentismo canario moderno (había fundado en Venezuela, a principios de la década de los cincuenta, el Movimiento para la Independencia de Canarias, y, ya de regreso en la Patria, fue el “número dos” del MPAIAC hasta que Cubillo ordenó el desencadenamiento de su “propaganda armada” sin haber informado previamente de ello a los demás dirigentes del Movimiento. Poco después Julio promovió la fundación de Solidaridad Canaria). Aquel patriota indoblegable fue víctima de la venganza de Cubillo por oponerse a la política descabellada y al autoritarismo de éste. (Una de las dos personas que intentaron destruir la pequeña tienda en que la familia Bastarrica se ganaba el sustento nos informó que, años mas tarde, conociendo ya ambos la rectitud, honestidad y sincero patriotismo de Julio, se dieron a conocer ante éste, confesándole ser quienes habían cometido aquella tropelía, pidiéndole perdón por ello y explicándole que habían intentado incendiar su tienda obedeciendo órdenes del “Caudillo”, quien les había asegurado que Julio había traicionado la causa de la Independencia de Taknara vendiéndose a los españoles.)
Algún tiempo después, tras manifestar públicamente los presos del MPAIAC nuestro respaldo a la UPC ( Unión del Pueblo Canario) sin haber consultado previamente a Cubillo, y tras el conflicto que surgió entre ese politicastro y nosotros a raíz de tal decisión, el ya ex secretario general del MPAIAC, por medio del periodicucho “Aitiden guanche”, editado en Venezuela, acusó a Pedro Aniceto Medina Calero y al autor de este artículo de trabajar para los Servicios Secretos españoles. (Curiosamente, Cubillo Ferreira y Medina Calero se han “reconciliado” con objeto de “refundar” el MPAIAC, y, como no podía ser de otra manera, a espaldas de la inmensa mayoría de los viejos militantes de ese Movimiento (recuérdese que Cubillo fue expulsado del MPAIAC en agosto de 1979), operación política que ha sido abortada por la oposición de los independentistas serios. (Por cierto, uno de los que asistían religiosamente a las reuniones previas al frustrado lanzamiento del seudo MPAIAC es el eminente “guanchólogo” pied-noir don Francesco Paulo di Lucca, ése que más de una vez nos ha explicado sus “antiguos orígenes físicos bereberes” (sic) ).
Cubillo ha procurado levantar cortinas de humo siempre que alguien ha mostrado sus desnudeces políticas, pero ese seudopatriota que tanto daño ha venido causando al independentismo canario –respaldado, ciertamente- por sucesivas camarillas de ineptos y mezquinos adulones- no podrá salirse con la suya en el juicio de la Historia. A lo largo de toda su carrera política ha intentado enmierdar a no pocos independentistas canarios por el hecho de desvincularse y desmarcarse de él al convencerse de su hipocresía y de su falso patriotismo, y por considerar que hacían un gran servicio a nuestra causa denunciándole ante el pueblo patriota canario.
Una de las muchas cosas que hicieron que los militantes honrados del MPAIAC recelaran de Cubillo fue que éste nunca daba explicaciones acerca de todo el dinero que durante algún tiempo, tras el comienzo de las emisiones de “La voz de Canarias Libre”, recibíamos como aportación patriótica de canarios emigrados a Bélgica, Holanda, Alemania, Suecia, Suiza, Venezuela y algún otro país. Como, entre otros, sabemos Pedro Brenes, Domingo Acosta, Nanda y yo mismo, todo aquel dinero nunca fue empleado por Cubillo en algo relacionado con nuestra lucha emancipadora. Además de ocupar un espacioso apartamento que le había sido cedido por el FLN y por el que nada pagaba ( el entonces partido único argelino también nos había cedido gratuitamente otro apartamento para destinarlo a sede exterior del MPAIAC y corría con los gastos de nuestras facturas telefónicas), el autoproclamado secretario general del MPAIAC recibía una asignación económica mensual como parte de la ayuda argelina a nuestro Movimiento. También el hospedaje de los independentistas canarios en distintos hoteles de Argel, así como los billetes de avión para los desplazamientos de los militantes del MPAIAC desde Europa al África continental y viceversa, y entre distintos países de nuestro Continente, eran sufragados por el partido gobernante en Argelia. Por otra parte, todas las cantidades de dinero que fueron empleadas por el MPAIAC en Taknara fueron aportadas por los propios militantes y simpatizantes de nuestro Movimiento.
De vez en cuando ese asunto de los dineros del MPAIAC es sacado a colación por algún militante de larga trayectoria de ese Movimiento de liberación nacional. Y a ese mismo asunto nos referiremos en nuestro libro La Llamarada. Tal vez si el propio Cubillo nos dice algo al respecto sabremos más a qué atenernos. Y el pueblo patriota canario –los canarios no desnaturalizados, entre los que se encuentran aquellos compatriotas que quisieron sostener nuestra causa enviándonos tantas divisas- quiere saber el destino dado por don Antonio León Cubillo Ferreira a todos aquellos dineros.
El mentado señor tiene la palabra; y que no se salga una vez más por peteneras… Seguimos esperando sus explicaciones al respecto.
Jose Luis Diaz (Tenerife)