7.11.09

POLITICOS ESPOSADOS ¿PARA CUANDO EN ESTA MAMANDURRIA?

El artículo 520.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal dispone que «la detención y la prisión provisional deberán practicarse en la forma que menos perjudique al detenido o preso en su persona, reputación y patrimonio». Pero nosotros interpretamos que la norma procesal en absoluto prohíbe expresamente la inexistente y llamada “pena de telediario”, la exhibición que calificamos de ejemplarizante de los políticos esposados y humillados ante las cámaras es lo mínimo que se debe hacer a semejantes presuntos por haber hecho mal uso de los dineros públicos y las acciones que se les pueden hacer para ejemplo de los demás para poder recuperar los valores morales y éticos imprescindibles en política, de lo que estamos tan necesitados en esta nacionalidad. Canaria.

Así las cosas, no habría que pedir responsabilidades a los organizadores policiales de los espectáculos que más llamativamente se han orquestado: el del “caso Palma Arena”, con exhibición de políticos del PP, y del “caso Pretoria”, en que las víctimas eran del PSC y de CiU. La filmación del desmoronamiento ético de esas personas aporta mucho a la información sobre el caso y no se debe escudarse en la coartada de la pedagogía social para delimitar lo que es justo o injusto ¿Es justa la corrupción?

No cabe duda de que los políticos corruptos merecen el desprecio y el reproche social de la ciudadanía y, además, retirarles el fuero para que sean juzgados civilmente como cualquier hijo de vecino. Pero esta reacción airada también debe discurrir por caminos democráticos, que no pasan evidentemente por la lapidación moral, aunque dados los malos ejemplos que nos dan quizás sea este el remedio para que otros se curen en salud.

Se debe apelar a la honradez, a la rectitud del ánimo, integridad en el obrar, respeto a las normas. Si los presuntos que nos ocupan en esta opinión se han comportado con honradez nunca tendrán que temer ni arrepentirse de nada. La verdad siempre sobresale socialmente sobre todas las cosas.

FIDEL CAMPO SANCHEZ