En nuestra modesta opinión el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, necesita más que un cambio de personas, una política de defensa eficaz, de unificación de fuerzas en la misma línea, en definitiva de amor a la tierra, a la nacionalidad
Es Puerto es la llave por la que se entra a la Isla, que por nuestra dependencia del exterior recibimos toda clase de productos para nuestra alimentación, dado que los recursos propios son cada día menores y más costosos al carecer de políticas agro-pecuarias adecuadas. Por ello es necesario anteponer a los intereses político-partidistas, el interés supremo de Tenerife, que son más sagrados que los del mercantilismo imperante.
Terminamos de leer unas declaraciones muy interesantes de la parlamentaria, Dulce Xerach, manifestando que ATI primero y CC después, han tenido una buena cantera de políticos detrás, pero que como todo organismo que crece demasiado, ha ido tragándose a sus hijos. Una parte se han conservado, están mayores y la otra se ha vuelto demasiado codiciosa para lo que pone como ejemplo a Ana Oramas y a Paulino Rivero, y que en verdad la cosa está un poco gris, al menos así nos parece que la ve esta bella y dinámica diputada
Tenemos necesariamente que recordar los años de la Junta de Obras del Puerto (hoy con ese nombre rimbombante “Autoridad Portuaria”), que presidía Cándido García Dan Juan y el extraordinario ingeniero director, Miguel Pintor. Época en la se llevaron a término grandes obras de infraestructura, como el Muelle Ribera, la prolongación del dique Este y la Dársena.
Jubilado don Miguel, le sucedió José Luís López Páramo, que proyectó y ejecutó la Dársena de Los Llanos, y culminó el entrañable Ernesto Rumeu de Armas, ex alcalde de esta capital. Si traemos el recuerdo de estos personajes es más que nada para reconocer que contribuyeron todos para lograr un Puerto grande y próspero para Tenerife. En aquellos tiempos había interés por todo lo relacionado con el Puerto, tanto por las distintas obras en marcha como por las ampliaciones de los diques. La gente acudíamos para ver los atraques de los grandes trasatlánticos que nos visitaban y el comercio abría sus puertas hasta los domingos y festivos, convirtiendo Santa Cruz, en ciudad bulliciosa y alegre. La Prensa se ocupaba de informaciones puntalmente de atraques y desatraques de líneas de vapores que hicieron escalas en nuestro Puerto, crónicas que realizaban Luís Ramos, Juan Antonio Padrón Albornoz y Francisco Ayala.
A muchos presidentes recordamos, entre ellos a Gabino Jiménez Benito, ingeniero industrial y compañero de eventos del lagunero Manuel Hermoso Rojas. También a Guillermo Bencomo y a Pedro Anatael Meneses, este último gran impulsor de la “Vía Litoral” que comunica el Puerto con la autopista del Sur y hasta con más dificultad con la del Norte. Otro presidente, menos destacado fue Pablo Montero Martín, compañero de María Dolores Pallicer, que fue su mentora. Por último ocupó la presidencia el economista Luís Suárez Trenor que se mantuvo durante una década en la que, lamentablemente, impulsó Granadilla y otras infraestructuras de escasa importancia para lo más importante, el Puerto capitalino pero… si para el ocio de Santa Cruz.
Y finalmente, el adejero Pedro Jorge Rodríguez Zaragoza que desempeña la presidencia en la actualidad, después de haber ocupado, con gran acierto, la Consejería de Agricultura, donde realizó una enorme labor con plataneros, tomateros, ganaderos y pescadores. En absoluto podemos compartir y aceptar la idea de que la presidencia de la Autoridad Portuaria que desempeña el amigo Pedro Jorge, se trate de un premio de consolación. Pedro Jorge entiende de papas, de cabras, quesos, vinos y, además, de raza le viene al galgo pues su abuelo don Fernando, hombre también de grandes mostachos fue consignatario de buques, en la Villa de Adeje, concretamente en el muelle de La Caleta., cuando los barcos eran de vela comenzaban a desaparecer y el transporte de mercancías, frutos y personas hacia el muelle y de éste a la Villa se hacía con camellos. Habla inglés, francés y entiende alemán e italiano. No obstante quizás debería hacer más ejercicio, bajar peso y vestir más a la moda, sin olvidar que los bigotes no están políticamente de moda, aunque, lo reconocemos, forman parte de su personalidad.
FIDEL CAMPO SANCHEZ