La coincidencia de excesos verbales por parte de responsables políticos en la misma jornada y con expresiones tan duras como «ustedes serán responsables del asesinato político del Estatuto» o «a usted le gustaría verme boca abajo en una cuneta», evidenció con crudeza lo que no debería tener cabida en el lenguaje público.
Porque si a menudo se reprocha a los profesionales de la política pecar de un discurso poco directo, o hablar con 'lengua de madera' ininteligible, las expresiones esgrimidas por el diputado Sánchez Libre y el presidente Camps contienen tal carga de agresividad que desbordan la legítima pugna partidaria para adentrase en el terreno de la hostilidad personal. Y no solamente es lamentable el estilo ofensivo por el efecto negativo que pueda provocar en el electorado, sino, sobre todo, porque evidencia un deterioro en el respeto a los usos parlamentarios de estos individuos que desean el regreso a 1936, al levantamiento militar y las terribles consecuencias que produjera una guerra incivil, en muchos casos en las que estuvieron implicados sus abuelos y padres, excesos totalmente del puro fascismo.
FIDEL CAMPO SANCHEZ
